Isidre Fainé ha revolucionado La Caixa. El fichaje de Ángel Simón tenía un objetivo y lo está cumpliendo con creces. CriteriaCaixa, el brazo inversor del grupo catalán, no está comprando solo lo previsible, como Telefónica, Naturgy e incluso Colonial, sino lo imprevisible, como ACS y quien sabe si también Talgo. Definitivamente, el directivo manresano ha vuelto a la primera línea económica y también en influencia.
Después de más de una década de un perfil más bien bajo –con excepciones–, marcada más por las desinversiones, como la de Abertis, el giro es una realidad. En pocos meses, el grupo que preside Isidre Fainé ha emergido como socio del Gobierno, de Puig, de Pallete, de los nuevos y grandes inversores árabes y, ahora, de Florentino Pérez, con quién ya tuvo alianzas en el pasado, precisamente en Abertis, que le acabó vendiendo. El presidente de La Caixa será consejero de otra Ibex, ACS, además de ser vicepresidente de Telefónica.
Criteria ha anunciado este viernes, solo dos días después de que se filtrara que llegará al 10% de Telefónica, que ha comprado el 9,4% de ACS por 983 millones de euros. El grupo constructor y de infraestructuras está controlado por Florentino Pérez con más del 13% de las acciones, según los datos de la CNMV, lo que convierte La Caixa en el segundo accionista. El presidente del Real Madrid es probablemente el empresario más influyente en Madrid; estar en su consejo da a Fainé todavía más poder en la capital española.
Esta misma semana, la SEPI, empresa pública a través de la que el Gobierno invierte en compañías, llegó al 10% de Telefónica, en su intento de mantener la españolidad ante la irrupción de la saudí STC, que tiene un 5% y espera autorización, precisamente del gobierno de Sánchez, para llegar al 10%. En plena batalla, ha irrumpido Criteria, que tenía un 3% y pasó a un 5%, con una inversión de 550 millones, pero ya se está preparando para llegar al 10%.
El compromiso de Fainé, sin embargo, más que con el gobierno del Estado o la españolidad, es con el proyecto de José María Álvarez-Pallete; no hay que obligar que es vicepresidente de la teleco desde hace 30 años. Pero quiera o no, es socio del Gobierno en Telefónica, lo que le da influencia, que ya tiene como socio en CaixaBank.
La semana pasada, la noticia que protagonizó el holding que dirige Ángel Simón fue el anuncio de que será el primer accionista de Colonial con el 17% de las acciones, con el pago de 350 millones y varios inmuebles. Solo unas semanas antes había aflorado en su accionariado al superar el 3%. Su entrada en la socimi que preside Juan José Brugera le da un nuevo impulso, y Pere Viñolas ya ha anunciado un plan de inversiones de más de 500 millones.
El retorno a Colonial, una inmobiliaria con origen en las torres negras de La Caixa, se produjo mientras Criteria decidía también aportar 425 millones en la salida a bolsa de Puig. Más que los dividendos, o la posición estratégica en la compañía, que no la tiene ya que está controlada mayoritariamente por la familia Puig, esta inversión era un aviso a navegantes, un mensaje de que el holding de La Caixa está dispuesto a estar en todo aquello que pase a nivel empresarial en Catalunya que sea interesante.
Los retos que vienen
El gran reto de Criteria este año, sin embargo, todavía tiene que llegar. Los cambios accionariales que vienen en Naturgy, con dos fondos que suman más del 41% y quieren salir, son un desafío para el grupo catalán si quiere mantener la posición de primer accionista de la energética. Pero el reto no da miedo a Fainé y Simón, que negocian una opa conjunta con el grupo de los Emiratos Árabes Taqa para controlar la mayoría de Naturgy. La operación todavía se tiene que cerrar, pero es una nueva muestra del giro de La Caixa.
Hay otras operaciones en el horizonte, más en lo posible que en lo probable. Una es Agbar, que gusta a Criteria -Simón era presidente hasta enero– y que querría comprar si el grupo francés Veolia, que controla el 100%, la quiere poner en venta. Eso, de momento, no está sobre la mesa. La otra es Talgo, que está siendo objeto de una opa, pero el Gobierno ha ido a buscar a Criteria para que presente una contraopa y mantenga la españolidad. En este caso, el interés es de Sánchez, no de La Caixa, ya que, según fuentes del grupo catalán, no forma parte de sus prioridades.