Si hace prácticamente un año, el empresariado de la província de Tarragona ya evidenciaba su satisfacción por la llegada a Mont-roig del Camp (Tarragona) de la empresa surcoreana ILJIN con una inversión de 600 millones de euros para la construcción de una fábrica de componentes de baterías, todavía les parece más positivo que los nuevos propietarios, la también sud-corena Lotte Energy Materiales, estén valorando la redimensión del proyecto. La Confederación de Empresas de la Provincia de Tarragona (CEPTA) valora positivamente la ampliación de la fábrica de componentes de baterías que el grupo Lotte Chemical quiere hacer en Mont-roig del Camp, en la comarca del Baix Camp. El presidente de la entidad, Antonio Belmonte, destaca a ON ECONOMIA que "cualquier proyecto que pueda aportar riqueza en la provincia es positivo y, tratándose de una inversión de estas características, todo el mundo podrá beneficiarse".
De hecho, uno de los principales beneficios de la redimensión de las plantas será el incremento del número de trabajadores. Belmonte señala que "no solo comportará un aumento del empleo de forma directa, también posibilitará nuevos puestos de trabajo indirectamente, con proveedores de otros sectores que podrán colaborar con esta industria". Al mismo tiempo, supondrá un avance por el sector, el mercado y los municipios de la zona -donde actualmente solo se encuentra la Central Nuclear de Vandellòs-, ya que "invertir en el territorio es básico para el desarrollo de lo mismo y, por lo tanto, la única manera de salir adelante es impulsando nuevos proyectos de estas dimensiones, de forma controlada," concluye el presidente de CEPTA.
Gerard Pagès, presidente de Pimec Baix Camp, da también la bienvenida a proyectos que impliquen más inversión y más puestos de trabajo en el territorio. Al mismo tiempo lo ve como un eje tractor para la generación de talento, pero especialmente para la retención de los actuales y futuros profesionales que se formen en la comarca y la província. En la zona, con centros de formación en ingenierías, como la Universidad Rovira i Virgili, "tenemos la problemática de que muchos de los nuevos titulados en alguna ingeniería deciden salir de la província para ir a trabajar en Barcelona, ya sea porque no encuentran trabajo, porque la demanda no les encaja con sus perspectivas o porque las retribuciones que se ofrecen están por debajo de la media de otras zonas del territorio". Pagès advierte -como lo hacen los empresarios de CEPTA- que ahora la demanda más importante de ingenieros proviene de la Central Nuclear de Vandellòs que, aparte de las reticencias que puede generar en algunos profesionales este tipo de actividad, también hay un problema de visión a futuro, "en la coyuntura medioambiental actual y de las próximas décadas se puede pensar que se la industria nuclear tiene los años contados", argumenta.
Al mismo tiempo, comenta que en categorías laborales más bajas, también es importante que lleguen a la comarca industrias "con puestos de trabajo más cualificados". En este sentido, menciona los puestos de trabajo directos e indirectos que puede generar, no solo la fábrica de láminas de cobre para baterías, sino también el parque fotovoltaico que los inversores sudcoreans construirán en Mont-roig del Camp. Su decisión miedo tener un efecto llamamiento para el conjunto del tejido industrial. "La producción de energía verde para autoconsumo de la industria es una asignatura pendiente", expone y considera que hay muchas empresas que podrían instalar energía renovable en los tejados de sus naves industriales para autoabastecerse y, por lo tanto, reducir el consumo de energía y su huella de carbono.
La valoración del presidente de Pimec Baix Camp también es favorable a la llegada de proyectos como los que lidera Lotte Energy Materiales, por el efecto dominó que puede tener en la industria auxiliar. En este caso, lloverá sobre mojado porque la província de Tarragona ya tiene un importante peso del sector de los componentes para la automoción con importantes implantaciones de empresas en los polígonos de Valls, Constantí o Reus, según expone Pagès y cita, entre otros, los casos de Lear Corporation, fabricante norteamericano de asientos y componentes para el automóvil, o Elring Klinger, un fabricante de soluciones para todos los sistemas de impulsión en turismos y vehículos comerciales y que fecha de 1953, año en qué se fundó en Barcelona una empresa comercial denominada Gumá.