Danone, que en España ha anunciado el cierre de una de sus mayores plantas este 2024, ganó el año pasado 959 millones de euros, un 8,1% menos que en 2022, por la depreciación de sus activos en Rusia, que fueron transferidos y abandonados por el grupo francés de lácteos y agua. En un comunicado publicado este jueves, la firma explica que en 2023 tuvo que encajar en sus resultados 1.438 millones de euros de elementos no recurrentes y cargas operativas, que incluían en particular la desconsolidación de su filial rusa EDP, que representaba alrededor del 5% de su facturación.

También tuvo que anotar una depreciación por la venta de sus actividades de productos lácteos biológicos en Estados Unidos. Si se hace abstracción de estos elementos no recurrentes, el resultado hubiera crecido un 3,1%, hasta 3.377 millones de euros y el margen operativo hubiera subido cuatro décimas, al 12,6%, recoge EFE.

Sin embargo, la facturación en cifras brutas disminuyó un 0,2%, hasta los 27.661 millones de euros, aunque en comparables progresó un 7%. Esa diferencia se debe tanto al impacto negativo de las variaciones de tipo de cambio (-4,3%) como al efecto también negativo de los cambios en el perímetro de la empresa (-4,3% por las cesiones netas de activos).

Por el contrario, el aumento de los precios de los productos de Danone fue del 7,4%. Como consecuencia del recorte del resultado neto, el beneficio por acción también se redujo en un 8% a 1,36 euros por acción.

Pese a todo, el consejo de administración propondrá a la junta que está convocada el próximo 25 de abril el pago de un dividendo de 2,10 euros por acción a cuenta de 2023, lo que significa un 5% más que el pasado año y volver al nivel récord que se había alcanzado en 2019.

Por lo que se refiere a las perspectivas, Danone espera incrementar este año su facturación entre un 3% y un 5% en datos comparables, y también una mejora "moderada" del margen operativo corriente.