Una apuesta por la moderación política y económica. El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el vasco Andrés Sendagorta (Sener), reiteró este lunes la necesidad de “evitar la polarización” y apostar “por la moderación y el diálogo” para que “nos permitan construir un marco de relaciones estables” a largo plazo. Abogó por la el “sentido de la institucionalidad” y por mantenerse “en el marco constitucional”.
Sedagorta realizó estas declaraciones en la inauguración este lunes en Bilbao del XXVI Congreso de la Empresa Familiar que contó con la presencia del rey Felipe. Posteriormente, está prevista la intervención de Alberto Núñez Feijóo y, mañana martes, lo hará Pedro Sánchez para cerrar este cónclave de los grandes grupos empresariales españoles.
Aunque centró su discurso en los problemas de la empresa familiar, la intervención de Sendagorta tuvo un trasfondo político. Incluso atacó la ideologización del debate de la educación y la formación en una alusión sin mencionarlos a los aliados del gobierno español. “Tengo la impresión de que se destina más tiempo en nuestro debate público a subrayar rasgos ideológicos que a apuntalar los objetivos reales que deberían perseguir nuestros programas educativos”, indicó.
Siguiendo con sus posicionamientos, precisamente cuando todavía no se ha constituido el nuevo Gobierno de España, Sendagorta insistió en que “es vital recuperar y reforzar el sentido de la institucionalidad”. Y subrayó que “el marco constitucional, que nos ha dado decenios de estabilidad y prosperidad, es el que define la actuación del Instituto de la Empresa Familiar. Dentro de este marco, queremos colaborar con todos”.
Respecto a los problemas de las empresas familiares, Sendagorta reiteró que siguen sufriendo por la falta de personal cualificado. "Nos faltan ingenieros informáticos, pero también personas que trabajen en el mundo de la hostelería o el mundo industrial". Añadió que el reto por atraer y retener talento se ha convertido en “una prioridad de primera magnitud”.
Propuestas en educación
Por ello, reclamó de la actuación de las “autoridades”, o sea, los gobiernos competentes, “ante la necesidad acuciante de mejorar drásticamente nuestro sistema educativo”. En este punto lanzó el dardo contra la “ideologización” del sistema. Añadió que la formación no se debe orientar solo a cubrir las necesidades reales que demandan las empresas, “sino a algo más profundo, a una educación en valores”.
También se quejó del tratamiento fiscal. Apuntó que dificulta la contratación de personal. “Es preciso incentivar el empleo y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo”. Propuso “revisar la fiscalidad” para conseguir que "el salario neto que llega a los bolsillos de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas".
Después de su intervención, el rey Felipe inauguró el Congreso de la Empresa Familiar. Recordó que más de un millón de empresas en España son familiares, lo que representa el 90% del total. Y recalcó que una de sus señas de identidad es el “arraigo” a un territorio, aunque ello pueda dificultar atraer talento de otras zonas. Destacó la necesidad de ofrecer "facilidades" a las empresas familiares más alejadas de los centros urbanos más poblados, al considerar que estas compañías contribuyen a una "verdadera vertebración" de España.
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, reconoció el papel de la empresa familiar por “contribuir a crear una sociedad más cohesionada”. Destacó que “crecen hacia el exterior exportando, al tiempo que reducen el endeudamiento”.
Iñigo Urkullu, lehendakari del gobierno vasco, advirtió que los fondos especiales de la Unión Europea expiran en 2026 y que las empresas “no deben dejar de pasar esta oportunidad de futuro”.
Fundado en 1992 en Barcelona, el IEF cuenta con un centenar de socios, que son grandes corporaciones empresariales familiares. En conjunto, las compañías que integran esta asociación dan empleo a 1,1 millones de personas. Su facturación anual conjunta corresponde al 14% del PIB español, porcentaje que supera el 24% si se incluyen las asociaciones territoriales de empresa familiar vinculadas, como la catalana ASCEF, que engloban a otras 1.500 de empresas. Las empresas familiares en España aportan el 70% del empleo y el 60% del PIB, según datos del IEF.
Andrés Sendagorta McDonnell (Madrid, 1958) preside desde 2022 el Instituto de la Empresa Familiar. Dejará el cargo en la asamblea prevista para mayo del próximo año. Relevó en el cargo a Marc Puig, presidente y CEO del grupo de perfumería Puig. Sendagorta está al frente de Sener, compañía vasca de ingeniería aeroespacial y de defensa. Exmilitar, fue capitán de corbeta y piloto de reactores de combate. Expresidente de Afarmade, que hasta hace unos años fue la patronal del sector del armamento. Antes de dirigir el IEF, estuvo al frente de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi (Aefame).