Dos años después de entrar en el sector de los cargadores de baterías para vehículos eléctricos, la catalana Floox ya compite con las grandes multinacionales, incluida Wallbox, porque acaba de empezar la expansión por Europa.

Detrás de Floox está Jordi Gazo Germà, miembro de la segunda generación de una estirpe de industriales con más de 40 años de experiencia en el sector de la conversión eléctrica. Es el CEO de Premium PSU y fundador de Floox, una spin-off surgida del anterior, las dos de capital familiar y con sede en l'Hospitalet de Llobregat.

Floox compite con los gigantes del sector gracias al Lynx 240, que pasa para ser el cargador para vehículo eléctrico con más densidad de potencia del mundo (382 kW/m3) y el más compacto que existe en el mercado de 240 kw (con unas medidas de 905 x 537 x 1850 mm). O sea, es un cargador ultrarrápido que llena la batería en menos de 10 minutos (con una autonomía de 250 kilómetros) o la mitad de la batería en menos de 5 minutos (para 125 kilómetros).

Jordi Gazo explica que si han conseguido sacar un cargador de batería como este, con "un pequeño equipo" de 15 ingenieros cuando las grandes multinacionales del sector tienen centenares, es porque Floox nace de una empresa familiar (Premium PSU) que hace 40 que produce cargadores para el sector ferroviario y el eléctrico. Asegura que si en dos años han conseguido poner dos productos "disruptivos" en el mercado –el otro es el modelo Lyra 60– es por esta larga trayectoria en el campo de la electrónica de potencia.

Premium es un fabricante de cargadores para el sector ferroviario, han trabajado para Caf, Alstom o Siemens, y también para eléctricas como Iberdrola, Unión Fenosa o Redeia (la antigua Red Eléctrica Española). Y esta experiencia ha facilitado la incursión hacia el coche eléctrico.

"Nuestro objetivo es sacar cada vez cargadores con más potencia: empezamos por uno de 60 kw (el Lyra) y en diciembre pasado hemos presentado uno de 240 kw (el Lynx) e iremos desarrollando otros más potentes porque queremos equiparar el tiempo de recarga del vehículo eléctrico a uno de combustión. ¿Cuando vamos a la gasolinera cuánto tardamos?, ¿tres o cuatro minutos? Hasta que no llegamos a este tiempo no estaremos tranquilos". Gazo asegura que será posible "igualar la experiencia de usuario" por lo que respecta al tiempo en que se carga la batería o se llena el depósito.

Forman parte de un consorcio de empresas que investiga la recarga sin hilos, que evitará que futuros usuarios de vehículos eléctricos tengan que enchufar o manipular cables. Avanza que este 2025 ya tendrán el primer prototipo para empezar con las pruebas. Pero señala que esta innovación no se aplicará hasta que la industria de la automoción la incorpore de serie a sus vehículos. De momento, ningún fabricante lo contempla.

Entre sus competidores, Gazo menciona a las catalanas Wallbox y Circontrol, la valenciana Power Electronics o la vasca Ingeteam. Pero a diferencia de Wallbox, encarada sobre todo al cargador domiciliario, Floox enfoca el negocio hacia los cargadores públicos. Por ejemplo, su modelo Lynx incluye actualizaciones de software en remoto, la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito, mantenimiento preventivo, conectividad completa, pantalla antivandálica...

Hasta ahora, Floox se había centrado en el mercado español. En 2024, en su segundo año de actividad, facturaron cerca de 4 millones de euros. Pero este 2025 ya salen fuera y han empezado la expansión por Europa, "donde hay más cultura de vehículo eléctrico", según señala Gazo: Reino Unido, Alemania, Austria, Suiza y Francia. La previsión es alcanzar los 12 millones de euros en 2026.

Floox pertenece a Premium SPU, empresa que formó parte del grupo Premo, cofundado por Javier Gazo Pastor –padre de Jordi Gazo Germà- a principios de los años sesenta. En los inicios, Pemo se dedicó a la fabricación de componentes para televisores y, posteriormente, a los componentes y dispositivos para varios sectores industriales, incluido la automoción. Disponía de centros productivos en l'Hospitalet de Llobregat y Málaga, pero también en Marruecos y China. Hace veinte años, Javier Gazó decidió vender siete de las ocho empresas del grupo Premo a un fondo de inversión suizo, pero dejó aparte Premium SPU. Como las otras empresas que eran del grupo, Premiun fabricaba componentes eléctricos, pero a diferencia del resto, también sacaba productos acabados, incluidas fuentes de alimentación y cargadores de baterías, según precisa el hijo del fundador. Premium se fundó en 1981, hace más de 40 años, y en el 2023 facturó 18 millones de euros,

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Instalaciones de Premium PSU, en l'Hospitalet de Llobregat. / Premium PSU

Jordi Gazo señala que Premium SPU es como una "sastrería a medida" de sistemas de conversión de energía. Casi todo el producto está hecho a medida del cliente, por eso relegan el producto estándar para centrarse en las producciones cortas con valor añadido.

Licenciado en administración y dirección de empresas, reconoce que, desde pequeño, se le "programó" para que se hiciera cargo de la empresa familiar. Ahora figura de administrador único de Premium SPU pero dispone de un consejo asesor externo. Tiene claro que supondrá más o menos tiempo, pero "llegará un día en que todos los coches serán eléctricos". Y cuando eso pase, "se necesitarán muchos cargadores rápidos".