Demetrio Carceller Arce, presidente de Damm, aseguró este jueves que “nunca tuve presiones de ningún tipo” sobre la decisión de mantener la razón social de esta compañía cervecera en Catalunya.
En un coloquio en el Círculo Ecuestre, Carceller añadió que “no movimos la razón social de Damm porque es el ADN de la compañía. Era una decisión del consejo de administración, pero que en el fondo toda la empresa lo compartía”.
Al ser preguntado por la competencia entre Barcelona y Madrid, Carceller afirmó que la capital catalana “podría haber hecho mucho más de lo que ha hecho”, pero que “elegiría Barcelona para vivir porque su calidad de vida es superior” pese a residir en Madrid.
Repasando su pasado empresarial, Carceller confesó que, en su juventud, “quería ser presidente del Banco Comercial Transatlántico, como mi padre y mi abuelo”, pero añadió que “mi padre sí era banquero, yo hubiese sido un desastre, porque a mí lo que me gusta es crear empresas, transformarlas y desarrollarlas”.
Respecto a la toma de decisiones, subrayó la importancia de contar con personas que se atrevan a decidir, aunque se equivoquen. “No me gusta el ejecutivo que no toma decisiones por miedo a equivocarse. El que te hace más daño es el que no decide y paraliza los procesos. Hay muy poca valentía en las empresas, más bien en los consejos", afirmó, añadiendo que su modelo de captación busca a personas con decisión y coraje.
Durante el coloquio moderado por el periodista y abogado Fernando Fernández-Deu, Carceller puso especial énfasis en la transformación digital y la integración de la inteligencia artificial (IA) en las empresas. "La IA es un nuevo idioma que tendremos que aprender a hablar", indicó, señalando que, si bien aún no es capaz de ser creativa, tiene un gran potencial para mejorar la eficiencia en las tareas basadas en datos. Sin embargo, el empresario advirtió sobre los trabajos que podrían quedar obsoletos debido a estos avances tecnológicos y ha resaltado la importancia de fomentar la creatividad y la toma de decisiones valientes en el entorno empresarial.
Como presidente ejecutivo de Damm, Carceller también habló sobre los retos del sector energético, aludiendo a su experiencia al frente de Disa, una de las principales compañías energéticas de España. El empresario subrayó que el mercado de la energía es un mercado financiero en constante evolución, donde la demanda de energía sigue creciendo, especialmente en continentes en desarrollo. "La energía, cuanto más limpia mejor, pero siempre debe ser abundante y barata", concluyó.
Damm alcanzó en 2023 una facturación de 2.061 millones de euros, un 10% más que en el ejercicio anterior, y un Ebitda de 300 millones de euros, un 24,6% más. La compañía consigue así, dos años antes de lo previsto, el objetivo de facturación fijado en el plan estratégico 2022-2025. El beneficio neto se situó en 130 millones de euros, un 28,2% más que en el ejercicio anterior.