La farmacéutica Grifols ha comunicado la dimisión de su presidente ejecutivo, Steven F. Mayer, que fue nombrado hace cinco meses para acelerar la ejecución del plan estratégico de la compañía, con el objetivo, entre otros propósitos, de reducir los niveles de endeudamiento del grupo y recuperar la confianza de los inversores de la compañía cotizada. El grupo ha comunicado que Mayer, que fue nombrado el 30 de septiembre de 2022, ha decidido dimitir por motivos de salud y otros motivos personales. Para el cargo, Grifols ha designado a Thomas Glanzmann, vicepresidente de la compañía desde 2017 y consejero de la misma desde 2006. El consejo de administración ha aprobado también que Raimon Grífols Roura ocupe la vicepresidencia en lugar de Glanzmann, responsabilidad que combinará con sus actuales funciones como consejero delegado solidario.

La salida de Steven F. Mayer se produce una semana después que la farmacéutica diera a conocer un plan de ahorro de 400 millones de euros anuales, que conllevará el despido de hasta 2.300 empleados, lanzando un mensaje de tranquilidad al mercado de capitales.  La multinacional catalana de hemoderivados ha comunicado que la gran mayoría de trabajadores que saldrán de la empresa se encuentran en Estados Unidos, mientras que en España se verán afectados un centenar de empleados. En un comunicado, Mayer ha expuesto que la labor que ha llevado a cabo en los últimos meses, con la puesta en marcha de un plan de mejoras operativas y otros aspectos organizativos, “tendrá un efecto positivo importante en la compañía y en sus pacientes, donantes, equipo humano y otros grupos de interés”. 

Thomas Glanzmann, nuevo presidente ejecutivo de Grifols | GRIFOLS

En un comunicado, la compañía ha informado que la elección de Glanzmann "refuerza este compromiso de continuar ejecutando la estrategia de largo plazo de la compañía, creando valor para los accionistas, contribuyendo a reducir los niveles de deuda y optimizando la generación de caja". En este sentido, ha concretado que en los últimos meses ha iniciado un plan integral de mejoras operativas para impulsar la eficiencia organizativa, mejorar la estructura financiera y preparar a la compañía para crecer a largo plazo. Con el nombramiento de Glanzmann, la dirección de Grifols espera “asegurar el crecimiento futuro” con la contribución de su “experiencia internacional y ejecutiva, además de un amplio conocimiento de la industria del plasma y de la compañía”.

Los cambios ejecutivos se han llevado a cabo el mismo día en qué la farmacéutica catalana ha cerrado un acuerdo con un grupo de donantes del estado norteamericano de Illinois que presentaron una demanda colectiva contra la compañía, a los que pagará 16,75 millones de dólares (15,7 millones de euros). La empresa catalana ha llegado a un pacto para que retiren la demanda colectiva por una presunta vulneración de su privacidad.

La fecha también está próxima a la presentación de los resultados anuales de la farmacéutica prevista para el martes 28 de febrero. Los analistas apuntan que el negocio y los beneficios de la compañía habrá mejorado sustancialmente. Cabe recordar que la cotización de Grifols cayó a finales de noviembre pasado a mínimos de la última década, en la cota de los 8 euros. Un descenso del que se ha recuperado, en parte, hasta los 14,35 euros del cierre de la sesión bursátil de ayer, y antes del anuncio del cambio en la dirección del grupo, aunque quedan lejos de los 31 euros de máximos marcados al inicio de 2020.

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