Desde que llegó a Twitter, y ya incluso desde antes, Elon Musk es un experto en llamar la atención con sus anuncios públicos. Con un tweet, este domingo, ha anunciado que "pronto diremos adiós a la marca Twitter y, gradualmente, a a todos los pájaros", para una hora después tuitear la imagen de una X que sustituiría el logo de la red social y, posiblemente, el nombre. De hecho, Musk ya le cambió el nombre a la empresa por X Corp hace unos meses. 

En el segundo trimestre del año pasado, presentados este sábado, Twitter anunció pérdidas de 270 millones de euros (264 millones de euros), en contraste con los beneficios de 65 millones de dólares (64 millones de euros) del año pasado, y unos ingresos de 1.176 millones de dólares (1.153 millones de euros) que son menos de lo que estimaban los analistas y menos de lo que facturó el año pasado. 

 

 

El pasado mes de junio, nombró a Linda Yaccarino nueva CEO, aunque Musk sigue siendo la cara más visible de la compañía. El multimillonario dueño de Tesla compró la red social en octubre del año pasado después de meses de intentos fallidos por 44.000 millones de dólares.   

Después de unos días en que la atención se la ha llevado Threads, la nueva red social de Meta que busca competir con Twitter y que logró 100 millones de usuarios en cinco días aunque después cayeron de golpe, Musk busca de nuevo ocupar el centro del debate público de las redes sociales, después de unos meses muy ruidosos en los que ha introducido cambios importantes en la plataforma. Musk convirtió el tick azul verificado en un privilegio de pago excepto para quienes tuvieran más de un millón de seguidores e introdujo un modelo de suscripción con acceso a más tuits y otras posibilidades.