Los negocios inmobiliarios de la familia Sanahuja, copropietarios del centro comercial L'Illa Diagonal a través de la sociedad Indicesa y junto con la aseguradora AXA, se ven amenazados, de nuevo, por las deudas. La sociedad Vila de Barcelona, dueña del también centro comercial Màgic Badalona, en la ciudad de Badalona (Barcelona), ha presentado suspensión de pagos, con un pasivo de 50 millones de euros.

La compañía ha declarado un activo de 65 millones, que corresponde casi por completo al valor asignado al inmueble y deudas de hasta 50 millones, 48 ​​de ellos vinculados a créditos facilitados por entidades bancarias para financiar la construcción del centro comercial, según la información avanzada por el digital Metrópoli. El proceso concursal está en manos del juzgado de lo mercantil, número 7, de Barcelona.

A tenor de la situación financiera, las deudas tendrían su origen en la construcción y gestión del recinto de Badalona, que se inauguró en 2008, en pleno estallido de la crisis inmobiliaria. El centro comercial, edificado junto al pabellón del club de baloncesto Joventut, cuenta con un área comercial, así como con un multicine, un gimnasio, pistas de baloncesto y aparcamientos. El club deportivo llegó a ostentar un 25% del capital de Vila de Barcelona. El club de baloncesto Joventut pasó también por un concurso de acreedores en 2010 al tener acumulada una deuda de 10 millones de euros. 

Para levantar el complejo comercial, la familia Sanahuja operó a través de la constructora Sacresa que, junto al club, invirtieron un total de 110 millones de euros, para desarrollar un espacio comercial de 15.000 metros cuadrados, sobre una superficie total de 48.569 m². En su apertura también disponía de 13 salas de cines, una sala de karting, un gimnasio con una piscina de 25 metros, una bolera, un bingo y restaurantes; además de las tiendas comerciales.

Fuentes del Ayuntamiento de Badalona, que lidera el popular Xavier García Albiol, confirmaron a Efe que la situación de insolvencia que atraviesa la compañía "no afecta a la apertura ni al funcionamiento del centro comercial". 

La participación de los dueños del centro comercial L'Illa Diagonal -conocido como la 'supermanzana' de Barcelona- es una muestra de la estrategia empresarial de los Sanahuja que han aspirado a formar parte de las constructoras que han liderado la transformación de la ciudad de Barcelona, y su área de influencia. Han sido propietarios de una participación del Hotel Vela -que vendieron a la familia Godia-; del proyecto comercial y de viviendas residenciales de Finestrelles, en Esplugues de Llobregat; y de la transformación de la plaza de toros Las Arenas en un centro comercial, entre otros. Recientemente, Sacresa firmó un acuerdo de financiación con Banco Santander para construir Tower One, un edificio residencial de 25 plantas en el sector de Finestrelles, con un coste superior a los 60 millones de euros. Se trata de un proyecto llaves en mano para Aparto, del grupo Hines. 

Un tropiezo más en las finanzas de los Sanahuja

Los administradores de Vila de Barcelona son RománJuan Manuel y Javier Sanahuja Escofet, hijos del octogenario patriarca Román Sanahuja Pons, un empresario de Mollerussa (Lleida) vinculado al sector inmobiliario por los negocios de su padre Romà Sanahuja Bosch desde mediados del siglo pasado y que hizo fortuna, entre otros proyectos, con el desarrollismo de las viviendas del Turó de la Peira, en Barcelona, en la década de los sesenta. Padre e hijo constituyeron una de las principales constructoras de Catalunya, Sacresa.

El grupo protagonizó también una de las más grandes suspensiones de pagos del sector, en 2010, con un endeudamiento de más de 5.000 millones, que acumuló a raíz de todas las deudas que contrajo, entre 2006 y 2008, para quedarse con la mayoría del capital de la también constructora Metrovacesa. Sacresa llegó a controlar el 80% del capital de Metrovacesa, pero tuvo que desinvertir para paliar su crisis financiera, que arrastró a diversas sociedades de la familia -Sanahuja Escofet Inmobiliaria, Sacresa Terrenos Promoción, Caufec, Sacresa Terrenos-2 y Cresa Patrimonial-. En 2012, la familia Sanahuja cerró un pacto con la banca acreedora y pudo reflotar la constructora Sacresa. 

Más recientemente, la familia Sanahuja también ha figurado en la relación de personas y empresas deudoras con la Agència Tributària de Catalunya (ATC) que acumulaban más importes al cierre de 2023. Constan en el listado facilitado por la Generalitat como administradores de Sacresa Terrenos 2 SL, si bien con una deuda de 642.148 euros de la que son titulares dos de los hermanos Sanahuja Escofet, hijos de Romà Sanahuja Pons.