Puig Brands cumple un mes en el IBEX 35 sin pena ni gloria. Al cierre del mercado bursátil de esta semana, las acciones del grupo de perfumería y cosmética cotizaban a 25,01 euros, levemente por encima de los 24,5 euros de su salida a bolsa el pasado 3 de mayo en el mercado continuo y por debajo de los 26,80 euros a los que cerró en su primer día en el IBEX, el pasado 22 de julio. Atendiéndose a la referencia de los 24,50 euros, su saldo es positivo con un exiguo 2%, pero respecto al estreno en el selectivo español, cae un 4,76%. En definitiva, la cotización de la compañía -aún bajo el control mayoritario de la familia Puig, con una participación cercana al 71%- sigue sin despegar, pese al potencial alcista que le otorgan los analistas del mercado de capitales.

Las acciones de Puig han topado con una volatilidad bursátil extrema en las primeras semanas del mes de agosto, a raíz de la oleada de ventas que se produjo por un temor a la recesión en Estados Unidos, un fenómeno que acabó contagiando a los mercados asiáticos y a la estrepitosa caída de la Bolsa de Japón. El vaivén de las bolsas le arrastró, como a la mayor parte de los valores del mercado español, llegando a marcar un mínimo en los 22,82 euros el pasado 12 de agosto. Desde entonces, de hecho, la compañía internacional de marcas como Carolina Herrera ha recuperado posiciones. 

Negocio y dividendos

Respaldan al valor las predicciones de los analistas que mantienen la confianza en una compañía cuyo valor de capitalización sigue en torno a los 14.000/15.000 millones de euros, entre las 15 primeras del IBEX 35. "Puig es una inversión no especulativa con poco riesgo y con futuros dividendos y futuros planes de expansión", circunstancias por las cuales el mercado le da proyección al alza, expone Jaume Bonet, consultor financiero y profesor de EADA, en declaraciones a ON ECONOMIA. Las previsiones de crecimiento del negocio, que en 2023 registró un récord de ventas de 4.304 millonesun 19% más que en 2022, y elevó el beneficio neto hasta 465 millones, el control de la gestión en manos de la familia fundadora y accionista mayoritario y su estrategia de expansión son aspectos que avalan la trayectoria del grupo, consideran los expertos. 

De ahí que los analistas le estén otorgando un potencial alcista cercano o superior al 20%. Entre ellos, Goldman Sachs que lanzó sus recomendaciones de compra y JP Morgan que fijó el precio objetivo de las acciones en 32 euros. 

Además, en el medio plazo, los inversores atisban la política de dividendos a que se comprometió la compañía en su debut bursátil. En el folleto de la Oferta Pública de Venta (opv) que la compañía presentó a la Comision Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo Puig señaló que no ha aprobado ninguna política de dividendos, aunque anotaba la intención de distribuir dividendos en efectivo en un futuro próximo "de manera prudente", el primero de ellos posterior a su oferta en 2025 y con cargo a los resultados de 2024. De aplicarla, prevé mantener un 'pay out' (ratio de dividendo sobre beneficio atribuible) de aproximadamente el 40%, en línea con su historial en dividendos -como compañía familiar-, no afectando a sus objetivos de continuar haciendo crecer su negocio y ejecutando su plan de negocios.

La crisis del lujo, ¿un riesgo?

No obstante, en el medio plazo, la sombra de la desaceleración en el sector del lujo a nivel mundial plana sobre el negocio de las empresas de fragancias y cosmética. En lo que llevamos de 2024, las empresas del sector han registrado descensos en el negocio -que se han reflejado en la cotización en aquellas que son cotizadas- a causa de la lenta recuperación económica del consumo en Asia, especialmente en China, uno de los mercados que más demanda acapara de productos de cosmética.

Las principales acciones del sector del lujo europeas han mostrado una desaceleración en su crecimiento en sus resultados del primer trimestre. Hermes, Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH) o Kering (antes PPP, por Pinault-Printemps-Redoute) conocido por ser dueño de Gucci, han tropezado con el nivel de ventas. Además, la norteamericana Coty ha presentado esta semana los resultados de su ejercicio fiscal 2023, cerrado a 30 de junio de 2024, en los que declara que ha entrado en pérdidas y estancó las ventas en el cuarto trimestre del ejercicio. La pérdida neta fue de 96,9 millones de dólares, frente a los 32,9 millones de dólares ganados en el ejercicio precedente.

Las oficinas de Puig en Rockefeller Plaza, de Nueva York (Estados Unidos). Foto: Grupo Puig

A Puig le va bien en China, y en EE.UU.

Y queda por ver si ello afectará a Puig, puesto que las marcas de la compañía tienen un buen desempeño en Asia. En concreto, en 2023, el grupo acaparó en la zona el 10% de sus ventas globales (4.304 millones) con un incremento del 26% respecto al año anterior. Este resultado positivo fue consecuencia, según la firma, de "la inversión estratégica en regiones con un gran potencial de crecimiento para las marcas de la compañía y de una fuerte presencia en el continente, entre otros en China e India". China, el mercado líder en Asia en términos de ventas y una de las prioridades para Puig, registró un crecimiento del 27% en 2023 gracias a la popularidad de Charlotte Tilbury, la principal marca de Puig en la región, y de Byredo, la marca Niche con el mayor crecimiento en el área. 

La bajada de los tipos de interés por parte de la Fed puede incentivar el consumo en Estados Unidos, el mayor mercado de belleza del mundo del que también dependen las marcas de lujo internacionales, que han visto como las ventas caían -aunque menos que en Asia- en los últimos meses. En el caso de Puig, Estados Unidos es el país número uno en términos de ventas netas. En 2023, Good Girl, de Carolina Herrera, alcanzó el número dos en ventas de fragancias femeninas en EE.UU., según las estimaciones de Puig. Además, Charlotte Tilbury -la marca que Puig compró en 2020, en una operación de 850 millones de euros- cosechó "un éxito continuo" y se situó en el número cinco del mercado de maquillaje con una distribución muy limitada. A principios de 2024, Puig también inauguró sus nuevas oficinas en EE. UU., en el icónico Rockefeller Center de Nueva York. De este modo, ha reforzado la actividad y la presencia de la empresa en la región.

La compañía no desglosa su negocio por países, pero sí por regiones, de manera que los últimos datos de 2023 determinan que en América, se concentró el 36% de las ventas, con un crecimiento del 18% sobre 2022, impulsado principalmente por EE. UU., Brasil y México.