Ericsson ha despedido a 18 trabajadores en España durante esta semana. Las nuevas salidas de la compañía tecnológica sueca se enmarcan en su plan de recorte de gastos, que implicará la salida de un total de 8.500 trabajadores del grupo. La mayor parte de los despidos se han producido en Madrid, donde han salido de la empresa 15 empleados, mientras que los 3 restantes se han producido en Barcelona.
Los trabajadores despedidos trabajaban principalmente en las divisiones de Nube, Software y Servicios del grupo, según una comunicación remitida a la plantilla por UGT a la que Europa Press ha tenido acceso. El sindicato ha denunciado que la empresa no ha perdido ningún contrato en el área, ni ha dejado de realizar ninguna actividad. La empresa sueca no ha hecho comentarios sobre la situación en España.
"La reducción de plantilla no es uno de los principales objetivos de nuestra estrategia de reducción de costes. Cualquier impacto en los empleados de países específicos se comunicará primero a nuestros empleados con el máximo respeto y cuidado. No comentamos sobre cifras concretas en este momento", trasladó el grupo al anunciar el plan de ahorro de costes.
Por su parte, UGT ha afeado a la empresa el uso de una estrategia de "despido por lotes" y la falta de un clima de "diálogo" y una negociación colectiva para pactar medidas para minimizar el impacto del plan de ajustes con medidas como salidas voluntarias.
Más de una treintena de vacantes abiertas
En esta línea, el sindicato ha recordado que la empresa cuenta con más de una treintena de vacantes abiertas y ha pedido un plan de recolocación más ampliado y no el aplicado hasta ahora, que, según la organización, se limite a avisar a los despedidos con mayor antelación que el plazo legal y permitirles recolocarse en otro puesto en la compañía que encuentren ellos mismos.
Ericsson se unió a finales de febrero a la ola de empresas tecnológicas que han implementado programas de ahorro de costes, que incluyen reducciones de plantilla, en el caso de la empresa sueca del 8% del personal. Otras empresas como Twitter han cerrado sus operaciones en España, mientras que Meta ha ejecutado también un plan de salidas.
En el caso de la filial española, la compañía elevo un 40% su beneficio neto hasta los 12,9 millones de euros en 2021, último año con datos en el Registro Mercantil, con una facturación estable en torno a los 494 millones de euros. La firma aumentó durante ese año su plantilla en unos 100 empleados hasta cerrar el ejercicio con alrededor de 2.350 trabajadores en el país. Durante la pasada década, la empresa ejecutó hasta cinco Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España, que se tradujeron en la salida de más de un millar de empleados.