El 70% de las empresas funerarias que operan en España facturó 1.653 millones de euros en 2022, según los datos de la patronal que las agrupa, la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef). El negocio creció un 1,44% anual, sumando unos 23 millones de euros. La patronal estima que el 58% de la factura funeraria es propia de la actividad (arca, traslados, permisos y gestiones varias). El resto de partidas facturadas se distribuyen entre el pago de impuestos indirectos como el IVA (el 14,9%), el destino final en cementerio y cremación (14,3%) y servicios complementarios como coronas o lápidas (12,8%). En relación con el gasto en impuestos, Panasef reclama en una nota una bajada del IVA, dado que el tipo impositivo (21%) que grava los servicios funerarios asegura que es "similar al de los artículos de lujo".