Iberdrola y su apuesta por la sostenibilidad van viento en popa, la empresa sale en todas las fotos como ejemplo de apuesta contra el cambio climático sin que afloje el negocio, sino al contrario. Pero no es oro todo lo que reluce en la segunda compañía eléctrica del mundo. Decenas de trabajadores, liderados por los sindicatos mayoritarios Comisiones Obreras y UGT, escogieron para expresarlo la tradicional copa de navidad de este miércoles. No entienden que, entre los 3.640 millones de beneficios que firmó la compañía en los primeros nueve meses del año y con el IPC disparado, la empresa no haya echado mano de una parte para mejorar unos sueldos que están congelados desde hace dos años pese a la inflación.
"Todo en la empresa está bien, menos los trabajadores", cuentan fuentes sindicales, que apuntan a que por ahora se tienen que conformar con un exiguo complemento salarial por objetivos del 0,7% en función de los objetivos de la empresa. "Nosotros cumplimos los objetivos con creces y hacemos que la compañía los supere, con un 17% más de beneficios, pero la empresa no quiere compartir sus beneficios con los trabajadores", relatan las mismas fuentes, que califican como "éxito" la concentración en la puerta de la sede de la energética. ¿Existe amenaza de huelga? "Lo tenemos que ver, es un tema que ha salido en las reuniones sindicales", cuentan estas fuentes.
Aunque Iberdrola está entre las empresas del IBEX que mejor pagan a sus empleados con un sueldo medio de unos 83.000 euros, "esto no es real, porque aquí se incluyen los altos salarios de los directivos", apuntan fuentes sindicales. Un oficial sin estudios universitarios, cuando entra en la empresa, gana 17.200 euros y alcanza como máximo 31.000, mientras que un licenciado técnico cobra 29.000 euros de entrada y un máximo de 52.000. El nuevo convenio, de 2021, estipuló además una bajada del 10% para los oficiales recién contratados. Y la inflación que llegó al 8% en 2022 y que se sitúa ahora en un promedio de un 3% no ha llevado, como sí ha sucedido en muchas otras empresas, a una subida que compense la pérdida de poder adquisitivo.
Detrás de esta situación, denuncian fuentes sindicales, están no solo la negativa de la empresa, sino también la de los "sindicatos amarillos" firmantes, tal y como se conoce a los sindicatos controlados por los empleadores y que, según CC.OO, bloquean avances en la energética. "La empresa dice que aquí no existe el café para todos y lo resuelve todo con negociaciones individuales", comentan las mismas fuentes, mientras la energética, preguntada por ON ECONOMIA, se abstiene por el momento de hacer comentarios.
"Si nos comparamos con otras empresas del sector, la mayoría están mejor que nosotros, con revisiones salariales del 2 o del 3%", denuncian los trabajadores, que perciben "un profundo malestar" entre la plantilla. "En las encuestas internas de ambiente laboral, todo sale mal, es un desastre, y la empresa no quiere negociar", apuntan.
El gran negocio de la descarbonización
En las últimas semanas, Iberdrola ha paseado por el mundo con orgullo su apuesta por la descarbonización, especialmente en la cumbre de la COP-28, donde anunciaron una inversión de 15.000 millones de euros en eólica marina de la mano de la energética del Emirato de Abu Dhabi Masdar, presidida por Sultán Al Jaber, ministro de Industria de Emiratos y presidente de la COP28. Poco importó que días antes Al Jaber hubiera sido muy polémico al cuestionar la base científica del fin de los combustibles fósiles, al final la cumbre fue un éxito porque se atrevió a prometer un futuro sin gasolina, gas y carbón.
Las empresas españolas, con una apuesta firme en descarbonización, esperan sacar rédito económico de esta carbonización, pues tanto el sol y viento de España como la experiencia en eólica y fotovoltaica ubican a las compañías en mejores condiciones que en una competición por el petróleo, que España no tiene. Entre todas, Iberdrola es una de las mejores posicionadas, con 43.000 MW de capacidad verde instalada en todo el mundo, la mitad en España y la otra mitad repartida entre Estados Unidos (8.721 MW), Brasil (3.933), México y Reino Unido. Además, Iberdrola es puntera en energía eólica marina con parques en Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y, en desarrollo, en Brasil, Irlanda y Francia, entre otros países. Esta modalidad aún está por inaugurarse en España, a la espera de que se aprueben las normas para una subasta a la que acudirá con dilatada experiencia. Con todo, Iberdrola aún es la tercera empresa con más emisiones de CO2 declaradas del IBEX, al concentrar un 7% del total.
Unos días antes de la COP-28, la revista Time eligió a Galán como uno de los líderes más influyentes del mundo en la lucha contra el cambio climático. El año cierra por todo lo alto después de unos beneficios incrementados en un 17% hasta los 3.600 millones de euros en los primeros nueve meses (se espera que el año se cierre en unos 4.600), y una facturación de 37.193 millones. Pero en esta fiesta del negocio y la sostenibilidad, los trabajadores están decepcionados por no recibir su parte del pastel.