Los trabajadores de Renfe y Adif, casi 30.000 en España, están llamados a secundar los cinco días de huelga que han convocado los Comités Generales de Empresa, en representación de los sindicatos CCOO, UGT, SEMAF, SCF, CGT y SF. Los paros, de 24 horas, afectarán a todos los territorios a nivel nacional, y también a todo tipo de trayectos y trenes, tanto los de media y larga distancia, como los servicios de cercanías.
En concreto, dichos paros están programados para este viernes día 24 y el próximo jueves, 30 de noviembre. Además de los días 1, 4 y 5 de diciembre, que coinciden con el puente de la Constitución, aunque se ha evitado precisamente hacer paros los días 6 y 8, festivos en España, ya que son los de mayor movimiento.
Para evitar el caos, como suele ser habitual en este tipo de huelgas, el Gobierno español ya ha anunciado que habrá servicios mínimos. El ministerio de Transporte que ahora lidera el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, en sustitución de Raquel Sánchez, ha fijado "servicios mínimos obligatorios para asegurar la prestación de los servicios esenciales del transporte ferroviario de viajeros y mercancías ante las jornadas de huelga".
Según la resolución del Ministerio, los servicios mínimos esenciales de Renfe serán del 75% para los trenes de cercanías en hora punta, de 6:00 de la mañana a 9:00, de 14:00 a 16:00 horas y de 18:30 a 20:30 horas. Y del 50% el resto de la jornada. En media distancia, se cubrirá el 65% de los servicios. Y en los AVE, de larga distancia, el 72%.
Según ha comprobado este medio, en el trayecto de larga distancia entre Madrid y Sevilla se verán afectados el 31% de los servicios AVE de Renfe; en el de Madrid-Barcelona casi el 26%; en el de Madrid-Málaga otro 21% y en el de Madrid-Valencia, un 16% del total de los trenes en circulación.
Para los viajeros de AVE, larga distancia y media distancia, cuyo tren esté afectado por los servicios mínimos, Renfe ha establecido la opción de viajar en otro tren, de horario aproximado, siempre que sea posible. Pero si el pasajero no desean realizar viaje, podrá anular o cambiar el billete para otra fecha sin ningún coste.
La huelga de Renfe y Adif ha sido el primer escollo al que ha tenido que hacer frente el nuevo ministro, pero no será el único. Si bien, la protesta de los trabajadores del sector ferroviario se debe al sorpresivo anuncio del pasado día 2 de noviembre del traspaso de Rodalies a Catalunya, un traspaso al que no se oponen, pero sí a como se ha producido: sin el acuerdo de la representación legal de los trabajadores, lo que ha despertado una oleada de quejas ante la posibilidad de que eso suponga una segregación de las empresas públicas y pueden verse afectados.
”No nos oponemos a las transferencias de Rodalies, sino a la segregación de las empresas", indican desde Comisiones Obreras, que es el sindicato mayoritario en Adif. “Estamos dispuestos a negociar con las empresas y con la Generalitat o en el foro que se considere oportuno para ver la posibilidad de que esa constitución, o no, de una empresa participada entre el Ministerio y la Generalitat pudiera suponer una figura jurídica que garantizará que los trabajadores que siguieran haciendo esa operación en Catalunya estuvieran ligados al grupo Renfe, y no perdieran ese nexo de unión más allá de que las decisiones, las gestiones y la planificación pueda depender de la Generalitat o del Ministerio de Transportes”.
Hay que recordar que este traspaso forma parte del acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC de cara a la investidura de Pedro Sánchez, que finalmente se materializó el pasado jueves. Desde UGT recuerdan que han exigido al ministerio el cumplimiento de una serie de premisas innegociables y que se resumen principalmente en el mantenimiento de la integridad tanto de la Red de Infraestructuras Ferroviarias (gestionadas por Adif), como de Renfe Operadora, a la vez que se garanticen los derechos de los trabajadores y trabajadoras, no sólo los económicos sino, también, los profesionales y de movilidad.
Desde SCF (el Sindicato de Circulación Ferroviario) que representa a los controladores de trenes y los jefes de estación, indican que la posibilidad de alargar esta huelga de cinco días, dependerá de si evoluciona favorablemente la actual y consiguen avanzar con la secretaria de Transporte, con quien ya se reunieron la pasada semana, aunque no hubo avances.
A la huelga está convocada toda la plantilla de las dos compañías, el personal que trabaja en las estaciones, los maquinistas, los que se dedican a la venta de billetes, los que manejan los trenes circulación... En total, unos 15.000 trabajadores de Renfe, más otros 12.000 de Adif.