El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pidió este miércoles "tranquilidad" a las energéticas, incluida Repsol, y que se deje de especular sobre los planes del Gobierno español de convertir en permanentes los gravámenes sobre banca y energéticas, que todavía se están estudiando. En una conversación con medios durante las reuniones de Otoño del Fondo Monetario Internacional-Banco Mundial, el ministro afirmó tener un mensaje "de tranquilidad", ya que durante los dos últimos años se ha comprobado que las empresas de estos sectores han tenido "los mejores resultados de la historia".
"Hacia delante intentaría también minimizar o por lo menos no entrar en ningún tipo de especulación", respondió el ministro a una pregunta sobre la paralización de dos proyectos de la petrolera. Repsol aseguró ayer que mantiene congelados los proyectos de una ecoplanta y un electrolizador en El Morell (Tarragona) debido al impuesto a las grandes energéticas que plantea consolidar el Gobierno, y anunció que invertirá en un electrolizador en Sines (Portugal).
En los últimos días, la adopción de esta medida se ha complicado después de que el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, amenazara con retirar inversiones. "Nosotros queremos conseguir ese equilibrio, queremos que todos los actores que operan en nuestra economía, ya sean empresas energéticas o las entidades financieras, se sientan a gusto y apuesten por la economía española", afirmó Cuerpo, quien se encuentra en Washington para participar en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
La apuesta por la economía española se está viendo en que la inversión extranjera está llegando, aseguró. "Esperamos que también se pueda seguir dando por parte de las empresas españolas, como hemos visto en estos últimos años, incluyendo por supuesto a Repsol, entre otras cosas porque es rentable invertir en España", sentenció.
El Gobierno mantiene así su compromiso de convertir en permanentes los gravámenes sobre banca y energéticas a pesar de las crecientes presiones empresariales y de que no tiene garantizados los apoyos parlamentarios para hacerlo, ya que sus socios empujan en direcciones opuestas.
La conversión de estos gravámenes extraordinarios y temporales en impuestos permanentes es un compromiso tanto del acuerdo de Gobierno suscrito entre PSOE y Sumar como del plan fiscal remitido a Bruselas la pasada semana.
Cuerpo afirmó que en las negociaciones para hacer permanente este impuesto se está hablando con todos los agentes y con los partidos políticos y es en ese marco de negociación en el cual se están diseñando las figuras que serán permanentes. "Es importante saber que estamos todavía en el momento de las negociaciones, con lo cual no adelantemos los resultados de las mismas", añadió.