Cavas Marevia ha superado en los dos últimos años ventas de más de 20 millones de euros que la consolidan como la principal embotelladora de cava valenciano y, también, de fuera de Catalunya. Es propiedad de las familias de las hermanas Hevia Ferrer, que fueron accionistas de Freixenet hasta que, en 2018, vendieron su participación a la alemana Henkell.
En 2022, este embotellador de cava de Requena (Valencia) facturó 20,1 millones de euros, un 18,9% más que los 16,9 millones del ejercicio anterior. Los beneficios se situaron en 2,39 millones de euros.
Aunque todavía no han aprobado las cuentas de 2023, su consejero ejecutivo, Diego Jiménez Hevia, avanza a ON ECONOMIA que el año pasado incrementaron la facturación alrededor del 2%. Subraya que están creciendo gracias al cava ecológico y a las exportaciones, que han ido en aumento año tras año, salvo en 2020 por la pandemia.
El Ministerio de Agricultura autorizó en febrero pasado la identificación ‘Requena’ en las etiquetas de las botellas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cava que se elaboren en este municipio valenciano. Diego Jiménez indica que la utilización de ‘Requena’ como subzona de la DOP Cava les servirá para “un mejor posicionamiento” de los productos de este territorio. Recuerda que desde el Consejo Regulador se les estuvo “prohibiendo” durante años cualquier mención a Requena en las etiquetas y que, en su lugar, se les propuso ‘Altos de Levante’, cuando “lo importante es tener nombres que reflejen la autenticidad, no invenciones”. Añade que “el consumidor que compre una botella de Marevia sabe que viene de Requena, no de un lugar llamado Altos de Levante”.
Diego Jiménez asegura que la “ventaja” que les ha permitido mejorar las ventas no es el nombre de Requena en las etiquetas, sino de la “calidad” de los productos. Apunta que “es una zona más bien de interior, con elevaciones de entre 600 y 900 metros, suelos pobres, inviernos fríos, baja pluviometría, pero viñas con riego”. Y subraya que estas condiciones hacen que sea “una zona ideal para elaborar cavas ecológicos de calidad, y con el nombre de Requena es lo que queremos poner en valor”.
Además de las bodegas, Marevia también dispone de una planta de desalcoholización. Jiménez precisa que, si bien embotellan algo de espumoso 0,0%, que “no se puede llamar cava”, la facturación en este campo proviene de dar servicio a otras bodegas que “se están aventurando” a sacar referencias de vino sin alcohol. Señala que es una categoría que, como en el caso de la cerveza, está creciendo mucho.
El ranking del cava valenciano
Con mucha diferencia, Marevia es el primer productor de cava de Requena. Otras conocidas bodegas de esta subzona son Pago de Tharsys, con una facturación en 2022 de 3,73 millones de euros (7,8% más respecto al ejercicio anterior); Chozas Carrascal, 2,75 millones (9,67% más), o Tantum Ergo, 2,28 millones (12,25% más).
Cavas Marevia es propiedad al 100% de las familias de las hermanas Agustina, Montserrat y Carmen Hevia Ferrer desde que, a finales de 2019, compraron la participación a su hermano Enrique y a sus primos Ferrer y Bonet, entre los que se encuentra José Luis Bonet, presidente de honor de Freixenet.
Anteriormente, Cavas Marevia –denominada Unión Vinícola del Este (UVE) hasta 2022– era propiedad de Caldiberia, una sociedad holding controlada por los expropietarios de Freixenet –las distintas ramas Ferrer, Bonet y Hevia– y que se mantenía fuera del perímetro del gran embotellador de cava. Después de que los Hevia y parte de sus familiares vendieran su participación en Freixenet a la alemana Henkell, se repartieron las bodegas que formaban parte de Caldiberia: así, el negocio de Requena fue para los Hevia; Vins Font, en el Penedès (Barcelona), pasó a la familia de José Ferrer; y Castelo de Medina, en la DOP Rueda, a la de Pedro Bonet.
La familia Hevia controla Cavas Marevia a través de Hevia Gestión Corporativa SL. En los consejos de estas dos sociedades aparecen los tres hermanos Jiménez Hevia, incluido Diego –su primer ejecutivo, hijo de Montserrat–, y los tres hermanos Hernández Hevia.