El aluvión de presentación de resultados de las principales eléctricas ha finalizado. Naturgy, Iberdrola y Endesa han rendido cuentas anuales y, como era de esperar, ninguna de ellas ha defraudado al mercado. Ante un escenario como el vivido en 2022, y como el actual, los analistas, inversores y clientes se hacían a la idea de que estas empresas iban a cosechar unas ganancias nunca vistas. No es para menos, ya que tanto Naturgy, como Iberdrola, al igual que Endesa, se han nutrido con un mercado que en 2022 fue ampliamente rentable, con unos precios del gas y de la luz récord.

El balance final de estas tres compañías es de 8.529 millones de ganancias. Todas ellas han visto como sus márgenes de beneficios se han dilatado a niveles excelsos. La última en publicar sus cuentas anuales fue Endesa, que lo hizo en la mañana del pasado viernes. En el caso de la empresa presidida por José Bogas, las ganancias crecieron en un 77%, hasta los 2.541 millones, con respecto al cierre de 2021, y, en palabras del propio presidente, de no haber existido la ‘excepción ibérica’, Endesa habría conseguido 6.000 millones de euros más en concepto de beneficios, una cantidad “ilógica”, tal y como expresó en la tarde de ayer Bogas.

Por su parte, Iberdrola, que de las tres, es la que más negocio tiene más allá de las fronteras de España, ha acrecentado sus ganancias en un 11,7% con respecto a 2021. El punto adverso para la empresa liderada por Ignacio Sánchez-Galán es que el beneficio en el territorio nacional se redujo en un 19%. Sea como fuere, la firma con sede en Bilbao es la eléctrica española que más ha ganado, con unos beneficios de 4.339 millones de euros.

Naturgy, que fue la energética en abrir la lata de los resultados del sector, se anotó unas ganancias de 1.649 millones de euros, un 35,8% más que en 2021. En su caso, y como en el de prácticamente todas las firmas eléctricas, el beneficio creció por la dinámica positiva en el negocio del gas. Además, en su caso, y como apuntó Francisco Reynés en la presentación de los resultados, Naturgy se vio beneficiada por el cambio de divisa. Las operaciones en varios países de Latinoamérica sonrieron a la compañía española.

El impuesto a las energéticas, el punto de fricción

Sea como fuere, las tres han experimentado un año extraordinario, marcado por las alzas de los precios de las materias primas. Pese a que para todas ha sido un ejercicio convulso y poco predecible, las eléctricas ven el futuro con optimismo, y todas están alineadas en que el sector de la energía pasa inevitablemente por las renovables.

Más allá de las ganancias, otro de los puntos que ha generado fricción en estas firmas es el tributo extraordinario impuesto por el Gobierno de España, el cual grava el 1,2% de los beneficios de las empresas que facturasen más de 1.000 millones de euros en 2019. De una forma u otra, todos los directivos de las empresas ‘afectadas’ han cargado contra el impuesto gubernamental, tildándolo de “incoherente” o de carecer de sentido. El Gobierno de España ha querido acotar las ganancias de estas compañías al entender que se están nutriendo de una situación compleja y extraordinaria.

De base, el contexto es complejo, ya que los precios energéticos son elevados debido al estallido de la guerra de Ucrania, la cual, por la posición de Rusia, ha tensado los precios de los productos energéticos, haciendo de oro a estas compañías. Pese a ello, los directivos de estas compañías no le ven sentido a un impuesto que tiene una permanencia de dos ejercicios. De entrada, y tal y como informó el Ministerio de Hacienda, el Estado ha ingresado 814,4 millones de euros con el gravamen extraordinario. Tanto Naturgy (300 millones), como Iberdrola (200 millones), como Endesa (208 millones), ya han asumido el pago del tributo.

Iberdrola y Endesa han recurrido el impuesto

Pese a ello, las dos últimas también han anunciado que lo han recurrido al considerarlo “injusto y discriminatorio”, como apuntó Bogas. Para Galán, “no tiene sentido que se obligue a pagar una tasa sobre los ingresos”. El máximo mandatario de Iberdrola expresó que la empresa “había recurrido estas bases por ser discriminatorio por sectores y por empresas”.

Francisco Reynés se ha abstenido de calificar el impuesto. Pese a ello, el presidente de Naturgy explicó en la rueda de prensa de los resultados de la compañía que “ni este, ni ningún Gobierno debe atacar a una compañía por ganar dinero”. El directivo de la antigua Gas Natural Fenosa recordó que “las empresas están para ser rentables, crear puestos de trabajo, salarios y generar riqueza a la sociedad”. Preguntado por si era justificable, Reynés expresó que “no soy quien tiene que decir si es, o no, justificable”.

Bogas comentó que para Endesa “no ha lugar” el tributo gubernamental, ya que no han “obtenido unos beneficios extraordinarios por las medidas del Gobierno de España”. Además de ello, el presidente de la eléctrica recalcó que esta medida les hace menos competitivas que el resto de sus competidoras en Europa.

La patronal de las eléctricas presentó un recurso ante la Audiencia Nacional

La patronal de Iberdrola, Endesa y EDP, Aelec, fue otra de las que el pasado 16 de febrero alzaron la voz en contra del gravamen extraordinario. Para la Asociación, el denominado por muchos como “impuestazo” es “discriminatorio e injustificado”. Además, la patronal, que recurrió el impuesto” alegó que este “penaliza a un sector clave para impulsar el cambio de modelo energético”.

Habiendo pasado el vendaval de los resultados anuales de las eléctricas, existe un alineamiento claro en ellas, tanto en la percepción del impuesto del Ejecutivo nacional como en las ganancias cosechadas en 2022. Naturgy, Endesa e Iberdrola cierran el curso con unos beneficios conjuntos de 8.529 millones de euros, y el pago de 814,4 millones de euros entre todas las energéticas por un impuesto al que siguen sin verle sentido.