La gran distribución está saturada por la oferta de cápsulas de café monodosis, cuando lo que crece es la demanda del café en grano. Los adeptos en el café de cápsula son cada vez menos: "Ha pasado el boom", manifiesta Raul Pont, consejero delegado de Cafès Pont. La marca de Sabadell, con 22 años de historia, ha tomado nota que en el último año la demanda doméstica de café en grano ha crecido un 60% y está posicionando en las estanterías de la gran distribución "con un producto de gama media-alta". Con nuestra propuesta, ofrecemos al consumidor la posibilidad de qué disfrute de un café recién molido, conservando todo su aroma y características organolépticas, y reduciendo al mismo tiempo la generación de residuos. Llegamos así a un perfil de consumidor más gourmet, más exigente con la calidad y también con más conciencia medioambiental", afirma Raul Pont. La marca ha incrementado su presencia en grandes cadenas de supermercados - Alcampo, Esclat-Bon Preu, Sorli, Condis, entre otros- y ha mejorado la venta de café destinado al consumo doméstico por Internet.
El directivo explica que el consumidor ha cambiado sus preferencias básicamente por una cuestión de precio y por un tema de sostenibilidad. "Las cápsulas son reciclables, pero producirlas y distribuirlas no lo es", observación. Eso al hecho de que los fabricantes de máquinas de café en grano han ajustado los precios de venta de estos aparatos, con lo cual al ahorro del café en grano si suma el de la compra de la cafetera. El año 2022, los incrementos del café en origen, de los materiales para el envasado, del transporte y de la energía no pasaron de largo del sector del café y muchos fabricantes, especialmente los de cápsulas, subieron los precios. El informe sectorial que elabora Alimarket reflejaba que el año pasado hubo un crecimiento a doble dígito del café en grano, que suma tres años de ascenso consecutivo y concentra la mayoría de las novedades de la industria, mientras que el café en cápsulas ha acusado la tendencia del consumidor a comprar por precio y ha bajado ventas después de más de una década protagonizando la actualidad del sector.
Esta filosofía también está muy extendida en el centro y norte de Europa, donde en más, la costumbre es tomar café de filtro que se compra ya mucho o para moler. Y esta es la oportunidad que ha aprovechado Cafès Pont para su internacionalización. Actualmente, ya dispone de una delegación en Oslo (Noruega), después de tomar parte de las acciones del distribuidor que tenía. Eso le ha permitido desarrollar productos específicos para adaptarse a las características de consumo de la población con la fabricación de Nordic Coffee, un café especialmente creado para cafeteras de filtro, y a las cuales solo se comercializa en este país, con formatos de 80g y 120g. La compañía también tiene distribuidores en Bratislava (Eslovaquia) y Amsterdam (Países Bajos). La siguiente escala será Francia, donde está haciendo una búsqueda activa para contar con un socio distribuidor. También está valorando su expansión por el continente asiático, donde la demanda de café ha aumentado considerablemente en los últimos años.
El consejero delegado de Cafès Pont, Raul Pont, también cree que la diversificación de líneas de negocio de la empresa ha sido decisiva para su crecimiento. De esta manera, la línea profesional de cafés para el sector de la hostelería y la restauración y la que va dirigida al consumo doméstico pueden compensarse, en contextos económicos como el de la pandemia. De hecho, Raul Pont confirma que, en el 2022, "todavía hemos registrado un 10% menos ventas en la hostelería -donde cuenta con 3.000 clientes- respecto de 2019, mientras que el resto de canales se han recuperado completamente". Con 1,1 millones de kilogramos de café vendido en el 2022, el año se cerrará con unas ventas de 13 millones de euros, que prevé incrementar en un 7,5% este año.
En la diversificación de la marca también se fija como objetivos las líneas de cafés ecológicos y los envases reciclables, adaptándose "al mercado local, con delegaciones a Girona, Vic, Lleida, Tarragona, Mallorca y Valencia, y a las tendencias que señala el consumidor". Algunos productos, como el café Sanjami, cuentan con el sello Rainforest Alliance, que certifica que el café ha estado cultivado en fincas con producción agrícola sostenible y cadenas de suministro responsables.
En materia de sostenibilidad interna, la compañía invirtió en el 2011 instalación de 220 paneles solares en las instalaciones de 4.000 metros cuadrados en Sabadell, para proveerlas de energía fotovoltaica, con una reducción de la huella de carbono equivalente a 47,36 TCO2 ep durante el primer año, y más de 1042 TCO2 ep, en un plazo de 25 años.
La trayectoria de Cafès Pont se remonta a un pequeño negocio de venta de cafés que fundaron, en 1952, a los hermanos Armand y Feliu Pont. Y lo hicieron sacrificando el saxo que tenía a Feliu Pont, porque lo vendió para conseguir dinero para comprar los primeros cuatro sacos de café. Mientras él se dedica al torrente, la venta y el reparto del café en los locales de hostelería más emblemáticos de la zona, su hermano Armand se encarga de comprar el café verde en origen y de la contabilidad. Desde entonces, compran en origen, hacen la limpieza del grano, el tostado para encontrar el mejor punto de sabor, la producción y el envasado final.