El BBVA celebró este viernes en Bilbao su junta general de accionistas de 2025, un encuentro que estuvo protagonizado por la opa al Banc Sabadell. La operación, que se puso en marcha hace ya diez meses, está cerca de resolverse, pero nadie sabe con certeza si saldrá adelante o no. Y estas dudas, se la hicieron saber los trabajadores, clientes e inversores al presidente, Carlos Torres, quien recibió un aluvión de preguntas sobre la posible fusión y en general, sobre futuro de la entidad.  

En la junta, la participación alcanzó máximos históricos, el quorum fue del 72,9% frente al 71,04% del año pasado, o el 70,75% que obtuvo en junio, cuando los accionistas respaldaron la ampliación de capital que el BBVA necesita para comprar el Sabadell. Pero de eso han pasado ya muchos meses y las bondades de la operación ya no son las mismas.

Así lo manifestaron desde la Asociación UNITER, creada por antiguos empleados del BBVA, quienes resaltaron que, “en teoría la opa del Sabadell era una operación de libro” porque sirve al banco para depender menos de mercados emergentes como México y Turquía, y complementar el negocio en España por la especial cuota de mercado que el Sabadell tiene en pymes, además de la posibilidad de reducir costes y ganar escala.

Pero a la práctica no la han llevado a cabo de manera adecuada, ni se aseguraron el apoyo del gobierno a la operación, ni negociaron con la contraparte con tiempo, calma y generosidad”, reprochaban. En este sentido, recordaban que Isidre Fainé, máximo accionista de CaixaBank, estuvo un año negociando la absorción de Bankia. “El resultado es que la operación está empantanada y tanto la CNMC como el gobierno pueden poner condiciones que hagan imposible continuar con la misma”.

En este sentido, los de UNITER aseguraban que, aunque se llegue al periodo de canje, “no parece que la opa vaya a triunfar” salvo una fuerte subida del precio, pero si eso ocurre va en contra del accionista del BBVA. “Tendrían que explicar muy bien por qué se desdicen de todo lo que han declarado antes”, agregaban.

Desde ACD, CCOO, CGT, UGT, SEC, CIGA y ELA, los sindicatos del banco, mostraron su preocupación por el impacto en el empleo que pueda tener la opa. “¿Qué ocurrirá si la operación no sale adelante y qué pasará con la plantilla si sí sale adelante?”, preguntaban al presidente. “Es fundamental que el banco aclare cómo se gestionarán las salidas para que no haya errores como los del pasado, queremos un plan de salidas claro”, reprochaban. También se pedía que no hubiera despidos y solo salidas voluntarias si finalmente integran a la plantilla del Sabadell.

En otras intervenciones, también se le preguntó a Carlos Torres sobre el escenario de opa sin fusión, que cada vez parece más probable. También por los plazos de la opa, por los planes que tiene el banco en Reino Unido, si la opa prospera. Y cómo prevé crecer en el negocio de pymes en España, si fracasa.

Torres reconoce que la opa “suscita mucho interés”

El presidente del BBVA, reconocía que la integración con Sabadell “suscita mucho interés”, pero no daba mucha más información sobre la operación de la que ya se sabe. Sobre futuros despidos, aseguraba que el banco está comprometido con los trabajadores y cualquier media que se tome, será adoptada “con criterios de profesionalidad y méritos”.

En cuanto a los plazos, recordaba que está en manos de las autoridades y confían “en una pronta resolución”. Respecto a la operación, defendía que sigue siendo atractiva aún con escenario de no fusión, porque la mayoría de las sinergias son de gastos tecnológicos y no de costes.

Y sobre el precio de la oferta, aseguraba que es “extraordinariamente atractiva” y los accionistas del Sabadell pasarán a ser dueños “de un banco mejor, con escala y sinergias”, aunque evitaba confirmar si mejorará la oferta.