La vida de Twitter ha cambiado con la entrada de Elon Musk. El que hace no mucho era el hombre más rico del planeta, planeó su incursión a la red social hace justo un año. De hecho, el 25 de abril de 2022 se acordó la compra de Twitter por el también presidente de Tesla por 44.000 millones de dólares. Pese a que ese no fue el momento en el que el magnate de origen sudafricano entró en la dirección de la empresa del pájaro azul, sí que fue el punto de inflexión de lo que, en octubre, sería una de las adquisiciones más caras jamás llevadas a cabo en el entorno financiero.
Aunque, tras el acuerdo de abril, Musk anunciaría su retirada de la compra de Twitter, las autoridades estadounidenses le ‘obligaron’ a llevar a cabo la transacción en octubre. Y es que, los múltiples anuncios del empresario, unido a todas las promesas que lanzó en las fechas previas a oficializar la oferta por la empresa, hicieron que Twitter cogiera vuelo en el mercado de valores para, después, con su retirada de la compra, caer estrepitosamente. Sea como fuere, la compra de la red social, finalmente, se llevó a cabo, dejando a Musk como el máximo mandatario de la empresa.
La gestión de Elon Musk en Twitter, en entredicho
Pese a que, hasta octubre, el hoy mandamás de la empresa no pudo llevar a cabo todas las acciones que anunció previamente, el ambiente en las oficinas de Twitter se revoloteó en abril de 2022. En esas, y ante todos los anuncios, cambios y, lo que, para Musk, eran correcciones que necesitaba la compañía, los inversores y usuarios de Twitter comenzaron a mostrar su entusiasmo y su temor a partes iguales. Ahora, habiendo pasado 12 meses, parece que el sentimiento negativo es el que predomina en el entorno de la red social. Desde antes de que Musk desembarcará en Twitter, varios usuarios criticaron las decisiones que, más tarde, ha ido llevando a cabo el magnate. Los cambios de la interfaz, la monetización por el Blue Check para elevar los ingresos, la devolución de cuentas a personalidades ‘polémicas’…
A 12 meses vista desde que se acordó la venta de la red social, esta ha sufrido varios cambios que afectan directamente a los usuarios. Como en todo, hay quien está de acuerdo con dichas variaciones y con la presencia de Musk en la dirección de la compañía, como que hay quien ha hecho pública su opinión negativa hacia la gestión del magnate en la empresa, la cual cuenta con más sombras que luces.
Twitter Blue, el gran cambio
Para abrir la lata, Musk anunció el Twitter Blue. A través de esta herramienta (la cual no funcionó en un inicio), quienes pagarán una suscripción de entre 8 y 11 dólares, podrían acceder a otros servicios y funciones, como la edición de tweets, ganar visibilidad y tener menos publicidad en su muro. Esta iniciativa colinda con la que ha pasado a un primerísimo plano en los últimos días. Twitter ha comenzado a retirar los Blue Checks de varias personalidades relevantes y de empresas de gran tamaño.
Tal y como anunció Musk en su plan de obtener más ingresos, quien quiera tener la verificación, tendrá que suscribirse a Twitter Blue. Para el magnate, es una forma de acabar con las suscripciones heredadas. Así, quienes no se han suscrito a dicha herramienta, han perdido su verificación ‘azul’. Pese a que los usuarios relevantes están recuperando el Blue Check, en las primeras horas de este cambio, personalidades como Kim Kardashian, Bill Gates, Barack Obama o Hilary Clinton perdieron su verificación.
La verificación de cuentas puede ser azul, dorada y plateada
Además de la retirada de la verificación ‘clásica' de Twitter, el Blue Check comparte espacio con la verificación dorada, la cual está destinada para empresas e instituciones. Esta también funciona a partir de una suscripción a Twitter Blue, aunque en el caso de las empresas que quieran estar reconocidas en la red social, estas deberán pagar cerca de 1.150 dólares al mes, en el caso de España. Además de la verificación azul y dorada, también existe un check plateado, el cual parece estar concedido para presidentes de países. Joe Biden, Rashi Sunak o Pedro Sánchez son algunos de los que gozan de esta verificación en sus cuentas.
Sea como fuere, el hecho de que el distintivo ‘clásico’ se haya convertido en un producto en lugar de un ‘logro’, como parecía serlo antes de la llegada de Musk, ha levantado las críticas de varias personalidades. Además de ello, los expertos alertan de que pueden elevarse las suplantaciones de identidad en aquellas cuentas que son transcendentales, pero que no quieren pagar por tener la verificación.
De una forma u otra, y pese a las críticas, Elon Musk ha llevado a cabo su gran obra en Twitter. La red social ahora dispone de un nuevo método de facturación, el cual, a escasos días de su puesta en escena, parece que funcionará. Y es que las personalidades famosas no están dispuestas a perder el Blue Check y arriesgarse a que otro usuario les suplante la identidad.
Twitter pierde publicidad
Twitter Blue también ha generado una grieta que, hasta antes de la llegada de Musk, no existía. Y es que, los usuarios que estén dados de alta con este servicio, tienen menos publicidad en sus muros, lo que ha provocado que los anunciantes rebajen su presupuesto publicitario. Según Bloomberg, los principales anunciantes han reducido su gasto en publicidad en un 90%. Hasta antes de la llegada del empresario a la dirección de la red social, marcas como Coca-Cola, HBO, Amazon o IBM se dejaban hasta 71 millones de dólares, los cuales, en los últimos meses, se han convertido en 7,6 millones de dólares, según informan los analistas de Senso Tower.
Además de Twitter Blue, hay expertos que determinan que las praxis de Musk que, de cara a la ciudadanía, son negativas, son otro de los elementos que han llevado a las compañías a reducir su gasto en publicidad.
Las previsiones apuntan a que la red social perderá 15 millones de usuarios en 2023
Por otro lado, esas prácticas que, para gran parte de las personas, son negativas, han hecho que Twitter pierda usuarios activos. Al poco tiempo de producirse la entrada de Elon Musk a la dirección de la red social, Bot Sentinel, un portal de verificación de información y datos, determinó que más de un millón de cuentas habían sido suspendidas o desactivadas en apenas cinco días.
Dicha tendencia parece puede repetirse en 2023. Y es que, según las previsiones de Statista, Twitter acabará el presente curso con 15 millones de usuarios menos que al cierre de 2022, hasta los cerca de 354 millones de cuentas. Parece que la entrada de Musk no termina de convencer a todo el mundo.
Musk activa y desactiva cuentas a su antojo
Y es que, entre las múltiples decisiones que ha tomado Musk, algunas de ellas han sido la devolución de la cuenta de Donald Trump, la cual fue suspendida por emitir mensajes que fomentaron el asalto al Capitolio en 2021; la de Kayne West, la cual fue suspendida bajo el mandato de Musk, pero devuelta al poco tiempo. En su caso, el rapero emitió mensajes antisemitas. O también la devolución de la cuenta de Andrew Tate, quien fue acusado de tráfico de personas.
Por otro lado, y a la inversa, a finales de 2022, el magnate decidió suspender las cuentas de varios periodistas de los principales medios de comunicación de Estados Unidos debido a que esto informaban sobre el empresario. Estas acciones fueron criticadas duramente por los usuarios, quienes clamaron la libertad de expresión para todos, algo que el propio Musk prometió que devolvería a la red social al considerar que los anteriores dueños no permitían a los usuarios hablar de todo.
La CE ‘regañó’ a Twitter por su escasa contribución a la lucha contra las fake news
La Comisión Europea también ha cargado contra Twitter en los últimos meses al considerar que la red social se está quedando atrás en la lucha contra la desinformación. Como informó ON ECONOMIA el pasado 9 de febrero, Bruselas lamentó que la empresa del pájaro azul se estuviera quedando “rezagada” del resto de empresas tecnológicas en la lucha contra las fake news. La CE emitió un mensaje a Twitter, esperando un “compromiso más serio con sus obligaciones derivadas del código europeo de buenas prácticas”.
La apreciación del organismo europeo llegó a los pocos días de que la red social liderada por Elon Musk limitase su acceso a su API, lo que puso en duda la credibilidad y la transparencia de la empresa.
Y como estas acciones, el segundo hombre más rico del mundo ha hecho otras tantas que afectan directamente al usuario y que, para muchos, no han tenido ningún efecto. Destaca la incorporación del muro de ‘noticias para ti’ o ‘más recientes’, las cuales adaptan los tweets en función de las preferencias del usuario. Por otro lado, otras cuentas se han quejado de que les aparecen los posts de quienes están suscritos a Twitter Blue, dejando a un lado las publicaciones de las cuentas a las que sigue. Sea como fuere, la vida de Twitter ha cambiado desde la llegada de Musk.