Endesa ha presentado su nuevo plan estratégico para los próximos dos años, donde prioriza la inversión en redes y en energías renovables. Por contra, la compañía energética ha dejado fuera de sus objetivos al hidrógeno al considerarlo una tecnología a la que le falta "madurez". Así lo explicó el consejero delegado de la energética, José Bogas, en una conferencia con analistas donde explicó los pilares clave en los que se sustentará el plan de Endesa hasta 2026.
De este modo, la nueva hoja de ruta presentada por la empresa propiedad en un 70% de la italiana Enel no contempla ni un euro de inversión en energías renovables al hidrógeno. De los 4.300 millones de euros que tiene previstos invertir en los próximos dos años, no incluyen esta tecnología, puesto que "no tiene madurez para ser comercializada" y requiere de "muchos subsidios", ha explicado Bogas durante la presentación del plan.
En este sentido, el directivo ha destacado que el objetivo de la transición energética es la electrificación y que el hidrógeno en todo caso será algo complementario para cumplir los objetivos. "Creo que el hidrógeno jugará cierto papel en la industria pesada. También puede que en el transporte, pensando en los camiones, pero en mi opinión no antes de 2030", ha destacado Bogas.
No es la primera vez que desde la compañía se pronuncian en contra de apostar por este tipo de proyectos. A principios de año, Bogas señaló durante una presentación de los resultados que el hidrógeno, pese a tener un futuro prometedor, cuenta con un "presente incierto". El poco desarrollo con el que cuenta a día de hoy y los elevados costes hacían entonces "inviable" que Endesa se volcara en megaproyectos relacionados con este campo.
Más allá del hidrógeno, la inversión en renovables que establece la compañía se mantendrá sin cambios respecto al plan anterior, destinando el 53% del capital a energía eólica, el 35% a solar, el 7% a hidráulica y el 4% para baterías. Con este desembolso de 4.300 millones, Endesa pretende aumentar su capacidad de renovables desde los 10 GW actuales hasta los 13,9 GW en 2026.
Más inversión en redes y pide duplicar lo previsto en el PNIEC
Por otro lado, Endesa ha puesto el foco en la inversión bruta en redes de distribución, destinando un total de 2.800 millones de euros de los 8.900 previstos, 200 millones más que lo establecido en el anterior plan estratégico. No obstante, la compañía destaca que este importe estará pendiente "de una mayor visibilidad sobre la revisión regulatoria". Pero Bogas se mostró optimista de que el regulador, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC), mejorará el incentivo en la revisión del próximo periodo regulatorio de 2026-2030.
Asimismo, el consejero delegado de la energética señaló que será necesario duplicar la inversión prevista en redes en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) si se quieren alcanzar los objetivos marcados de transición energética. Algo para lo que, según el CEO, será necesario un modelo de remuneración "justo, predecible e incentivador". Este plan gubernamental prevé la inversión hasta 2030 de 53.000 millones de euros para redes, lo que representa en torno al 18% del total de las inversiones que se movilizarán (300.000 millones).
De este modo, Bogas reiteró su mensaje y destacó que la red es uno de "los motores clave de esta transición energética y, como ha dicho el Gobierno de España y también la Agencia Internacional de la Energía (AIE), necesitamos casi duplicar la inversión en la red en el futuro si realmente queremos evitar el cuello de botella que tendremos si no lo hacemos".
Espera que no se mantenga el impuesto
Respecto al impuesto extraordinario que grava con el 1,2% sobre las ventas de las compañías energéticas, Endesa confía en que no se prorrogará más allá de 2024, pese a que el acuerdo entre el PSOE y Sumar para formar gobierno contempla hacerlo permanente. Así, el plan estratégico con el que Endesa pretende obtener un beneficio ordinario neto de entre 2.200 y 2.300 millones está diseñado partiendo de esta premisa. “Hemos considerado solo el año 2023 y 2024”, explicó a los analistas José Bogas.
"Si queremos invertir la enorme cantidad de dinero que se necesita y, creedme que estamos alienados con la política energética del gobierno, necesitamos cash. Por lo tanto, en nuestra opinión no tiene sentido pagar este impuesto", aseguró. Asimismo, la compañía alega que todavía en vigor una minoración o clawback del gas que evita los beneficios extraordinarios.
En cuanto a la política de dividendos para el periodo 2024-2026, la energética mantiene el compromiso de retribuir a sus accionistas con un pay out del 70%, con un mínimo de 1 euro por acción y la previsión de poder alcanzar los 1,5 euros en 2026. Una decisión que llega tras el reciente laudo que ha obligado a la compañía a pagar 530 millones de euros a QatarEnergy, compañía estatal de Qatar, por el precio del gas.