Elon Musk desvió procesadores fabricados por Nvidia para aplicaciones de inteligencia artificial (IA) destinados a Tesla a dos compañías suyas, la red social X y la empresa de IA xAI, según confirmó él mismo después de que la información fuera filtrada por la cadena televisiva CNBC. En su cuenta de X, Musk justificó la decisión: "Tesla no podía utilizar los chips de Nvidia, así que habrían sido almacenados. La extensión sur de Giga Texas está casi terminada. Contendrá 50.000 H100 para entrenar a FSD (Full Self Driving, el sistema de ayuda a la conducción de Tesla)". Las acciones de Tesla abrieron este martes a la baja tras la publicación de la información de CNBC.

La cadena televisiva CNBC reveló que correos electrónicos a los que ha tenido acceso, en los que Nvidia (el principal productor de chips para aplicaciones de IA del mundo) apunta a que Musk, consejero delegado de Tesla, "exageró" los planes del fabricante de automóviles para adquirir los procesadores avanzados. A diferencia de Tesla, que es una compañía que cotiza en bolsa, X y xAI son propiedad personal de Musk.

En abril, Musk aseguró a los inversores de Tesla que para finales de año adquiriría decenas de miles de procesadores avanzados de Nvidia, llamados H100, y que el fabricante de vehículos eléctricos invertiría 10.000 millones de dólares en el desarrollo de IA. 

Uno de los correos de Nvidia a los que ha tenido acceso CNBC, fechado en diciembre de 2023, afirma que Musk "está dando prioridad a la instalación de H100 GPU en X en vez de Tesla" al redirigir a la red social los 12.000 H100 GPU inicialmente destinados para Tesla en diciembre. "A cambio, los pedidos originales de X de 12.000 H100 para enero y junio serán redirigidos a Tesla", añadió el memorándum.

En abril, otros correos de Nvidia indican que las decisiones de Musk pueden impactar de forma negativa en los planes del fabricante automovilístico.

Musk se someterá al juicio de los accionistas

Musk se enfrenta el 13 de junio a un decisivo voto de los accionistas de la empresa de vehículos eléctricos, que tienen que decidir si aprueban su controvertido pago en opciones de acciones de la compañía, por valor de unos 50.000 millones de dólares. El pago, fruto de un acuerdo de 2018 entre Musk y el consejo de administración de Tesla, fue anulado en enero de este año por una jueza estadounidense, que determinó que era excesivo y había sido aprobado sin que los accionistas tuviesen la información adecuada.

De cara al voto del 13 de junio, al menos dos grandes compañías de asesoría de Estados Unidos han recomendado a los accionistas que se opongan al pago de la compensación, considerada una de las más elevadas de la historia del país.