Algunas empresas norteamericanas han empezado a aplicar un recargo a productos que han importado de China para trasladar la subida de los aranceles a los clientes. Este recargo aparece especificado en la factura, de manera que transmite al cliente un mensaje bien claro: el responsable del aumento de precio es la Casa Blanca. The Wall Street Journal ya lo denomina "Este arancel no es culpa nuestra".
En algunos casos, aplican un recargo fijo de 5 dólares y, en otros, un porcentaje sobre el precio del producto, pero siempre especifican en la factura que entregan al cliente que es por culpa de los nuevos aranceles a las importaciones de productos chinos. Eso pasa con pequeños electrodomésticos, artículos de deporte, juguetes infantiles... y también ciertos juguetes para adultos. En realidad, la empresa de bienestar sexual femenino Dame se ha convertido en abanderada de este movimiento. Aplica un recargo de 5 dólares por cada producto que vende.
En declaraciones a CBS Money Watch, la directora ejecutiva de Dame, Alexandra Fine, ha recordado que los fabricantes de este tipo de productos de bienestar sexual (imagen superior) están en China y que, con el recargo, quieren que las clientes entiendan que se han encarecido por "una decisión política".
Alexandra Fine y Janet Lieberman, ingeniera del MIT, fundaron Dame en 2014 y desde entonces han sabido como impactar en los grandes medios de comunicación. Por ejemplo, en 2019 denunciaron ante los tribunales al Metro de Nueva York por discriminación publicitaria, por vetar la publicidad de sus productos, motivo por el que ya aparecieron desde New York Times a Forbes.
China es el gran fabricante mundial de juguetes sexuales, tanto para mujeres como para hombres, si bien su primer mercado está en Estados Unidos. Pero eso pasa con multitud de artículos, algunos sorprendentes: con muchísima diferencia, los norteamericanos también son los primeros consumidores mundiales de decoración navideña, que en el 80% importan de China, incluidos los tradicionales Papa Noel con renos, según señala Morning Brew. Este medio informa de que, a causa de los nuevos aranceles, se han suspendido los pedidos en las fábricas chinas proveedoras de decoración navideña.
De los 50 artículos que los norteamericanos importan más de China, 46 están afectados por el incremento de los aranceles, y suerte que Trump excluyó este fin de semana los teléfonos inteligentes, portátiles y otros productos electrónicos. Según Financial Times, más de tres cuartas partes de las consolas de videojuegos, ventiladores eléctricos o microondas –en este último caso, nueve de cada diez– que hay en los hogares norteamericanos se han fabricado en China. Respecto a los equipos de aire acondicionado, un 40% tienen este mismo origen. Incluso las muñecas Barbie, casi un símbolo de la manera de vivir de los norteamericanos, se fabrican en China aunque Mattel, con sede en California, las distribuye por todo el mundo.