El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que depende del ministerio de Economía, saca jugo a su participación en CaixaBank, donde es el segundo mayor accionista con el 17,8% del capital. El primero es Criteria Caixa con el 30%. Según las cuentas presentadas este miércoles, el Frob obtuvo un beneficio en 2023 de 456 millones de euros, que se suman a los 2.217 millones que ganó un año antes, en 2022.
El propio Frob explica que estos resultados se deben, principalmente, "a la positiva evolución del valor de mercado de la participación de BFA en CaixaBank". Y es que, hasta 2021, el Frob solo obtenía pérdidas. Hay que recordar que el Frob estaba originariamente en Bankia, pero pasó a ser accionista relevante de CaixaBank cuando estas dos entidades se fusionaron en 2021.
Así, entre 2022 y 2023, el Estado ha ganado casi 2.700 millones de euros frente a los números rojos de antes. En el último ejercicio, además, el resultado ha estado determinado tanto por la evolución de la capitalización bursátil de CaixaBank como por los dividendos del banco, que esta distribuye a BFA. "La acción acumula una revalorización de un 146% desde el anuncio de la operación de fusión hasta el cierre del ejercicio 2023", explica.
La buena evolución de CaixaBank en bolsa ha retrasado en varias ocasiones la decisión del Frob de salir de su accionariado. Teniendo en cuenta que el Estado no recuperó apenas dinero cuando estaba en Bankia y en CaixaBank, si tiene esta opción, va a permanecer mucho más tiempo del esperado. Pues se está viendo beneficiado por las recompras de acciones y los dividendos del banco, que son muy superiores a los de antaño, dados los resultados récord que la entidad está obteniendo gracias a la subida de tipos.
Actualmente, el plazo legal para llevar a cabo la desinversión de CaixaBank vence en diciembre de 2025, pero que esta fecha ya ha sido modificada en varias ocasiones. De hecho, el plazo inicial para que el Frob saliera de Bankia debía concluir a los cinco años desde que se inyectaron los 22.400 millones del rescate. Pero dicho plazo se amplió a 7 años, hasta situar la fecha límite en diciembre de 2019.
De nuevo, en febrero de 2020 se aprobó una ampliación de dos años más (hasta diciembre de 2023) que el pasado año el gobierno español decidió extender hasta diciembre del 2025; El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, que antes lo era también en Bankia, ha explicado en varias ocasiones que es el Estado y no el banco quien debe decidir si se mantiene o no como segundo accionista, durante cuánto tiempo estará y si decide irse, en qué circunstancias.
A finales del año pasado, el Frob (que mantiene una participación del 100% de BFA y esta, del 17,88% en el capital de CaixaBank), contrató a un asesor para que le guíe en la salida del accionariado del banco catalán, por lo que esta vez sí, su salida podría producirse el año que viene.
A cierre del ejercicio 2023 y según detalle el Frob en sus cuentas, el valor neto contable de su participación en BFA (y en consecuencia, en CaixaBank) ascendía a 6.748 millones de euros.
Sareb sigue sin aportar nada a las cuentas del Frob
Por otra parte, el Frob, que desde enero preside Álvaro López Barceló, recuerda que también es el principal accionista de Sareb (el banco malo) con una participación del 50,14% tras el proceso de compra acometido el 5 de abril de 2022.
Sin embargo, esta participación sigue sin darle alegrías. "En lo que se refiere a la valoración de la participación en Sareb, el Frob ya había registrado en 2019 el saneamiento total de dicha participación, la cual continúa íntegramente deteriorada, sin efectos en las cuentas de 2023", concluye.