Miembros de históricas familias del Banco Sabadell, que participaron en su fundación en 1881 o que han dado presidentes y consejeros en este siglo y medio, se han movilizado contra la opa hostil del BBVA. En su condición de accionistas, apelan a los orígenes, pero, sobre todo, se oponen por motivos económicos. Son los promotores de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell que se creo en junio del año pasado.
Al frente de la asociación hay directivos, empresarios y académicos vinculados a estirpes históricas del textil y del Gremio de Fabricantes de Sabadell, que es la entidad de la cual surgió el banco. Por eso, no es casualidad que la asociación se haya alojado en el palacete del Gremio de Fabricantes, en el número 30 de la calle Sant Quirze.
El presidente de la asociación de minoritarios es Jordi Casas Bedós, actual director del gabinete de presidencia de Josep Sánchez Llibre en Foment del Treball. En el pasado fue diputado, senador y delegado de la Generalitat en Madrid. Su familia mantiene una larga vinculación con el Gremio de Fabricantes y uno de sus primos, Francesc Casas Selvas, fue consejero del banco entre 1998 y 2013.
El vicepresidente de la asociación es el ingeniero y empresario Juan Corominas Guerín. Miembro de una antigua estirpe de industriales del textil, preside el Consejo Social de la Universitat de Barcelona y ha formado parte de los consejos de varias empresas del grupo Sabadell –incluida la presidencia de Sabadell Aseguradora- entre otras compañías. Es hijo de Joan Corominas Vila, presidente del Sabadell (1976-1999), al cual sucedió Josep Oliu Creus, que desde entonces se ha mantenido al frente del banco.
Como secretario de la asociación está Joaquim Badia Casas, tesorero de la Cambra de Comerç de Sabadell, precisamente en representación de Banco Sabadell. Actualmente jubilado, había ejercido responsabilidades comerciales del banco en la comarca del Vallès Occidental. Forma parte de varias entidades cívicas y culturales.
El tesorero de la asociación es Juan Bril Combalia, empresario del sector textil (Interlana), ya jubilado, descendente de la estirpe industrial de los Gorina, dos miembros de la cual ya aparecían en el primer consejo de administración del banco en 1882.
Y como vocales están Santiago Sauquet Canet, empresario del textil y del inmobiliario, y Joan Llonch Andreu, también de una estirpe del textil que estuvo en la fundación del banco y de la cual han salido varios consejeros y un presidente. Él mismo ha sido consejero y vicepresidente (1999-2009) y, en la actualidad, ejerce de profesor de Economía de la Universitat Autònoma de Barcelona.
En declaraciones a ON ECONOMIA, Joan Llonch Andreu señala que la asociación de minoritarios "no puede engañar a los accionistas", que no sería ético decirles que no vendieran si la oferta del BBVA fuera buena, pero que se oponen a la opa porque los perjudicaría: "el BBVA siempre ha intentado comprar barato". A finales de este febrero, participará en compañía de Jordi Casas en un encuentro con periodistas económicos en Madrid para explicar los argumentos contra la operación del banco de Carlos Torres.
Muestra de apoyo a Oliu
El 5 de febrero pasado, se presentó un libro sobre su abuelo, Joan Llonch Salas (1902-1976), destacado industrial del textil que fue consejero del banco durante 30 años y que llegó a presidirlo poco antes de su fallecimiento. La presentación de esta biografía, en el Cercle d'Economia, se convirtió en una muestra de apoyo hacia Josep Oliu –por cierto, firma el prólogo del libro– en su pugna para abortar la opa del BBVA. Los Oliu también son una estirpe del Sabadell. Entre los asistentes estaban otros miembros de familias históricas del banco y de la asociación de accionistas minoritarios como Juan Corominas Guerín o Juan Bril Combalia.
Durante la mayor parte de su historia, el Sabadell ha sido un banco estrechamente ligado a los industriales del textil, que fueron sus fundadores. En plena Fiebre del oro, como describió Narcís Oller en la novela costumbrista del mismo nombre, 127 empresarios textiles sabadellenses crearon un banco en diciembre de 1881 para que les facilitara las compras de dos elementos básicos para sus industrias: la energía y las materias primas, que en su caso era el carbón –procedente de Gran Bretaña y Asturias– y la lana que importaban de Argentina. En aquel momento, era un banco de negocios, utilizado por los industriales para sus operaciones. No se convirtió en un banco comercial hasta la primera década del siglo XX.
Sobre estos vínculos con el textil sabadellense, el profesor Llonch Andreu recuerda, como ejemplo, la segunda presidencia de Ferran Casablancas Planell (1946-1960), un proveedor de los fabricantes, que reunió en su consejo de administración a cuatro de los principales industriales de la lana que eran competidores entre ellos: de las familias de los Llonch, Garriga, Nonell y Fonolleda. Todavía había otro industrial del textil en el consejo, pero no era competidor de los anteriores porque estaba en el ramo del algodón: Bonaventura Brutau Viloca. El primer industrial metalúrgico que entró en el consejo fue Antoni Ferrer Sabater (Comercial de Laminados), a finales de la década de los setenta.
Por cotizar en bolsa, se pueden consultar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cuáles son los principales accionistas institucionales –encabezados por Blackrock, con el 6,25%– pero no los minoritarios. Por el consejo del banco han pasado miembros de otras conocidas estirpes empresariales, si bien se desconoce si sus descendientes continúan formando parte del accionariado: por ejemplo, el primer presidente después de la Guerra Civil fue Enrique Pierre Gorina (1939-1945), empresario de la lana, bisabuelo de Óscar Pierre, fundador de Glovo; o los Oliver, una estirpe de la cual han surgido alcaldes de Sabadell, literatos –Joan Oliver Sellarés, conocido como Pere Quart- y banqueros. Un miembro de esta familia, Pere Oliver Salt (1798-1869), fue el primer presidente de la Caja de Ahorros de Sabadell, entidad histórica que en 2010 se integró a Unnim y, en 2013, fue engullida por el BBVA.
Por el consejo de Banco Sabadell han pasado otros miembros de conocidísimas estirpes empresariales, si bien no son históricas porque solo se mantuvieron en el accionariado durante unos años: Joaquim Folch-Rusiñol Corachán (presidente de Pinturas Titán hasta que la vendió en 2020), Héctor Colonques Moreno (Porcelanosa), Sol Daurella Comadran (Coca-Cola Europacific Partners) o los difuntos José Manuel Lara Bosch (Planeta) e Isak Andic Ermay (Mango). Los tres últimos salieron con pérdidas.