Dos meses después de comprar el inmueble del hotel Mandarín del paseo de Gracia de Barcelona, el fondo de inversión saudí Olayan ha substituido al administrador único que colocaron el frente de la sociedad propietaria por un consejo de administración presidido por Fadi Otaqui, uno de sus directivos de confianza.
The Olayan Group adquirió el inmueble que acoge este hotel, de cinco estrellas superlujo, a la empresaria andorrana Maria Reig por más de 220 millones de euros, aunque nunca han confirmado el importe de esta operación. En el momento de la compra, en julio pasado, el representante del fondo en España, Samer Tuma Qustandi Yaghnam, substituyó a Carles Enseñat Reig, hijo de Maria Reig, como administrador único de Trivalor XXI, la sociedad propietaria del inmueble del paseo de Gracia donde se encuentra el hotel. Ahora, han substituido al administrador único por un consejo de administración formado por Fadi Otaqui (presidente), Abdelaziz Kasaji y Angelos Papadakis, representantes de los intereses del fondo en diversos países.
En realidad, el hotel Mandarín utiliza dos inmuebles del paseo de Gracia: este que ha adquirido Olayan a la familia Reig y otro contiguo, donde están ubicadas las suites, que sigue en manos de Isak Andic, el dueño de Mango, que cobra un alquiler por estas instalaciones.
Maria Reig optó por vender el inmueble del que era propietaria acuciada por la deuda acumulada y por los malos resultados del hotel pese a que en 2022 consiguió sus mejores resultados. El Mandarín obtuvo el año pasado unos beneficios de 7,5 millones de euros que contrastan con las pérdidas de más de 4 millones de euros, en 2021, y de 10,7 millones, en 2020, año marcado por el cierre hotelero a causa de la pandemia de la Covid-19.
El Mandarín arrastraba una deuda de más de 170 millones. En 2016, CaixaBank les concedió un crédito de 190 millones de euros que, años después, cedió con un importante descuento al fondo californiano Faralon. Precisamente, este fondo acreedor presionó para forzar una venta, que finalmente se produjo en julio pasado cuando los saudís de Olaya se hicieron con el inmueble principal.