Endesa ganó 1.651 millones de euros netos durante los primeros nueve meses de este año, lo cual supone un incremento del 13% en relación al mismo periodo del año pasado. Entre los motivos están los ingresos extraordinarios por la venta parcial de su negocio de movilidad Enel, según ha informado la compañía. Sin esta venta, el beneficio neto ordinario llega a los 1.469 millones, lo cual supone un incremento del 0,7% con respecto al mismo periodo del año pasado. Con estos números, Endesa confirma los objetivos del año.

El resultado bruto de explotación de la energética (EBITDA) se situó en 3.710 millones de euros durante el periodo, incluyendo los extraordinarios, con un incremento del 19% en relación a septiembre de 2021. La compañía ha conseguido sumar 1,2 millones de clientes de luz domésticos y empresariales al mercado libre y llega a los 6,8 millones de clientes. En total, Endesa cuenta con 10,6 millones de clientes.

El coste medio de la electricidad en el mercado mayorista, ha explicado la compañía en nota de prensa, ha crecido un 137% respecto del año pasado, precipitado sobre todo por la guerra de Ucrania, hasta llegar a los 186 euros/mwh, un precio sin embargo más bajo que los principales mercados europeos, en parte gracias a la excepción ibérica, limitación de los precios impulsada por los gobiernos español y portugués.

Con respecto a la descarbonización, Endesa ha cifrado su producción libre de emisiones de CO2 en un 73% del total. Las renovables suman ya 8.500 mw, un 10% más que al cierre del primer semestre del año 2021, sobre un parque de 16.900 mw en toda la península ibérica.

400 millones de impacto por el impuesto a las energéticas

En una conferencia con analistas, el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas, estimó que el impuesto que el gobierno plantea imponer a los beneficios extraordinarios de las energéticas puede costar unos 400 millones de euros a las energéticas, informa a la agencia Europa Press. A pesar de eso, se mostró convencido de que incluso incluyéndolo, Endesa llegará a su objetivo de alcanzar un beneficio ordinario neto de 1.800 millones de euros para el 2022.

El nuevo impuesto se está tramitando en el Congrès de los diputados y gravaría un 1,2% a las ventas de las energéticas con más de 1.000 millones de ingresos por año. El gravamen entraría en vigor el año 2023 y busca recaudar 2.000 millones de euros al año.

Bogas ha criticado que este impuesto "va en contra del espíritu de la Unión Europea", que lo que pide es aplicar este tipo de carga sólo a las empresas del sector petrioler, el gas, el carbón y la refinería, y hacerlo además sobre los beneficios y no sobre los ingresos. Bogas, en más, ga recordado que Endesa aportó 3.000 millones de euros en impuestos el año pasado, cifra que los situó como "uno de los cinco mayores contribuyentes en el país".