Alberto Núñez Feijóo no acaba de dar con la tecla para convencer a los empresarios y directivos catalanes, socios del Cercle d’Economia o no, que se reúnen en el encuentro anual de esta institución. Y no porque esté en las antípodas del catalanismo de buena parte de la audiencia, sino por centrar su discurso en los ataques a Pedro Sánchez y dejar de lado la presentación de propuestas, según expresaron a ON ECONOMIA diversas fuentes empresariales en los pasillos del Palau de Congressos de Catalunya.
El presidente del PP repitió el error del año pasado, en el que ya decepcionó por su discurso excesivamente político y centrado en destruir al adversario, el presidente del Gobierno. Tan solo hace dos años, en puertas de las elecciones generales, Feijóo gustó, porque viéndose con un pie en la Moncloa, hizo propuestas económicas y promesas en el ámbito fiscal que satisfacían a empresarios y directivos, quienes ya casi lo trataban de presidente, esperando que su posible victoria les trajera políticas más favorables.

Y es que tiene un público que podría ser suyo si fuera más propositivo. El sector empresarial está en contra de Sánchez por medidas como la reducción de jornada, aprobada por el Consejo de Ministros este mismo martes, y, de hecho, recurrirán al Congreso para frenarla. O por la alta fiscalidad, o por la política de vivienda. Los frentes abiertos de Sánchez que inquietan a los empresarios son diversos, pero, aun así, el presidente español sabe ganárselos con datos y sacándose algún conejo de la chistera, como la consulta pública sobre la opa del BBVA al Sabadell.
Las políticas económicas del PP les son más cercanas, pero Feijóo se centra en los ataques en lugar de las propuestas. Así lo expresaron numerosos directivos consultados por este medio tras la intervención del gallego, durante el almuerzo o por la tarde, en las pausas para el café. “Igual que el año pasado”, resumió uno, con la sensación de que es incapaz de construir un discurso más elaborado.
Otro directivo coincidió en el análisis, y aunque cree que Feijóo puede tener razón en que la consulta pública por la opa del BBVA al Sabadell puede entrañar riesgos para el Estado por las dudas sobre su legalidad e invasión de competencias, sentenció al líder del PP con la siguiente frase: “Pero si Sánchez hubiera dicho que actuaría, entonces Feijóo habría dicho por qué no hacía una consulta”. Siempre a la contra.

La consulta ha sido el último pretexto de Feijóo para cargar contra Sánchez y le ha ido bien porque ha encontrado, por fin, una posición respecto a la opa en la que no se siente incómodo, después de un año haciendo equilibrios y hablando con la boca pequeña. De hecho, este mismo martes evitó posicionarse repitiendo, hasta tres veces, que su opinión no tiene importancia. Donde se siente cómodo, por fin, es en el ataque a la vía del Gobierno, pero tampoco gustó que evitara mojarse en una cuestión tan sencilla como si está a favor o no de la opa, sobre lo cual fue preguntado en varias ocasiones y a lo que respondió con preguntas al aire.
Feijóo prometió al inicio de su discurso hacer cinco reflexiones generales, pero donde algunos esperaban propuestas, o al menos un diagnóstico argumentado, encontraron dardos al presidente del Gobierno. Por triunfalismo, por gobernar “a golpe de tuit”, por “colonizar las instituciones”, por intervencionismo, entre otras cosas. Y cuando entró en las propuestas, como en energía, como le había pedido Jaume Guardiola, empezó con ataques por el apagón. De hecho, no fue hasta el espacio de diálogo con Guardiola que Feijóo hizo algunas promesas, que tampoco eran nuevas ni sorprendentes, como derogar la ley de vivienda y el impuesto sobre el patrimonio.
Cuerpo, el ministro preferido de los empresarios
El presidente del PP debía ser la estrella de la segunda jornada de la Reunió del Cercle d’Economia, y las expectativas que había generado así lo prometían, pero acabó siéndolo Carlos Cuerpo —con el permiso de la celebración de las 40 reuniones, con presentación de documental incluida. El ministro de Economía llegó en modo estelar para explicar la consulta de la opa, y después, en el auditorio, gustó a la audiencia.
Cuerpo es el preferido de los empresarios, porque “no es del PSOE, es técnico”, recalcaba un directivo. Se ha opuesto desde el inicio a la opa del BBVA al Sabadell y eso le ha hecho ganar puntos en Catalunya. Pero también sus enfrentamientos con Yolanda Díaz, la bestia negra de los empresarios por sus medidas laborales, le han hecho ganar adeptos. De hecho, hace meses que se habla de dos facciones en el Gobierno, el cuerpismo y el yolandismo, y por ejemplo Josep Sánchez Llibre se declaró abiertamente cuerpista.

En esta ocasión, aunque no tenía un papel fácil por la reducción de jornada aprobada este mismo martes por el Consejo de Ministros, sí supo adaptarse al público y, aunque defendió su espíritu, se mostró flexible y esperó que en el trámite parlamentario se pueda “equilibrar” para que sea beneficiosa, no solo para los trabajadores, sino también para los empresarios.
Como las patronales, Cuerpo puso en valor el ámbito de la negociación colectiva y los convenios para adaptarse a la situación de cada empresa, y añadió que “la vía para lograr la reducción de jornada es aumentar la productividad de las empresas”. Por lo tanto, su discurso, a diferencia del de Feijóo, sí sonó bien al auditorio.