Carlos Torres y Josep Oliu no llegaron a reunirse formalmente para retomar los planes de fusión que abandonaron en 2020, según ha podido saber ON ECONOMIA tras hablar con varias fuentes del sector. El banco catalán, de hecho, trata de dejarlo claro en cada comunicado enviado al mercado en los últimos días. El presidente del BBVA pidió un encuentro formal al del Sabadell, que le emplazó a hacerlo después de que ambos bancos presentaran los resultados del primer trimestre. La entidad catalana lo hizo el 25 de abril y la vasca, el día 29 del mismo mes.
El BBVA ya había preparado una oferta para comprar el Sabadell a mediados de abril, que contó con el respaldo de su consejo de administración. Y siguiendo los planes, esperaba a que el Sabadell publicara sus cuentas para presentársela, pero tuvo que hacerlo precipitadamente, solo un día después (el 30 de abril) y sin reunión.
La comunicación cayó por sorpresa en el Sabadell, que aseguró en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había recibido la propuesta de fusión del BBVA “a las 13.43 horas” del día 30. Se trata de un matiz importante para el banco, que lo vuelve a destacar en otro comunicado enviado ayer miércoles al mercado, donde indica que la oferta se recibió “sin mediar contacto o intercambio previo entre las partes”. El banco tuvo que contratar apresuradamente un banco de inversión y un asesor para estudiar la propuesta.
Fuentes cercanas al banco que hace esta oferta consideran que sí hubo contactos en abril entre Torres y Oliu, porque el primero le propone al segundo un encuentro con el objetivo de retomar la fusión fallida hace cuatro años. La contrariedad surge porque el presidente no lo comunicó a su consejo.
Por su parte, fuentes cercanas al banco que recibe la oferta defienden que, sin oferta, no podía haber negociaciones. Y recuerdan que solo unas horas antes de que el BBVA ofertara al Sabadell, la noticia saltó en un medio británico, Sky News, donde se indicó que el banco de origen vasco tenía “interés” en comprarlo, pero no que estuvieran estudiándolo ambos bancos. Esa noticia, por cierto, es la que precipita todo. La CNMV pregunta al BBVA y el banco se ve “obligado” a lanzar la oferta a Sabadell de inmediato. Y al día siguiente, a dar a conocer en detalle las condiciones financieras.
Un precio fijado en abril
Carlos Torres hace oficial su oferta al Sabadell el día 29 y el banco que preside Josep Oliu no contesta hasta seis días después, el lunes 6 de mayo al cierre del mercado, donde rechaza la operación porque se ve fuerte para crecer en solitario. Pero la tarde anterior, la del domingo, el presidente del BBVA le envía una carta a su rival para comunicarle (o advertirle, según quien cuente esta historia) que si no aceptaba la oferta, se acabó, porque no había margen de mejora. Justifica que la acción de BBVA se había resentido bastante en esos días (el banco perdió 6.000 millones en bolsa) y si mejoraba esta propuesta podría seguir perdiendo valor.
Y en esta carta, que el Sabadell ha decidido publicar de manera textual en la CNMV, Torres habla de un precio ya fijado a mediados del mes pasado. En concreto, señala que la ecuación de canje propuesta por el BBVA para comprarle (a 2,26 euros por acción) supone una “importante prima” del 30% frente a los precios del día 29 de abril. “Y del 48% frente a los precios prevalentes cuando la consideró nuestro consejo, a mediados de abril”.
Se trata de un dato importante para el banco comprador, que quiere resaltar así que la operación ya estaba en marcha y el Sabadell era conocedora de ella. Aunque el banco que recibe esta propuesta entiende que si ellos aluden a ese precio es porque ya tenían una oferta estudiada, pero en secreto, porque Oliu no la tenía encima de la mesa. “Se entiende que BBVA hace la oferta cuando la comunica”, señalan fuentes cercanas a la entidad.
Los resultados lo cambiaron todo. En ambos casos han sido muy buenos, pero los inversores premiaron especialmente los del Sabadell con una subida en bolsa del 12% en las dos jornadas posteriores a conocerse sus beneficios, y también con un alza de casi el 9% después de que BBVA presentara su propuesta de fusión. Lo que provocó que esa prima que ofrecía el banco comprador ya no fuera tan generosa.
Pese a ello, la acción de Sabadell —que este miércoles cerró en 1,881 euros— aún está lejos del precio que le ofrecía el BBVA, que eran 2,26 euros. Por ello, el BBVA sigue pensando que la oferta es buena y atractiva. Aunque el Sabadell ya dejó claro en el comunicado donde la rechazó que, no le “satisface” porque “infravalora significativamente” el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente. Una carta en la que incide, en que esta propuesta fue “no solicitada, indicativa y condicional”. Tratando una vez más de señalar que no había contactos previos.
Torres vuelve de México y González-Bueno se va a Londres
Carlos Torres recibió la respuesta del Sabadell en México, el país que más le aporta a sus resultados. Entre enero y marzo, el 56% del beneficio total. Con Turquía, supera el 60%. Y este es uno de los motivos por los que el banco necesitaría crecer en España y contrarrestar el peso que tienen estos países en su balance.
El banco celebra anualmente una reunión nacional de consejeros regionales y este 2024 se han celebrado esta semana, entre el lunes y el martes. Fuentes financieras señalan que, a su vuelta este jueves, habrá consejo del BBVA para analizar la situación y valorar la posibilidad de dar un paso al frente, pero desde el banco no lo confirman.
Por su parte, el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, se ha marchado a Londres junto al director financiero, Leopoldo Alvear, de roadshow. Normalmente, el equipo del Sabadell empieza su gira después de los resultados y preveían viajar la semana pasada, pero se canceló por la oferta de BBVA. Una vez contestada y declinada, los banqueros la han retomado. Durante esta semana presentarán a los accionistas las previsiones del banco, que se revisaron al alza en los últimos resultados. Podrían también celebrar este encuentro en Frankfurt.