La economía catalana tiene buena salud, más ahora que hace un año, según los economistas catalanes. Pero eso no obsta porque|para que mantenga algunas asignaturas pendientes: más productividad y mejor competitividad. Ambos objetivos son prioritarios por todo el territorio para los economistas, según la última Encuesta de Situación Económica, referida en otoño de este año, elaborada por el Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC).

Se da la coincidencia que en las cuatro demarcaciones catalanas, los economistas sitúan estos dos aspectos entre las tres principales prioridades para consolidar el crecimiento económico en Catalunya. La inversión en infraestructuras se considera igualmente, con énfasis en su ejecución efectiva, para casi la mitad de los profesionales (un 46,3%). Los que más, los economistas de Tarragona, donde casi la mitad (41,5%) considera también que la falta de inversión pública en infraestructuras es la principal amenaza para el desarrollo de la economía de la demarcación. En la demarcación del sur, las preocupaciones también se centran en la innovación y el talento (14,6%) y la reforma sectorial del PIB de la demarcación (14,6%).

Coincide con las observaciones y demandas de los economistas de Barcelona que sitúan como primera orientación para mejorar la productividad la del aumento de la inversión en infraestructuras y de su nivel de ejecución.

Mientras tanto, para los economistas de las tierras de Lleida, la falta de inversiones promesas y no ejecutadas es un freno al desarrollo para un tercio de los profesionales consultados. Eso sitúa esta reivindicación como la segunda causa que limita la competitividad, por detrás del exceso de burocracia administrativa. En su caso, son tanto o más importantes la manda de talento cualificado|calificado y aspectos fiscales como|cómo el excesivo número de gravámenes y el dumping fiscal entre comunidades autónomas. La proximidad de Lleida con zonas industriales de Aragón -con un mejor trato fiscal- ha sido siempre un handicap para retener la industria en el territorio.

En materia de infraestructuras, en Girona, la reivindicación mayor se centra en la necesaria construcción de más desalinizadoras en sus comarcas. La gran mayoría (67,7%) de los economistas encuestados se muestra favorable a la construcción de más desalinizadoras en las comarcas gerundenses, mientras que un porcentaje significativo (23,1%) no ha manifestado opinión sobre la cuestión a la hora de elaborar la última Encuesta de Situación Económica.

Optimismo renovado

El índice de Confianza que elabora el CEC regularmente revela la consolidación del optimismo de los economistas sobre el rumbo de la economía catalana. Hasta el punto que se trata del mejor nivel en casi dos décadas y se acerca a los datos de junio de 2006, cuando la tranquilidad sobre el crecimiento económico empezó a hundirse ante las primeras señales de lo que acabaría siendo la crisis financiera de 2008.

La actual perspectiva positiva se explica principalmente por|para la evolución favorable del PIB, los datos de empleo|ocupación, la bajada de los tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo (BCE) y la moderación de la inflación, entre otros temas. El Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC) prevé que esta tendencia se consolide y que el valor para la economía catalana crezca todavía más antes de cerrar en el 2024.