Francisco Reynés será el nuevo primer ejecutivo de Criteria, el hólding de participadas de la Fundació La Caixa, tras su nombramiento como consejero este martes, en sustitución de Ángel Simón, y su próximo nombramiento como vicepresidente ejecutivo. Hereda así la gestión de una cartera de participadas con activos que superan los 30.000 millones de euros, pero el relevo también presenta incógnitas, como qué ocurrirá con el plan estratégico presentado por Simón hace diez meses.

Isidre Fainé encargó a Ángel Simón, en febrero del año pasado, dar un giro a Criteria para que recuperara la influencia industrial y política con inversiones estratégicas y también otras que diversificaran su cartera. Eso sí, siempre manteniendo sus pilares, CaixaBank y Naturgy, que son también las grandes fuentes de dividendos para el hólding, que luego transfiere a la Fundació La Caixa para poder llevar a cabo obra social –concretamente, 655 millones anuales.

El 31 de diciembre de 2024, los activos del grupo se situaban en los 30.400 millones de euros. El 31% de CaixaBank representa más de un tercio de esos activos, unos 11.700 millones, mientras que el 26,7% de Naturgy, presidida precisamente por Reynés, aportaba 6.100 millones de euros, según la información publicada por Criteria tras cerrar el ejercicio. Telefónica, ACS, Colonial y otras participadas también tienen peso, aunque hay espacio para el capital privado y otros activos, como se ve en el gráfico:


Estas cifras crecieron notablemente el año pasado. En concreto, 3.835 millones (un 14%), ya que al cierre de 2023 el valor de los activos era de 26.500 millones. El incremento se produjo en parte por la subida en bolsa de algunas participadas, pero también por las inversiones realizadas el año pasado: más de 1.000 millones en Telefónica para alcanzar el 9,9%, más de 900 millones para comprar el 10% de ACS, 600 millones para situarse como primer accionista de Colonial con el 17%, y 300 millones en Puig.

Pero tras el cierre del ejercicio 2024, ya en este año, Criteria ha anunciado dos operaciones más: la compra del 5% de Veolia por 1.000 millones de euros, y del 20% de Europastry, por 300 millones. Por tanto, las participaciones ya se situarían por encima de esos 30.400 millones. El grupo también anunció su entrada en Celsa, con un 20%, por unos 400 millones, pero finalmente frenó la operación, en una decisión que podría explicar la salida de Simón.

El plan estratégico de Criteria

El hasta ahora consejero delegado de Criteria no solo ha realizado estas inversiones. En junio del año pasado presentó el plan estratégico 2025-2030, con el objetivo de alcanzar los 40.000 millones en activos al final del período. El hólding estableció cuatro tipos de carteras para agrupar las inversiones: la estratégica, que incluiría CaixaBank, Naturgy y Telefónica, con un peso de unos 22.000 millones como objetivo para 2030; la de diversificación, con ACS y Puig, que aspiraban a sumar 10.000 millones; la de capital privado, con un objetivo de 4.000 millones, y la inmobiliaria, con otros 4.000 millones.

La duda ahora es si Reynés heredará el plan estratégico con su configuración actual o lo reformulará. El impulso inversor era un mandato de La Caixa, y de Isidre Fainé en particular, por lo que se espera que continúe, pero la composición de las carteras y el tipo de inversiones podrían cambiar. De momento, sigue vigente, ya que fue aprobado por el consejo.

Naturgy, Telefónica y el retorno de la sede

Uno de los puntos aún calientes de las participadas de La Caixa es precisamente Naturgy. Hace tres años que los fondos CVC y GIP, que suman algo más del 40% de la energética, buscan una salida. Reynés trató de proporcionársela con el proyecto Géminis para escindir la empresa en dos, pero el gobierno de Pedro Sánchez lo vetó. Luego lo intentó Criteria, con un acuerdo con la empresa emiratí Taqa, que finalmente se echó atrás. Ahora la solución podría volver a pasar por Taqa, pero son los propios fondos los que lideran la negociación.

El último año de Criteria ha sido intenso y no solo en inversiones. El incremento de participación en Telefónica, hasta el 10%, lo convirtió en socio del gobierno español en el gigante de las telecomunicaciones, ante la irrupción de la saudí STC, y apoyó a Sánchez con el nombramiento de Marc Murtra como presidente.

También se ha producido el retorno de la sede social a Catalunya, aprobado el 5 de marzo, junto con la de la Fundació La Caixa. Ambas se habían instalado en Palma en octubre de 2017.