El hotelero Antonio Rubio Garcés falleció el lunes pasado a la edad de 90 años, según ha informado mediante una esquela insertada en los medios el Gremio de Hoteles de Barcelona, entidad que presidió entre 1980 y 1999. Durante estas dos décadas, fue la voz de los hoteleros.

Se vio forzado a abandonar la presidencia del Gremio en abril de 1999, después de que su grupo, Hoteles Confort, entrara en crisis y se quedara sin establecimientos. Intentó por todos los medios evitar ser desahuciado del Gran Hotel Don Jaime (imagen superior), de Castelldefels, tal como recogen crónicas periodísticas de la época.

Amigo del también hotelero Joan Gaspart, en aquellos años también presidió la Confederación Empresarial de Hosteleria y Restauración, así como la Federación de Hosteleria de Barcelona y fue miembro de su equivalente española. También formó parte del Consejo de Turismo de Barcelona.

Rubio se negó a abandonar el Gran Hotel Don Jaime. El Instituto Catalán de Finanzas (ICF), que era uno de los acreedores, se adjudicó el hotel para venderlo posteriormente. El comprador fue el grupo Soteras, que ya tenía dos hoteles más en Castelldefels, que pagó 975 millones de pesetas (unos 6 millones de eros). Rubio se opuso a la actuación judicial instada por el ICF. Consideraba que era un precio muy inferior a su valor real. Se negó a abandonar de este establecimientos en un intento de impedir la operación.

Se lo consideraba un hotelero bien relacionado con la Generalitat porque organizaba actos oficiales en sus establecimientos. Pero eso no impidió la actuación del ICF.

En el Gremio, Rubio relevó a Julià Maria Valon y fue sustituido por Joan Gaspart. El funeral se ha oficiado este miércoles en el Tanatorio de Les Corts.

Muchos años después, el hotelero Jordi Mestre renunció en 2021 a la presidencia del Gremio después de vender la mayor parte del grupo hotelero Selenta al fondo de inversión Brookfield. La renuncia de Meste fue voluntaria.