El fichaje de Ferran Bel por Pimec como representante permanente de la patronal en Madrid es el último movimiento de una tendencia que se ha extendido entre las organizaciones empresariales y de la sociedad civil catalana. La atracción de la capital del Estado no es casualidad, sino consecuencia de un desplazamiento del centro de interés de las empresas hacia allí y de la constatación de que la mayoría de decisiones importantes a nivel legislativo se toman en las Cortes y en despachos de Madrid.
Foment del Treball y el Cercle d'Economia, además de Pimec, se están haciendo asiduos del AVE o el puente aéreo. Con diferentes fórmulas, estrategias y grados, las tres organizaciones han visto que deben estar más en Madrid, decisión que este otoño tiene un punto álgido con la coincidencia de varios actos en la capital española y el aterrizaje del exdiputado del PDeCAT. Otra institución del establishment catalán, el Círculo Ecuestre, quiere seguir los mismos pasos, como adelantó su nuevo presidente, Enrique Lacalle, en una entrevista en ON ECONOMÍA.
Pimec anunció este jueves que incorpora a Ferran Bel —diputado de CiU y del PDeCAT en el Congreso durante tres legislaturas y en el Senado durante una más— como representante permanente en Madrid. La intención de la patronal de pequeñas y medianas empresas es clara: relacionarse con el poder político, especialmente con los grupos parlamentarios, pero también con el Gobierno y otras administraciones, para influir en favor de las pymes catalanas y también del resto del Estado.
Antoni Cañete sabe que tiene que estar donde se toman las decisiones, como practicó con la plataforma contra la morosidad
La patronal que preside Antoni Cañete es consciente de que tiene que defender sus intereses más allá de Barcelona y Catalunya, relatan fuentes empresariales. De hecho, Pimec también ha abierto una delegación en Bruselas, donde se marcan las pautas de muchas de las políticas económicas que se acaban implantando a nivel español y catalán. Hay que estar donde se toman las decisiones, como ya ha practicado Cañete, que hace más de una década fundó la Plataforma Multisectorial Contra la Morosidad para impulsar, en Madrid, una legislación más dura con respecto a los periodos de pago a las empresas.
El éxito de aquella iniciativa, que sigue viva —no es lo mismo conseguir una ley que lograr que se cumpla—, lo quiere emular ahora con Ferran Bel por un lado y José María Torres por otro, para conseguir que Conpymes, impulsada por Pimec y presidida por Torres, consiga la representatividad de las pymes a nivel estatal. Lo han trasladado a Yolanda Díaz en varias ocasiones, la última hace pocas semanas, y esperan desencallarlo en la legislatura que tiene que empezar cuando se forme el próximo Gobierno. Pero esta no es la única batalla que librará Bel, que en unos meses tendrá oficina en Madrid, sino que también tendrá que influir en materias como la fiscalidad y que la legislación en general sea favorable a la pequeña y mediana empresa.
Con respecto a Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre sabe como nadie que es muy importante influir a nivel político. También fue diputado de CiU, pero después fue el enlace de CEOE con las Cortes. A raíz de las últimas elecciones de la patronal estatal, celebradas en noviembre de 2022, en las que Foment impulsó la candidatura de Virginia Guinda contra Antonio Garamendi, Sánchez Llibre perdió peso en la confederación española de empresarios y dejó de ser enlace político.
Hace años que Foment tiene un enlace con las Cortes, pero en noviembre debutará su 'think tank' en Madrid con presencia de Almeida
Hace años que Foment tiene un enlace con las instituciones políticas y con Madrid. Hasta el verano fue Montserrat Surroca, y desde entonces Antoni Picó, uno de los numerosos ex de Unió Democràtica que ha fichado Sánchez Llibre desde su aterrizaje en la patronal catalana hace casi cinco años. Pero este verano también decidió dar un paso más y, después de reactivar la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales (SBEES), decidió abrir oficina en Madrid y nombrar un consejo asesor con nombres como Alberto Ruiz-Gallardón, Iván Redondo y la flamante Premio Planeta, Sonsoles Ónega.
El estreno de la SBEES, que dirige Fèlix Riera, estaba previsto para el 27 de septiembre, pero problemas de agenda obligaron a posponerla y, según han explicado fuentes empresariales, tendrá lugar a mediados de noviembre. Se trata de un debate sobre el futuro del turismo y contará con la participación del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pero es dudosa la del de Barcelona, pese a que sí que estaba prevista la presencia de Jaume Collboni para el 27 de septiembre.
Fuentes de Foment matizan que el objetivo del desembarque de la SBEES en Madrid no es hacer de lobby, aunque admiten la necesidad de ejercerlo, sino la de crear debate y establecer puentes de diálogo. No obstante, no se puede obviar el perfil marcadamente político de los asesores de este think tank de la patronal catalana y el hecho de que en su estreno quieren juntar a los alcaldes de Barcelona y Madrid, un socialista y uno del PP.
Los movimientos del Cercle d'Economia y el Círculo Ecuestre
El Círculo de Economía también tiene agenda en la capital española en noviembre. Como en el caso de la SBEES, lo que intenta es generar debate, y por eso debatirá con dos catedráticos de Derecho Constitucional sobre el posible desarrollo federal de la Constitución española el martes 28. Se trata de un ciclo que hace en Madrid con la Asociación de Periodistas Europeos, con el nombre Ciclo de diálogos España Catalunya plural, y que ya ha celebrado otras sesiones, la última en mayo con Luis de Guindos y Jordi Gual.
Sin embargo, el Cercle también mira más cada vez más hacia Madrid. De hecho, este fue tema de debate, y polémica, en las primeras elecciones de la institución, en verano de 2022, y se habló incluso de la apertura de una delegación en la villa y corte. Jaume Guardiola lo desmintió, pero sí que admitió que reforzaría la presencia a la ciudad para aglutinar a los socios del Círculo en Madrid. En este caso, no se trata tanto de influencia ni de hacer de lobby, sino de acercarse a los socios y, de paso, ampliar la base del Círculo.
La presencia del Cercle en Madrid, y la posibilidad de abrir oficina, fue motivo de polémica en las elecciones de 2022 que ganó Guardiola
El Círculo Ecuestre es otra institución del establishment barcelonés que cada vez mira más hacia Madrid. De hecho, su nuevo presidente, Enrique Lacalle, siempre ha tenido interés en tejer puentes entre Barcelona y la capital española, casi literalmente: es el impulsor del Puente Aéreo, una serie de reuniones que durante décadas han tenido lugar en las dos ciudades con empresarios de ambos lados y, a menudo, la presencia de políticos también de las dos capitales.
Este es el perfil de Lacalle y lo llevará al Ecuestre. El directivo y expolítico del PP adelantó en una entrevista en ON ECONOMÍA que creará un "consejo de empresarios catalanes para recoger sus opiniones y agrupar una serie de patrones para abrir una ventana en Madrid, que actúe también como un consejo asesor, con los socios que están establecidos y bien posicionados en la capital (...) Siempre se tiene que tener un pie en Madrid y buena relación" con la ciudad.
El presidente de este órgano será Joaquín Güell, pero de momento, no se abrirá oficina en la capital española, ya que el Círculo Ecuestre tiene relación con clubs de todo el mundo "para que los socios se puedan mover con comodidad por todas partes en clubs similares" y, en Madrid, tienen relación con cinco entidades. No obstante, Lacalle no descartó que, como han hecho Foment y hará Pimec, la institución que preside acabe teniendo sede en Madrid.