El fabricante de aparatos y soluciones de electrónica de potencia Salicru está ganando presencia internacional de la mano de las grandes corporaciones empresariales energéticas y ferroviarias, de las cuales se ha convertido en un proveedor preferente para el desarrollo de importantes infraestructuras como la línea de alta velocidad Haramain (que une La Meca-Medina), el proyecto NEOM (la ciudad inteligente que se construirá en un área de 26.500 km² en la costa nordeste de Arabia Saudí), los trenes de alta velocidad de Turquía y Egipto, o el tren Maya en México (la línea que conectará, dentro de la península de Yucatán, los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo). Cuando se inició la presente década, "Salicru consideró que hacía falta crecer de manera más sostenida y sostenible y apostó para hacerlo de la mano de grandes clientes corporativos, prioritariamente multinacionales ferroviarias y energéticas, como nichos de mercado preferentes, y de alcance internacional", explica Antoni Garriga, director general de Salicru. La zona del Oriente Medio, con Turquía y Arabia Saudí, y Sudamérica. "Será una apuesta importante para los próximos años". En la Arabia "llevamos tres años trabajando hasta conseguir la homologación como proveedor de la SEC, la principal eléctrica del país", donde Salicru entró hace más de 25 años con los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI-UPS), "el producto con qué nos hemos especializado desde 1973 y que se ha convertido en la columna vertebral del negocio", y "los rectificadores para diferentes sectores industriales, banca, hospitales y universidades". Actualmente, más de un tercio del negocio, el 36%, proviene de los mercados exteriores, con 30,5 millones de euros. Eso no quita, sin embargo, que España siga siendo un foco importante para Salicru.
"Cada vez más, los países se electrifican -coches, juegos, aparatos domésticos- y eso es un potencial de crecimiento para nuestro producto que proporciona fiabilidad y seguridad al suministro eléctrico que proviene de la red", manifiesta Garriga y recalca que "ahora también proviene del autoconsumo energético con tecnología renovable", por lo cual, Salicru ha entrado en el segmento solar fotovoltaico con la fabricación de inversores, unos aparatos para convertir la corriente continua de los paneles a corriente alterna, que es lo que funciona en las casas, y potencia la fabricación de baterías, acumuladores de energía altamente potentes y compactos, basados en sistemas recargables de plomo-dióxido de plomo.
El director del grupo recuerda que el 50% de los problemas ocasionados a los equipos eléctricos informáticos y las pérdidas de información se deben a interrupciones y perturbaciones en el suministro de la red eléctrica; lo que supone unas pérdidas en el mundo de aproximadamente 26 billones de dólares. Además, un 7% de los microcortes causan problemas irreparables al hardware. Garriga recuerda que el 93% de estos problemas eléctricos, conocidos como microcortes, son fácilmente evitables disponiendo de una energía de socorro o backup, como un SAI.
En poco tiempo, la división solar ha acaparado el 12% de las ventas, que con uno alza del 30%, han llegado a 83,5 millones de euros en 2022, y "esperamos unos ingresos de 95 millones este año". El segmento orientado a la red y suministro eléctrico supone otro 45%, el destinado a estructuras industriales un 25% y el otro 15% es para el área de servicios -como el mantenimiento de todos los aparatos que se instalan-. Por productos, la fabricación y comercialización de SAI (Sistemas de Alimentación Ininterrumpida) es la que aporta el volumen mayor de ventas, un 74,9% del total.
Salicru es una empresa de capital familiar, situada en Santa Maria de Palautordera (Barcelona), que ha buscado siempre la eficiencia energética y, por lo tanto, también ahorro, con lo cual, sus aparatos se van adecuando con tecnología propia a las nuevas necesidades de la transición energética. Por eso, la firma tiene un equipo de investigación -con 35 ingenieros- ligado a un equipo de conectividad, donde se desarrollan productos generales (inversores solares, sistemas de alimentación ininterrumpida), pero también proyectos grandes, a medida de cada cliente. La investigación se centra en el desarrollo de "tecnología propia, que es la base para diseñar y fabricar nuevos productos", concreta Garriga. Con una inversión sostenida en I+D, se destina una media del 5% de la facturación a investigación, que representa "cuatro veces la media española y tres la europea", según Garriga. En concreto, entre 2022 y 2023, los recursos sumarán los 8 millones de euros, aproximadamente.
La familia Salicru está al frente desde sus orígenes, con una profesionalización creciente, con miembros de la segunda generación, entre ellos Eduardo Salicru como consejero delegado del grupo, y representantes de la tercera empezando a asumir cargos de responsabilidad. "No hay ninguna intención de cambiar la esencia empresarial que nos proporciona ser una compañía familiar". No obstante, "por el hecho de estar en un segmento como la electrónica de potencia, con unas intensivas perspectivas de crecimiento a futuro de la demanda, nos llegan numerosas ofertas de compra por parte de grupos inversores", con "un número exageradísimo", admite Garriga.
Para afrontar la expansión estatal e internacional, la compañía ha invertido 10 millones de euros en los últimos cuatro años para adecuar su capacidad logística y liberar espacios en las instalaciones fabriles para ampliar el área productiva. El último almacén logístico, con una inversión de 6 millones, se inauguró recientemente con el objetivo de acoger las funciones de logística, almacenaje, inventario y distribución de productos, gestionado con tecnologías de business intelligence. Con una superficie de 4.500 metros cuadrados, tiene capacidad para alojar unos 9.000 palés con productos preparados para distribuir. En 2020 se inauguró un primer centro logístico, de 2.500 metros cuadrados y 4 millones de inversión.
La plantilla del grupo ha llegado a las 300 personas. Salicru dispone de centros productivos a Palautordera, y Beijing (China), en este último se fabrican los aparatos más básicos y estándares destinados al consumo de los hogares. De sus centros productivos salen más de 145.000 equipos cada año que, acumulados, proporcionan un suministro eléctrico seguro de más 200MVA por año. Tiene 14 delegaciones nacionales y 9 internacionales, con una presencia en el mundo de dos millones de equipos en más de 130 países.