El inminente cierre de la central nuclear de Almaraz en Extremadura, previsto para 2027, ha centrado la actualidad del sector energético en un jueves en que Iberdrola y Endesa presentaban resultados. Pero el CEO de Endesa, José Bogas, ha alertado que el riesgo es "mayor" para Catalunya, que depende más de la energía nuclear, y el cierre de las centrales de Vandellòs y Ascó espanta a la industria, entraña "riesgos de suministro" y conllevará un aumento de la contaminación y de los precios energéticos.
El directivo ha dado por buenos los argumentos de Foment y del Col·legi d'Enginyers de Catalunya y ha adelantado que "lo que se haga con Almaraz ahora marcará el futuro de las nucleares catalanas", el mismo día en que Iberdrola ha pedido abrir un debate para ampliar la vida útil de la central extremeña que nutre del 15% de la energía a la Comunidad de Madrid.
"Las centrales nucleares cerrarán en 2030, Ascó 1, en 2032, Ascó 2, y en 2035, Vandellòs. Parece que hay plazo para tomar decisiones", ha dicho Bogas, que ha reconocido que existe "una incertidumbre sobre si va a haber garantía de suministro o alguna restricción". "Esta incertidumbre impide que nueva industria tome la decisión de instalarse en Catalunya", ha advertido Bogas, que cree que es "el momento de hablarlo y despejar dudas".
El directivo ha ahuyentado toda posibilidad de emitir por ahora una petición formal al Gobierno para ampliar la vida de las nucleares y se ha remitido a las conversaciones periódicas que tiene con ellos, en las que traslada estar "intelectualmente a favor" a esta energía que desde 2019 el Gobierno español tiene decretado un desmantelamiento paulatino.
"Sin querer alarmar a nadie, muchos pueden pensar para qué instalar un centro de datos o una fábrica en Catalunya si existe esta incertidumbre y estas dudas sobre la seguridad de suministro", ha dicho Bogas, que ha añadido que "si se da el cierre, los ciclos combinados de gas van a tener que funcionar al 100% y esto va a crear no solo contaminación de CO2 sino también de nitrógeno", por lo que "conviene discutir" este cierre.
Eso sí, a la hora de pedir la prolongación de las centrales nucleares, Bogas también ha hecho un llamamiento a "revisar la fiscalidad". "No se puede seguir con las cargas fiscales actuales, de cada 64 o 65 euros MWh 17 son cargas fiscales y hay que añadir 10,36 euros MWh más de gestión de residuos. Las cargas fiscales mezcladas con el corto espacio de tiempo en el que van a generar ingresos hace que el coste no sea competitivo", ha dicho Bogas.
La energía nuclear genera casi la mitad de la electricidad consumida en Catalunya y el 60% de la que se produce y el lento avance de las energías renovables, que tan solo producen un 19% de la luz que se consume pese a las últimas mejoras, recrudecen la dependencia catalana de las nucleares.
Justamente, Endesa reconoce las limitaciones de Catalunya para su desarrollo de renovables porque "es una de las zonas más pobladas". Ante las dificultades territoriales, burocráticas y sociales para instalar renovables, Endesa centra sus esfuerzos inversores en Catalunya en la distribución, para la cual tiene previsto movilizar 400 millones cada año hasta 2027. "La Generalitat quiere impulsar el crecimiento de 1.000 MW en renovables al año, pero tan solo tiene alrededor de 5.000 y solo 1.000 son de eólica y fotovoltaica", ha especificado Bogas para poner cifras a la dificultad para adoptar el ritmo que pide Salvador Illa.
Un 150% más de beneficio
Todo ello lo ha comentado en rueda de prensa después de publicar unos resultados en los que Endesa ha aumentado un 150% sus beneficios anuales al pasar de los 742 de 2023 a los 1.888 de 2024, en un año sin impactos extraordinarios y en el que vendió 2 GW de parques fotovoltaicos a la emiratí Masdar, el 49% de su cartera renovable, por 817 millones, ejecutada en julio del pasado año. La cifra de negocios ha pasado de los 25.459 a los 21.107, un 16,3% menos. La " normalización de los mercados energéticos de luz y gas" es, según el comunicado remitido, el principal motivo del buen desempeño.
En primer lugar, la bajada del precio medio del gas de un 12% hasta los 35 euros/MWh y, en consecuencia, el precio del pool eléctrico, que se situó en 63 euros/MWh, un 28% menos que en 2023.
La empresa liderada por José Bogas ha conseguido reducir la deuda un 23% hasta los 10.500 millones, 9.300 en neto.
El resultado bruto de explotación (ebitda), ha crecido un 30% hasta los 5.293 millones. El flujo de caja aumenta hasta los 4.100 millones de euros en términos ajustados.
El dividendo repartido al accionista ha sido un 32% mayor que en 2023 y un 10% más de lo esperado, al alcanzar 1,32 euros por acción, rentabilidad por encima del 6%.
La compañía ha invertido 900 millones en redes de distribución y espera aumentar esta cantidad si se mejora la remuneración regulada.
Además, ha sumado 200 MW de capacidad de generación renovable hasta alcanzar los 10.100 MW.
Horas antes de la presentación de resultados, anunció precisamente la compra de Acciona Hidráulica, o lo que es lo mismo, todas las centrales hidráulicas de Acciona Energía que ascienden a 616 MW, por 1.000 millones de euros.
"Esta adquisición supone invertir en activos renovables de gran calidad y nos ofrece importantes sinergias operativas. Está además totalmente alineada con nuestra estrategia como empresa verticalmente integrada, permitiendo optimizar el perfil de nuestro mix de generación", señaló José Bogas, CEO de Endesa.
Los buenos resultados garantizan la viabilidad del plan hacia 2027, centrado sobre todo en la modernización de la red de distribución para adaptarla a un nuevo escenario con más renovables y un aumento de la demanda por los centros de datos. El 86% de la electricidad que produjo la compañía fueron limpias de emisiones, esto es, renovables y nuclear.
“Seguimos avanzando en los principales ejes de nuestro plan estratégico 2025-2027 y reiteramos nuestra capacidad financiera para aumentar y acelerar ese plan inversor en transición energética si el entorno regulatorio lo respalda", ha manifestado Bogas.