La Cambra de Comerç de Barcelona ha incorporado a Damm como nuevo socio institucional. La creación de la figura del socio institucional forma parte de la línea estratégica de la Cambra para acercarse a las empresas y hacerlas partícipes de las diferentes iniciativas que está liderando. Con anterioridad, compañías como Ibercaja, Caixa Enginyers o Grant Thornton también dieron este paso.
Con la incorporación de Damm se amplía "la cartera" de grandes empresas socias de la Cambra para impulsar proyectos a favor del tejido empresarial catalán. El presidente de la Cambra, Josep Santacreu, y el director general de Damm, Jorge Villavecchia, han acordado este martes la unión entre la corporación y la empresa en un encuentro institucional. En la reunión también han participadoRamon Agenjo, consejero de Damm, y Roger Guasch, director general de la Cambra.
Desde esta corporación se está promoviendo la llegada de más empresas con la voluntad de tejer una red de socios representativos de los diferentes sectores, según indican en un comunicado.
Damm está presente actualmente en más de 130 países. Fundada en el año 1876, es uno de los principales líderes en el sector de alimentación y bebidas, con presencia en restauración, logística y distribución. Dispone de 17 fábricas en la Península Ibérica y una en el Reino Unido. En 2023 consiguió una facturación de 2.061 millones de euros y suya la plantilla total se situó en 5.765 personas.
Revisión de las previsiones
Por otra parte, la Cambra revisó cuatro décimas al alza con respecto a las previsiones anteriores el crecimiento de la economía catalana del 2024, hasta el 3,4%, y en tres décimas más para este 2025, hasta el 2,7% por una contribución mayor de la inversión prevista. Este es el escenario que el servicio de estudios de la Cambra dibuja para este año, a condición de que Catalunya no sufra los efectos de una probable política arancelaria americana que tenga como objetivo a la Unión Europea. Este es un riesgo que puede repercutir en la economía catalana, más indirectamente que directa, si finalmente se desembocara una guerra arancelaria entre los Estados Unidos y Europa.
La disputa comercial afectaría de forma directa a las exportaciones catalanas, especialmente en los sectores de alimentación y automoción, como también de forma indirecta, ya que parte de las exportaciones catalanas de bienes intermedios en Europa acaban en los EE.UU. Con todo, el impacto directo es moderado, ya que los EE.UU. solo representaron un 3,6% del total de exportaciones catalanas en el 2023, por valor de 3.648 millones de euros. Los productos que se verían más afectados serían maquinaria, aceites esenciales por perfumería, productos farmacéuticos, combustibles y productos químicos orgánicos.
No obstante, en un escenario como este, el dólar previsiblemente se fortalecería y podría favorecer las exportaciones catalanas en los Estados Unidos o que empresas norteamericanas optaran por instalarse en Europa. Actualmente, la inversión de los Estados Unidos en Catalunya tiene un peso relativo del 13,5%, hasta los 473 millones y los sectores con más presencia son los de maquinaria y equipamientos (130 millones) y la alimentación (50 millones).