CriteriaCaixa, la empresa que preside Isidre Faine y que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación ”la Caixa”, ganó el año pasado 1.200 millones de euros. El resultado cae un 29% respecto a 2021, un ejercicio donde su beneficio neto rozó los 1.700 millones a consecuencia de los ingresos extraordinarios que obtuvo de la fusión de CaixaBank y Bankia. El resultado neto, sin embargo, asciende a 1.599 millones de euros, un 35% más que el año anterior.
Los activos de CriteriaCaixa alcanzaron los 24.585 millones de euros, un 3,3% más respecto a 2021. La firma destaca que un 83% corresponde a renta variable cotizada y un 11% al negocio inmobiliario. El valor neto de sus activos crecieron un 8,7%, hasta los 19.663 millones de euros, principalmente, por la cotización de CaixaBank, banco del que es primer accionista con más del 30% del capital.
Las acciones del banco catalán se revalorizaron un 52% en 2022, lo que ha hecho que CriteriaCaixa incremente de manera significativa los dividendos que recibió durante el ejercicio por parte de CaixaBank, hasta los 354 millones de euros. Estos se suman a los 311 millones de Nturgy y los 62 millones a The Bank of East Asia, donde también es inversor de referencia. En total, el holding recibió 834 millones de euros vía dividendos frente a los 525 millones del ejercicio anterior.
Por su parte, CriteriaCaixa distribuyó 375 millones de euros a su accionista único, la Fundación ”la Caixa”. Esto ha hecho que la Fundación anuncie el mayor presupuesto de su historia para 2023, en concreto 538 millones de euros frente a los 508 millones que destinó en 2022 a programas sociales, cultura, ciencia, investigación, salud, educación y becas.
Por otra parte, la empresa que preside Isidre Fainé destaca que el resultado atribuido a la cartera bancaria alcanzó los 1.109 millones de euros el año pasado, un 24% más respecto al cierre del ejercicio anterior. Este incremento se debe a los resultados de CaixaBank y el Grupo Financiero Inbursa (GFI), que aportaron al resultado de CriteriaCaixa 904 millones y 107 millones de euros, respectivamente.
El resultado de su cartera industrial y de servicios (que incluye las participaciones en Naturgy y Saba Infraestructuras, y los dividendos del resto de la cartera) ascendió a 549 millones de euros, un 40% más que en 2021. Solo el resultado neto de Naturgy atribuido a CriteriaCaixa ascendió a 440 millones de euros. Asimismo, CriteriaCaixa recibió dividendos de Telefónica por valor de 29 millones de euros. La compañía indica que los dividendos de otras participadas se situaron en 89 millones de euros frente a los 73 millones de euros en 2021.
La cartera de Critera supera los 18.000 millones
La cartera estratégica de CriteriaCaixa está compuesta por sus participaciones en CaixaBank (donde tiene un 32,24% del capital), Naturgy (donde ostenta otro 26,71%), The Bank of East Asia (entidad en la que posee un 18,97%), Grupo Financiero Inbursa (9,10%), Cellnex (4,36%) y Telefónica (2,17%). Y valor de mercado en 2022 ascendió a 18.088 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 9,2%.
Por otro lado, CriteriaCaixa mantiene una cartera que comprende distintas participaciones minoritarias en sociedades cotizadas, priorizando compañías pertenecientes a países de la OCDE, donde ya cuenta con un total de 80 empresas de 15 países distintos. La empresa explica que en 2022 invirtió 249 millones de euros en ampliar esta cartera.
En el lado contrario están las desinversiones que el holding efectuó en 2022, por ejemplo en Veolia. Tras la OPA lanzada por Veolia sobre el 100% de Suez, CriteriaCaixa vendió el 5,8% de su participación en la misma, por un total de 737 millones de euros. Esto hizo que el valor de mercado al cierre del ejercicio de su cartera ascendiera a 2.221 millones de euros.
En cuanto a la cartera inmobiliaria, CriteriaCaixa señala que está valorada en 2.740 millones de euros y en 22 llevó a cabo nuevas inversiones por valor de 366 millones de euros. Destaca aquí la compra de Castellana 51 de Madrid, por un importe de 238,5 millones de euros. Se trata de la antigua sede de CaixaBank en la capital, que tras la fusión con Bankia se ha instalado en una de las Torres KIO.
Finalmente, el grupo señala que su deuda se redujo el año pasado en casi un 14%, desde los 5.700 millones hasta los 4.922 millones de euros. Entre las actuaciones que llevaron a cabo, estuvo la amortización a vencimiento de un bono senior de 1.000 millones de euros (de los cuales, 26 millones estaban en autocartera).