La familia Serra se propone sacar GCO (Grupo Catalana Occidente) de la Bolsa. Ejecutará esta operación a través de Inoc SA, que ya es la accionista mayoritaria (62,03%), en la cual participan varias ramas de la familia Serra pero también representantes de otros linajes históricamente vinculados a la compañía como los Juncadella, Villavecchia o Thiebaut.
Cuando el 27 de marzo pasado anunciaron la opa sobre el 37,97% que les falta para completar el 100% de GCO, ofrecieron 50 euros por acción. Este importe suponía una prima del 18,3% respecto al valor de cierre de la Bolsa aquel día, pero, al día siguiente, la cotización se disparó un 16% hasta los 49,05 euros. Desde entonces, ha caído ligeramente, hasta los 48,65 euros de este viernes, si bien todavía supone un incremento del 38,21% en un año.
Efectivamente, la opa de exclusión de la bolsa de GCO despierta interés y ya se han desencadenado escaramuzas. Uno de los accionistas minoritarios, el fondo Gesinter, indicó este viernes que la oferta debería superar los 60 euros por acción si se tiene en cuenta "el valor real del negocio". El director de inversiones de este fondo barcelonés, Joan Esteve Manasanch, apuntó que la oferta de 50 euros valora GCO "en solo 9 veces sus beneficios, muy por debajo de otras compañías comprables como Generali o Allianz, que cotizan entre 12 y 14 veces los beneficios". Advierte que si la opa no atrae un mínimo del 13% del capital para que el accionista mayoritario alcance el 75%, la operación no se concretará y GCO seguirá cotizando en bolsa.
Pero la familia Serra se prepara para sacar a GCO de la bolsa y, según se apunta en círculos empresariales, también para devolver la sede social a Barcelona después de trasladarla a Madrid a raíz de los hechos de octubre de 2017. Tal como ha hecho Banco Sabadell, Fundación La Caixa, Criteria, Applus... tienen sobre la mesa el regreso a Sant Cugat del Vallès, donde se encuentra su sede central, y también la social hasta hace poco más de siete años, si bien todavía no han decidido en qué momento darán este paso.
Al frente de la familia está José María Serra Farré (1944), presidente del consejo de administración, pero el primer ejecutivo es su hijo, Hugo Serra Calderón (1975), que es el consejero delegado de GCO desde enero de 2022. En estos tres años, ha reunido las diversas enseñas de seguros –Catalana Occidente, Plus Ultra, Seguros Bilbao, Nortehispana...- bajo el paraguas de la marca Occident; ha potenciado el negocio de seguro de crédito con Atradius; y ha adquirido Mémora, el primer operador funerario de España.
El grupo cerró 2024 con cerca de 6.000 millones de euros de facturación (5.997,7 millones), un 3,5% más que en el ejercicio anterior, y con un resultado consolidado de 688,7 millones, un 11,9% más. Cuentan con más de 8.600 empleados y presencia en más de 50 países.
La familia es divide en tres ramas: Serra Calderón (hijos de José María Serra Farré), Enrich Serra i Halpern Serra, todas accionistas de GCO. Pero existe otra rama, la de Jesús Serra Farré (1950) y su esposa, Icíar Usandizaga, que en 2009 se separaron del grupo asegurador y que están al frente de la estación de esquí de Baquira-Beret y de sus hoteles. A raíz de ello, José María Serra Farré conservó el control del negocio asegurador y su hermano Jesús, de la estación de esquí aranesa. Esta última familia (Serra Usandizaga) también controla Químicas del Cinca (54%) y el fabricante de soluciones contra plagas agrícolas SEDG Healthy Crops (54%).
En los consejos de GCO y de Inoc SA, su accionista mayoritario, también aparecen otros nombres de linajes empresariales históricamente vinculados a las empresas que conformaron el grupo asegurador como Javier Juncadella Salisachs, Fenando Villavecchia Obregón –descendiente de los De Delás, fundadores de La Catalana– o Alberto Thiebaut Estrada –antiguos socios de Occidente–.
La actual GCO sitúa sus orígenes en la Sociedad Catalana de Seguros contra Incendios en Prima Fija, conocida como La Catalana, fundada en 1864 por Fernando De Delás y de Gelpí (Girona, 1823 – Barcelona, 1909). Casi un siglo después, Jesús Serra Santamans (1911-2005), el artífice del grupo, compró La Catalana en 1959, años después de adquirir en 1948 la madrileña Occidente, con las que perfilaría lo que fue Catalana Occidente.

Jesús Serra Santamans expandió el negocio asegurador por toda España. Fue la primera compañía que introdujo la informática en la gestión del seguro, en 1963, y en la década siguiente estrenó la Icónica sede central de Sant Cugat. El peor momento fue el 26 de marzo de 1980, cuando fue secuestrado por ETA, precisamente cuando se dirigía al Real Club de Tenis Barcelona, club que presidía. Fue liberado al cabo de 66 días. Serra Santamans y su esposa, Lluïsa Farré Navarro, tuvieron cuatro hijos: Josefa (1942), Assumpta (1943), José María (1944) y Jesús Serra Farré (1950).
El relevo a la segunda generación comenzó en 1982, cuando José María Serra Farré llegó a director general, y se consumó en 1991, cuando fue nombrado consejero delegado después de que su padre le traspasara todas las facultades ejecutivas. El relevo a la tercera generación llegaría con Hugo Serra, que tras trabajar para multinacionales del sector financiero entró en el consejo de administración (2006), dirección general adjunta de presidencia (2013) y consejero delegado (2022). Pero antes de ellos hubo otro Serra que se dedicó a los seguros, Josep Maria Serra Sallent –bisabuelo de Hugo, abuelo de José María y padre de Jesús Serra Santamans–, que fue alcalde del Pont de Vilomara (Bages) y que creó la pequeña agencia Seguros Serra Sallent en Manresa antes de la Guerra Civil.

GCO lleva décadas creciendo a base de incorporaciones de compañías del sector desde La Catalana y Occidente. Sólo en el último cuarto de siglo, han adquirido Multinacional Aseguradora (1999), Crédito y Caución (2000), Lepanto (2001), NorteHispana (2001), Seguros Bilbao (2004), Atradius (2010), la filial españolade Groupama (2015), Grupo Provisora Bilbaína (2016), Antares (2019) y Mémora (2023). Desde 2004 están en el capital de Cuideo, la start-up del sector de la dependencia en la que también participan Atresmedia y la familia Botet (una de las fundadoras de Caprabo).
Operaban en el sector funerario a través de Asistea, que posteriormente han integrado en Mémora, adquirida hace dos años por 410 millones de euros en el fondo de pensiones canadiense Ontario Teacher's Pension Plan Board y en el equipo directivo de la funeraria catalana.