Este lunes, la marca Cupra se ha puesto de largo con la presentación del restayling de dos de sus modelos más icónicos: el Cupra León y el Cupra Formentor: el año pasado se vendieron 55.000 unidades del primero y 120.000 del segundo. . A estos dos coches se sumarán otros dos, el Cupra Tavascan y el Terramar. Wayne Griffiths, presidente de Seat y Cupra, ha dicho que este año supondrá un despegue con la incorporación de los dos nuevos modelos, y la modernización de los dos clásicos, todos ellos marcado por el diseño Cupra.

Las cifras hablan por sí solas. De los 600.000 cupras vendidos en estos seis años, 250.000 fueron el año pasado, con un crecimiento del 50% y en el primer trimestre de este año han aumentado un 20%. Lo que podría llevar a la marca a tener problemas de producción, pues como ha señalado Griffiths, se venderán este año coches por encima de su capacidad industrial. “Vender más de lo que se puede producir es lo mejor que le puede pasar a una marca, aunque nuestros clientes no tendrán que esperar seis meses para recibir su coche”, ha matizado el máximo directivo del grupo Seat.

En cualquier caso, la situación no es desperada, pues Martorell tiene capacidad de estirar la producción, actualmente hay dos líneas trabajando a tres turnos, y una tercera a turno y medio, que podrían completarse con fines de semana. La intención, con la reestructuración de las líneas de producción, es conseguir que se fabriquen 200.000 unidades de los nuevos Cupra León y Formentor, suficientes para la demanda prevista. De los dos nuevos modelos no hay que preocuparse, pues el Tavascan se fabricará en China y el Terramar en Hungría. Aunque a partir de 2025, se debe abrir hueco en las instalaciones de Barcelona para montar un modelo de Volkswagen y una nueva versión del Cupra Raval.

Tal ritmo de lanzamientos de Cupra, más los de Seat y otras inversiones como los 300 millones del montaje de baterías en Barcelona, hacen que en los próximos años se mantengan los 1.000 millones anuales de inversión en I+D.

Nuevo centro de diseño

Griffits también ha anunciado la creación de una nueva empresa, Cupra Design Strategy, dirigida por Jorge Díaz, que se encargará del diseño de los nuevos modelos. Pero no solo. También tendrá la responsabilidad de definir un diseño definitorio de la marca barcelonesa que se extenderá a sus Cupra Garage y a una línea de marchandising. Para empezar, han firmado un acuerdo con MAN, la marca de joyería de Barcelona, pero también, lámparas, o moda. El centro de diseño estará en la sede del grupo en Martorell.

Un diseño que, como ha reiterado el presidente del grupo, es la seña de identidad de Cupra y el mayor atractivo para los clientes, “No queremos gustar a todos, pero queremos que nuestros clientes vivan la marca y el diseño”. Provocador, inspirador, espectacular son algunos adjetivos que Griffiths ha utilizado para definir el diseño de la marca del Grupo Seat posicionada en un mercado joven “que quiere coches que no se parezcan a los de sus padres y sus abuelos”. Sobre el nuevo centro de diseño recaerá definir qué es Cupra y qué no, ha dicho el presidente.

Una marca que suma a Seat que tiene otro nicho de clientes. “Se complementan. Seat no puede vivir sin Cupra y Cupra no puede vivir sin Seat”, ha señalado el máximo ejecutivo del grupo. Respecto al futuro de los eléctricos en la gama Seat, ha dicho que  “llegarán, pero cuando sean rentables”. Porque, según ha remarcado, de momento “los eléctricos pequeños no son rentables”.

Medio millón de cupras

Griffiths sigue apostando por alcanzar el medio millón de cupras vendidos cada año, aunque no necesariamente en 2026, pero sigue confiando en esa fecha. A su favor, el lanzamiento de los nuevos modelos que darán más volumen a la marca. Respecto a la plantilla de Martorell, el presidente ha aclarado que la incorporación de los nuevos modelos garantiza el mantenimiento de los puestos de trabajo actual, aunque habrá que esperar a ver qué pasa con la electrificación de la gama al completo para cumplir con las exigencias de descarbonización de Bruselas.

El presidente del grupo ha reiterado, como ya hiciese en la presentación de resultados en Barcelona, que es preciso aumentar la rentabilidad del 4,4% sobre ventas a un 5% para poder mantener el ritmo de inversiones para completar las gamas de Cupra y de Seat Pero no solo en nuevos coches, también en la identidad de las marcas. Y en las motorizaciones, tanto la eléctrica, como las de combustión para seguir abasteciendo a Seat.