Los accionistas críticos con la decisión de Ferrovial de trasladarse a Países Bajos seguirán en la compañía. La empresa de infraestructuras que preside Rafael del Pino sigue adelante con su calendario, después de que no haya constancia de que alguno de los accionistas que votó en la junta en contra del traslado haya decidido salir del grupo. Leopoldo del Pino, el hermano del presidente de la compañía y accionista significativo, votó en contra de la marcha de Ferrovial en la junta de accionistas, pero no ha ejercido su derecho de separación.
Tras la finalización del plazo el jueves por la noche, el periodo de un mes que la compañía fijó para que estos accionistas pudieran ejercer su derecho de separación y vender sus acciones, Ferrovial sostiene que no le consta que ninguno lo haya ejercido. No obstante, aún se deberá esperar al miércoles próximo para dar por cerrado formalmente el proceso, ya que el procedimiento establece un plazo de cuatro días para que los custodios terminen de corroborar la información.
Sin embargo, la compañía no espera que haya cambios al respecto. Además, tampoco tiene constancia de que algún acreedor haya ejercido su derecho de oposición en dicho plazo, una vez que el traslado de la sede social de Ferrovial a Países Bajos fuese respaldado por el 93,3% de los votos en la junta que el grupo celebró el pasado 13 de abril.
La operación, sin rentabilidad para la acción
Para poder sacar adelante este traslado, que tuvo un apoyo mayoritario de los accionistas, a pesar de las presiones del Gobierno en contra del mismo, Ferrovial determinó que los derechos de separación que quisieran ejercitar los accionistas críticos a este traslado no debían superar los 500 millones de euros.
Como se esperaba, Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial y cuarto accionista del grupo con un 4,15%, votó en la junta en contra de este traslado social, pero no se contemplaba la posibilidad de que ejercitara su derecho de separación, que, de haberlo hecho por toda su participación, rondaría los 800 millones de euros.
El traslado de la sede desde España a Países Bajos contó con el apoyo del 93,3% de los votos de la junta y, salvo la negativa de Leopoldo del Pino, solo un 0,29% de los votos rechazaron este cambio de domicilio social. Desde que se anunció este cambio a finales de febrero, las acciones de Ferrovial han cotizado en la bolsa por encima del precio al que se comprometió el grupo a comprarlas y de hecho se acercan al máximo histórico que alcanzaron en 2020 a 30,5 euros por acción.
Pasadas las 14:00 horas de este viernes, los títulos de Ferrovial se intercambiaban a más de 29,5 euros (0,17% más) y en lo que va de año los títulos del grupo presidido por Rafael del Pino se han revalorizado casi un 21%. Una vez pasado este trámite, la compañía sigue trabajando para cotizar en la bolsa de Ámsterdam, como paso previo a hacerlo en el mercado estadounidense, su gran objetivo final, y que espera lograr en el segundo semestre del año.