Ferrovial está ante la que seguramente sea la junta de accionistas más importante en su más de 70 años de historia. El pasado 28 de febrero, la compañía presidida por Rafael del Pino sorprendió al mercado informando del plan de trasladar su sede social de España hasta Países Bajos. Ferrovial alegó que la ‘mudanza’ se daría a partir de la fusión de la compañía con la filial neerlandesa, Ferrovial International, que es titular de más del 86% de los activos de la compañía. De esta forma, trasladaría el domicilio social al país neerlandés, incorporándose a la Bolsa de Ámsterdam, lo que a su vez acercaría a Ferrovial a su objetivo final: debutar en el mercado de valores de Estados Unidos.

La constructora ha explicado que las metas que persigue son estrictamente económicas, pese a que, en las últimas horas, el Gobierno de España ha incidido en los posibles beneficios fiscales que esta ‘mudanza’ trae consigo. Pese a que la empresa liderada por Ignacio Madridejos ha explicado en varias ocasiones que no existe ninguna motivación relacionada con el ahorro fiscal, el Ejecutivo estatal lo cree así, alegando que sería Hacienda la que tendría la última palabra a la hora de determinar si existe un motivo “lógico” por el que trasladarse a Países Bajos o, al contrario, sí existe una predisposición de la empresa a gozar de beneficios fiscales.

Ferrovial-Gobierno, una relación tensa

Sea como fuere, la operación que Ferrovial pretende llevar a cabo, y que se decide en la junta de este jueves, ha levantado ampollas en el Gobierno de España. Desde que el presidente de la firma española hizo pública las ambiciones de la compañía, Ferrovial no ha dejado de recibir críticas por parte de los miembros del Ejecutivo estatal. Aunque también ha gozado del apoyo de otras personalidades, como Alberto Núñez Feijóo, secretario general del PP, o Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, la constructora se ha visto sacudida por un sinfín de críticas relacionadas con la falta de apego a España y al escaso patriotismo de la empresa.

Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de Asuntos Económicos, fue una de las primeras en tildar la decisión de Ferrovial como “errónea”. Para la titular de Economía, la operación que pretende llevar a cabo la constructora refleja la “falta de compromiso” con España. Además de ello, Calviño apuntó que Ferrovial “le debe todo” al país ibérico, puesto que este ha apostado por la empresa a través de la concesión de distintos proyectos públicos.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda, se manifestó con respecto a este caso lamentando la salida de la compañía, pero recordando que España vive un momento de apogeo en lo referido a la inversión extranjera. Además de ello, la ministra afirmó haber contactado por teléfono con Rafael del Pino, al que le transmitió su lamento por la decisión que la empresa había tomado, pero también le recordó que podría haber tenido en cuenta “el esfuerzo inversor que España había hecho” a la hora de tomar la decisión.

Pedro Sánchez cargó contra Rafael Del Pino

Como ambas ministras, el presidente del Gobierno estatal, Pedro Sánchez, cargó contra Rafael del Pino, expresando que “en España hay ejemplos extraordinariamente positivos de grandes empresarios comprometidos con el país. No es el caso del señor Del Pino”. Además de ello, el jefe del Ejecutivo expresó que analizarían a fondo la decisión “para comprobar si cumple con la legalidad”, algo que, habiendo pasado mes y medio, parece que queda claro.

Sea como fuere, prácticamente todos los miembros del Gobierno de España criticaron la decisión de Ferrovial, una reacción que, de cara a Antonio Garamendi, presidente de la patronal de empresas españolas, fue “increíble, absurda y peligrosa”. El máximo mandatario de la CEOE ha sido una de las caras reconocidas del espectro empresarial español que ha defendido la decisión de Ferrovial.

De hecho, Garamendi pidió durante la jornada de ayer respeto para la compañía, defendiendo la libertad de decisión de la empresa. El presidente de la patronal explicó que Ferrovial había trasladado al Gobierno los motivos de su ‘mudanza’ “no una, sino varias veces”. Además de ello, para Antonio Garamendi, la decisión de la constructora viene precedida de que “las normas en España no crean seguridad jurídica”, una opinión que va hilada con la mostrada por él mismo a principios de marzo, cuando expresó que el mercado de Estados Unidos “es el mercado del futuro porque les da más confianza a las compañías”.

El Gobierno agota sus balas, Ferrovial mantiene la misma idea

Los días previos a la junta de accionistas de este jueves han sido candentes. Por un lado, el Gobierno de España ha tratado de ‘retener’ a la empresa transmitiéndola que pueden cotizar en el mercado de Estados Unidos manteniéndose en España. El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, envió una carta a la empresa con sede en Madrid el pasado 10 de abril, pidiendo a Ferrovial que informe a sus accionistas de que pueden lograr el objetivo que persiguen permaneciendo en España. Esta petición fue refrendada por la Bolsa y Mercados Españoles (BME) y por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que certificaron que no existe motivo alguno por el que Ferrovial no pueda mantener una cotización dual manteniendo su sede en el país ibérico. Esta aclaración fue obviada por Ferrovial, que manifestó que seguía adelante con su traslado, el cual depende de la decisión que tomen los accionistas en la junta de este jueves.

Para la constructora, el hecho de que no existan precedentes de otras compañías que hayan saltado a Wall Street desde España es un condimento importante, añadiendo que el camino es más llano si se trasladan a Países Bajos, además que, desde la Bolsa de Ámsterdam, sí existen casos de empresas que han debutado en el mercado de valores de EE.UU.

Por otro lado, en la misiva emitida por el número dos del ministerio de Economía, el secretario cuestiona la motivación económica alegada por Ferrovial. Un día después, el Gobierno remarcó que Hacienda sería la que determinaría si existe alguna ventaja fiscal por el traslado a Países Bajos de la empresa. El Gobierno español destacó que la ‘mudanza’ debe tener una “lógica empresarial, y no perseguir el ahorro tributario”, a lo que Ferrovial respondió alegando la existencia de “razones económicas sobradas” por las que trasladar su sede social. Fernando Polo, portavoz de la constructora, detalló motivos, como aumentar la capitalización, elevar la liquidez, tener mayor visibilidad… y otras tantas “razones evidentes” que explican la decisión de la empresa.

Norges Bank cambia de opinión y el IBEX 35 ‘compra’ el traslado

Entre medias de esto, el fondo soberano de Noruega, que posee el 1,50% del capital de Ferrovial, oficializó a través de su página web el pasado martes su rechazo a la operación de traslado de sede de la constructora. Pese a ello, 24 horas más tarde, el fondo declinó esta afirmación, optando por apoyar la decisión de Rafael del Pino. El cambio de postura del fondo del que es propietario el Banco Nacional de Noruega se corresponde al positivismo que el mercado ha mostrado al posible traslado de Ferrovial. La constructora crece en el IBEX 35 más de un 3% desde que oficializó la ‘mudanza’ de España hasta Países Bajos, lo que puede ser un síntoma de que los inversores acogen esta operación.

Como fuere, la salida de Ferrovial, la cual deciden este jueves los accionistas, ha pasado a ser un debate público en el que unos y otros han manifestado su apoyo o su crítica a la empresa liderada por Ignacio Madridejos. Ferrovial encara una junta histórica bajo la lupa del Gobierno de España y con el debate público al rojo vivo.