La planta de Danone de Parets del Vallés, que la empresa láctea ha puesto a la venta ante el inminente cierre de actividad y Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus 157 trabajadores, ya tiene diez potenciales compradores interesados. De ellos, tres ya tienen firmado un acuerdo de confidencialidad, muestra de que las negociaciones están más avanzadas, según cuentan fuentes sindicales a ON ECONOMIA.
Los sindicatos mantienen la huelga de 11 días que debe arrancar este sábado después de una mediación este jueves que no ha roto la "distancia" entre ambas partes por las propuestas de indemnización. Existen, además, "varios trabajadores" que han manifestado su intención de mudarse a Valencia a trabajar en la fábrica de Aldaia, tal y como ofreció la empresa.
La venta de la planta es una de las claves para los trabajadores, ya que una reindustrialización ayudaría a mantener todos o al menos algunos de los puestos de trabajo, como sucedió en la planta de Salas, en Asturias, que después de cerrar en 2022 fue vendida a la empresa holandesa de lácteos Royal A-Ware, que abrirá en 2025 y dará empleo a 82 trabajadores, tres más de los que lo hacían en Danone. El modelo de Royal A-Ware es el preferido por los trabajadores y por la empresa, que ha contratado a LHH para la búsqueda de compradores que, por ahora, ya ha dado con 10 candidatos. Las fuentes consultadas desconocen los sectores de las empresas interesadas, pero prefieren un sector parecido en la nave con tal de mantener los puestos de trabajo. "Una nave logística seguramente no daría trabajo a todos los empleados", comentan otras fuentes. Tanto la Generalitat como el ministerio de Industria se han comprometido a cooperar en la reindustrialización de la planta y en mantener los puestos de trabajo.
En Parets, Danone fabrica Oikos, Alpro y VItalínea, que pasarán a producirse en las otras plantas de lácteos aún activas de la empresa. Danone pretende trasladar el 90% de su producción a otras plantas. Danone ofreció que hasta 40 trabajadores puedan trasladarse a Valencia y algunos ya han mostrado su predisposición a hacerlo.
Huelga por las indemnizaciones
Aunque la empresa ha mejorado su oferta de indemnización con relación a la anterior, que era de 33 días por año trabajado con un máximo de 18 y prejubilaciones a partir de los 58 y los trabajadores tildaron de "ridícula" hasta el punto precipitar la convocatoria de huelga, sigue lejos de las pretensiones de los sindicatos. Las fuentes prefieren ahora no dar a conocer las cifras en las que se mueven. El pulso arrancó el pasado 12 de enero, cuando la empresa francesa de origen catalán anunció que cerraría una planta abierta hace 43 años y que era una de las tres que quedaban en funcionamiento en España, junto a la de Tres Cantos, en Madrid, y la de Aldaia, en Valencia. Se trata del tercer cierre en 10 años, el cierre debe completarse a finales de año o principios de 2025, por lo que la huelga afecta ahora mismo a su productividad.
La producción de la fábrica será absorbida en gran parte por las dos plantas de Danone aún en activo en España. Aunque entre las razones esgrimidas por la empresa está la caída de ventas, el cierre se enmarca en una deslocalización de la producción iniciada hace años y bautizada como Local First, que reduce las plantas de producción y concentra la actividad.
La disconformidad con el cierre de la planta y con las condiciones propuestas por la empresa llevó a los trabajadores a concentrarse y manifestarse a yogurazos contra la sede de Danone en Barcelona, en la sede Buenos Aires. Allí amenazaron de una huelga que, no satisfechas sus necesidades, arranca este sábado y puede alargarse durante 11 días, si bien el lunes se retoma la mediación entre trabajadores y empresa.
Mientras duraba la negociación y ya con el ERE abierto, Danone anunció unos resultados con una caída de beneficios de un 8%, hasta los 881 millones, pero manteniendo las ventas en 27.619 millones de facturación. "2023 fue un año de progresos constantes y sólidos resultados en relación con nuestro programa 'Renovar Danone'", dijo el consejero delegado de Danone, Antoine de Saint-Affrique, mientras los trabajadores de Parets viven días de incertidumbre.