El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, cree que sería "deseable" cambiar el diseño actual del impuesto a la banca para hacerlo "el más neutral posible". Escrivá defiende que la opinión del organismo que preside es "relevante" a la hora de tomar decisiones en el ámbito bancario y señala que la fórmula actual del tributo plantea "problemas" en "al menos dos ámbitos", ya que no permite deducir las provisiones y la base "puede no reflejar adecuadamente" la rentabilidad de las entidades.
En una entrevista en Expansión, Escrivá argumenta su propósito en el hecho de que, tal como está diseñado actualmente este gravamen, "en la medida en que no deduces provisiones de la base imponible, puedes estar penalizando en términos relativos una actividad bancaria sobre la cual la imposición tendría que ser neutral. Como las entidades financieras suelen tener que hacer más provisiones durante la parte más baja de los ciclos económicos, como no se deducen estas provisiones del impuesto, la base imponible puede no reflejar adecuadamente la rentabilidad de las entidades".
Con todo, el gobernador insiste en el hecho de que "los bancos centrales tienen que ser mucho contenidos cuando hablamos de impuestos, porque tienen efectos redistributivos y estos elementos pertenecen al ámbito de decisión democrática. En este sentido, tenemos el máximo respeto por las decisiones de los órganos elegidos democráticamente con respecto a los impuestos. Dicho esto, nuestra contribución a este debate se puede centrar en el diseño".
La competencia en el caso del Sabadell
Sin referirse directamente a la opa del BBVA en el Sabadell, el gobernador del Banco de España también dice que las fusiones bancarias transfronteres son "más positivas" porque "no reducen la competencia en los mercados locales". "Cuando hablamos de más Europa, hablamos precisamente de tener un mercado único de capitales y bancario", añade. El gobernador apunta que estos bancos paneuropeos "por su escala" tendrían "capacidad de competir de forma clara" con las grandes entidades norteamericanas y asiáticas. Sobre la operación de compra de la entidad vasca en la de origen vallesano, Escrivá recuerda que si el gobierno tuviera que pronunciarse sobre la idoneidad o no de la fusión, tendría que solicitar al Banco de España un informe no vinculante para autorizarla.
Cabe decir que la opinión que tiene que emitir el regulador bancario sobre la operación se centra exclusivamente en la solvencia y, en este sentido, durante el mandato de su antecesor, Pablo Hernández de Cos, el máximo órgano regulador ya se pronunció. Como en el caso del Banco Central Europeo, la autoridad bancaria española sostiene que las dos entidades financieras ya son muy solventes y la que resulta también es muy solvente.