La filial española de la química alemana Basf estima que el plan de ajustes de la multinacional, que implica la reducción de 2.600 puestos de trabajo en el mundo, tendrá "un impacto limitado" en la fuerza laboral del grupo en España, que conforman unas 2.500 personas. También descarta que se tengan que cerrar líneas de producción en las siete plantas de fabricación que tiene en España -La Canonja (Tarragona), Marchamalo (Guadalajara), l'Hospitalet de Llobregat, Rubí, Castellbisbal y Zona Franca (Barcelona), y Utrera (Sevilla)-. "Ahora estamos en el proceso de implementación de las diferentes estrategias de cada división en el ámbito mundial y las que ya nos han comunicado la reestructuración nos hablan de afectaciones muy limitadas, reducidas, en España," explica Carles Navarro, director general de Basf Española y máximo responsable de las actividades del grupo en la península Ibérica. Navarro apunta que "realmente serán ajustes menores que todavía se están negociando y sería precipitado dar cifras, pero en todo caso, no afectará a la capacidad productiva". "Son ajustes que no distarán mucho otros que desdichadamente hemos tenido que realizar y que han sido totalmente asimilados por la organización sin ningún gran trastorno, ya que siempre se intenta conducir estas medidas aprovechando la misma fluctuación natural de la plantilla, de manera deliberada y consciente", determina el responsable de la multinacional, que ocupa 2.500 personas en España, 800 de las cuales trabajan en Tarragona.

Mientras esta reordenación se determina, el grupo sigue consolidando los planes de crecimiento en España, con la apertura de dos centros tecnológicos. Este mismo miércoles ha inaugurado oficialmente Technology Competence Center en las instalaciones de Basf Española en Marchamalo (Guadalajara), con una inversión de 14 millones de euros, dedicado a investigar y replicar el proceso de pintado dentro de cualquier factoría de vehículos. Es un centro que trabajará a medida para los clientes de la multinacional, teniendo en cuenta los diversos factores individuales a cada línea de producción, como pueden ser la temperatura, humedad, o tecnología del recubrimiento, y que tienen influencia definitiva sobre el proceso aplicación de la pintura propio del cliente final. Las instalaciones del centro de Guadalajara están digitalmente conectadas (Industria 4.0) con los sistemas internos de gestión y control de procesos, y además comparten interconexión digital con otros centros del grupo Basf en el ámbito mundial.

Los recursos asignados a Guadalajara se incluyen en el plan de 43 millones de inversiones que Basf tiene previsto invertir en España este año y que están en línea del 2022, cuando se dedicaron 50 millones a varias mejoras del grupo. Entre los proyectos de este año también destaca la puesta en marcha del centro tecnológico de ingeniería que, desde La Canonja (Tarragona) y Madrid, trabajará con alcance mundial. "Este hub supone un cambio fundamental porque antes todos los proyectos europeos se preparaban estratégicamente desde Alemania y ahora una gran parte de estos se conducirán desde Tarragona y Madrid. Eso es un cambio cualitativo muy importante para nuestra filial", explica Navarro. El director general confirma que ya han empezado las contrataciones de personal para las instalaciones del centro en Tarragona, en concreto, se ha fijado en 10 profesionales de la ingeniería con una trayectoria acreditada en el diseño de procesos, la ingeniería químico, construcción de plantas de producción... "Profesionales que haya vivido ya procesos similares dentro de la industria química. Por eso la búsqueda de personas no puede ser tan rápida; ahora seguiremos en Madrid". Navarro destaca que en España hay profesionales muy bien formados y con mucha experiencia y que eso es una de las cosas que ha hecho que la multinacional puertas el hub en España porque "podemos aportar profesionales de gran valía, con mucha experiencia, y que son reconocidos por nuestros compañeros de Alemania como excelentes profesionales; eso es lo que nos deja muy tranquilos".

En el centro de la Canonja ya tienen un proyecto entre manos: el diseño para la construcción de la nueva fábrica de Schwarzheide (Alemania) que se dedicará a la producción de materiales para baterías eléctricas. "Nuestros ingenieros trabajan a distancia" en el proyecto que forma parte del plan de inversión de la multinacional en varias etapas para dar apoyo a la cadena de valor de los vehículos eléctricos (EV) europeos. Esta planta de última generación producirá materiales activos catódicos (CAM) con una capacidad inicial que permite el suministro de unos 400.000 vehículos eléctricos completos al año con materiales de batería de Basf. Los innovadores materiales de cátodo de la compañía aumentan el rendimiento de las baterías, promoviendo el éxito de la movilidad respetuosa con el medio ambiente.

Carles Navarro durante el acto de inauguración oficial del centro tecnológico de Guadalajara. / Basf

Previsiones de Basf Española para el 2023

Basf Española todavía en el 2023 con unos pronósticos "razonables". El año se inició con las perspectivas bajas dada la posible recesión que podía sufrir Europa, "pero la verdad es que en estos primeros meses no ha ido tan mal", aunque se han ido confirmando algunas de las malas noticias, como la contracción de la economía en la Unión Europea. En general, la industria química no aumentará en volumen, excepto en segmentos muy concretos, pero la química básica -que es la que mueve más volumen- sigue con una demanda contraída y los precios a la baja, "por lo tanto, el negocio a escala europea y de España será más bajo este año". La multinacional no da cifras por países.

Como presidente del salón Expoquimia, que se ha celebrado recientemente en Barcelona, Navarro hace referencia a los datos que ha difundido la patronal Feique. Para este año, el sector prevé un ligero incremento de la producción del entorno del 2%, "un porcentaje muy respetable, que puede parecer poco, pero es equivalente a lo que subirá el PIB y es superior a los niveles de crecimiento de la industria química en otros países europeos". Por ejemplo, la industria química en Alemania bajó un 15% el año pasado, cuando en España solo se redujo un 0,9% la producción, y para este año tampoco parece que la trayectoria de crecimiento en Alemania pueda ser mejor.

Con respecto a la multinacional, las ventas de Basf subieron a 20.000 millones de euros, el primer trimestre del 2023, con una disminución de 3.100 millones de euros en comparación con el trimestre del año anterior. Eso fue principalmente el resultado de menores volúmenes en casi todos los segmentos a causa de una demanda más débil. Los precios ligeramente más bajos también amortiguaron el rendimiento de las ventas. Después de estos resultados trimestrales, el grupo confirmó que quedaban sin cambios las perspectivas de crecimiento de la producción química del 2% y de la producción industrial del 1,8%, para el conjunto de 2023.

Con respecto a la filial española, en el 2022, se cerró con unas ventas de 1.562 millones de euros, cosa que representa un crecimiento con respecto al ejercicio 2021 del 16%. Este aumento es el resultado del crecimiento de los precios en prácticamente todos los segmentos (+19%) y la caída de los volúmenes (-2%).