El presidente de la china Evergrande, Hui Ka-yan, se encuentra bajo arresto domiciliario policial, según ha anunciado este miércoles Bloomberg. La noticia, que ha hundido a la compañía otro 19% en la Bolsa de Hong Kong (ya el lunes sufrió un fuerte desplome) ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la inmobiliaria, que desde hace dos años acapara todos los titulares. Fue en agosto de 2021 cuando se encendieron las alarmas, pues numerosos proyectos de la empresa se paralizaron debido al vencimiento de deudas, lo que llevó al Banco Central y a las autoridades financieras a advertir a Evergrande de que debía reducir riesgos y dar prioridad a la estabilidad.
Pero apenas un mes después de este aviso, Evergrande, que arrastraba una fuerte deuda de 305.000 millones de dólares, incurría en el impago de intereses de deuda internacional. Lo que llevó a la compañía a empezar a sufrir fuertes oscilaciones en la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza. Incluso llegó a estar suspendida de cotización durante dos semanas, recuerda la Agencia EFE.
En noviembre de ese año, el presidente de la firma, Hui Ka-yan, vendió 1.200 millones de sus acciones por un valor de 342,7 millones de dólares (304 millones de euros), reduciendo su participación del 77% al 67,9% en busca de liquidez para enfrentar las deudas de la compañía. Pero de poco sirvió, pues en diciembre, la compañía anunciaba la posibilidad de que no podría hacer frente a toda su deuda y que negociaría un plan de reestructuración con sus acreedores offshore. Lo que hizo que en Bolsa, las acciones de Evergrande llegara a su mínimo histórico.
Los problemas se agudizaron en marzo de 2022, cuando Evergrande se vio obligada de nuevo a suspender su cotización bursátil ante la incapacidad de presentar resultados auditados antes del 31 de marzo de ese año, que es cuando le correspondía. La cotización, de hecho, ha estado suspendida hasta el mes pasado. Y en este contexto, en noviembre del año pasado, el China Construction Bank, uno de los acreedores de Evergrande, requisó una mansión de Hui en una prestigiosa zona de Hong Kong.
En enero de este 2023, la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) renunció a seguir auditando al endeudado gigante inmobiliario al considerar que no había recibido información suficiente sobre algunos asuntos clave para evaluar las cuentas de la compañía en el ejercicio 2021. En este contexto, la firma decide dos meses después presentar un plan para reestructurar parte de su deuda extraterritorial (offshore), proponiendo a los tenedores de ese tipo de bonos varias opciones, desde nuevos títulos de deuda con el mismo valor a "instrumentos vinculados al capital" que pueden ser convertidos en acciones de sus filiales de gestión inmobiliaria o de vehículos eléctricos.
Así, el pasado mes de abril, el gigante inmobiliario anuncia acuerdos con bonistas offshore y asegura que el 77% de los tenedores de deudas de clase A y el 30% de los tenedores de deudas de clase C han presentado su apoyo a la propuesta de reestructuración. Fue finalmente en julio cuando la empresa presentó los resultados de los últimos dos años.
En concreto, informó de pérdidas de 476.035 millones de yuanes (61.782 millones de euros) en 2021 y de 105.914 millones de yuanes (13.746 millones de euros) en 2022. En 2020, Evergrande había ganado 8.076 millones de yuanes. Para afrontar su grave situación financiera y evitar el embargo de sus activos, en agosto, Evergrande solicitó la protección de la ley de quiebras de Estados Unidos. La empresa se acogió al capítulo 15 del código de bancarrota estadounidense, que permite a las empresas extranjeras que están en proceso de reestructuración suspender los pagos de sus deudas internacionales en Estados Unidos.
También en agosto, el conglomerado anunció que en el primer semestre del año había perdido 33.012 millones de yuanes (4.283 millones de euros), un 50,4% menos que en el mismo periodo de 2022. Aunque el resultado no le libre del desplome en bolsa. Las acciones del grupo chino perdieron un 79% de su valor tras reactivar su cotización en la Bolsa de Hong Kong, que llevaba suspendida desde marzo de 2022. Hay que recordar que Evergrande ya había perdido más de un 90% de su valor bursátil cuando suspendió la negociación de sus participaciones.
Finalmente, este mes de septiembre, la Policía de la ciudad de Chenchén (sureste) informó del arresto de un número indeterminado de empleados de una filial financiera de Evergrande. Lo que hizo que la compañía anunciara que no podía cumplir con los requisitos para la emisión de nuevos títulos de deuda, ya que su filial Hengda Real Estate Group estaba siendo investigada por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China. Lo que llevó de nuevo a sus acciones a desplomarse en bolsa.
Hasta que finalmente este miércoles, Bloomberg informaba de que Hui se encuentra bajo arresto domiciliario policial, provocando que la empresa cerrara de nuevo con abultadas pérdidas en la Bolsa de Hong Kong.