El mexicano David Martínez, que es segundo mayor inversor del Banc Sabadell tras BlackRock, estaría a favor de la 'opa hostil' lanzada por el BBVA la semana pasada, según publica este viernes Bloomberg. Hay que recordar que el presidente del banco vasco, Carlos Torres, ya adelantó que había mantenido contactos con accionistas relevantes de la entidad y estaban interesados en la oferta, por lo que el misterio quedaría resuelto.

Esta afirmación por parte de Torres, hizo el Sabadell incluso denunciara al BBVA ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por vulnerar la ley de opas. En concreto, por dar más información a los analistas y periodistas que en el folleto donde anunció la opa. El banco que preside Josep Oliu indica que esta información no está incorporada al anuncio, de manera que “vulnera” el artículo 32.1 del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio.

El apoyo de Martínez a la oferta de BBVA es clave porque podría arrastrar a más accionistas a que den su visto bueno, según Bloomberg. No obstante, el consejo de administración del Sabadell (al que pertenece) rechazó la fusión que el BBVA planteó al banco catalán (antes de lanzar una opa hostil) por "infravalorar significativamente el proyecto del Banc Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente". De manera que la mayor parte del consejo, estaría en contra.

Martínez, que es miembro del consejo de administración del Sabadell, posee el 3,495% del capital social del banco, algo menos que el fondo inversor estadounidense BlackRock, que controla otro 3,657%. El multimillonario mexicano es, por tanto, el primer accionista individual del Sabadell y es consejero desde hace una década, motivo por el que tiene mucho que decir en este conflicto bancario.

David Martínez Guzmán (Monterrey, 1957) aterrizó en el banco de Josep Oliu en septiembre de 2013, en compañía del financiero colombiano –pero residente en Miami- Jaime Gilinski, cuando suscribieron una ampliación de capital de 600 millones de euros. El colombiano se marchó tres años después, pero el mexicano se quedó y, en estos momentos, es una de las piezas clave de la partida.

Hasta ahora, Martínez Guzmán casi había pasado desapercibido para la prensa española, aunque no ha podido evitar algunos titulares. Por ejemplo, a finales de 2021, la Comisión Nacional del Mercado de Valores lo multó con 300.000 euros por "incumplir con el deber de información" de su participación en el Sabadell. En realidad, esta sanción no deja de ser una anécdota sin relevancia.

En cambio, la prensa norteamericana, así como las autoridades de este país, han prestado mucha más atención al mexicano desde que compró deuda soberana de Venezuela. No es que sea un amigo de Nicolás Maduro, sino que vio una oportunidad en la reestructuración de la deuda estatal venezolana, con bonos basura, de la misma forma que anteriormente se hizo de oro con la deuda de Argentina a partir de la década de los noventa. Precisamente, este es el origen de su fortuna.

Se sabe que vive a caballo entre Londres y Nueva York y que viaja a menudo a Buenos Aires. Posee un lujoso dúplex en el ático del Time Warner Center, un rascacielos de Manhattan, por el que pagó 42 millones de dólares en 2003. Tiene una importante colección de arte de la que se ha dicho que incluye –si bien él lo niega a través de sus abogados– un Jackson Pollock de 140 millones de dólares. No concede entrevistas y esta recalcitrante discreción aumenta su aura de misterio.