Fluidra ha cerrado la compra del 100% del grupo alemán Meranus por una cifra próxima a 30 millones de euros y libre de deuda neta, según ha informado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El Grupo Meranus es un líder de distribución de equipamiento de piscinas en Alemania y también un fabricante de tecnología para el control y la dosificación en piscinas, y la compañía ya actuaba como distribuidor de los productos de Fluidra en el mercado germánico. Los ingresos previstos por la empresa de capital familiar, superan los 25 millones de euros este año.
La transacción se tendría que culminar durante el primer trimestre del próximo 2023. La nota de prensa de Fluidra, con sede en Sant Cugat del Vallès, asegura que con la compra espera "mejorar su posición de liderazgo en el mercado alemán y ofrecer una cartera de productos más completa a una base de clientes más ancha". Hace solo una semana, Fluidra anunciaba una reducción de capital por valor de 3,5 millones de euros.
El grupo alemán, con una trayectoria empresarial de más de 40 años, dispone de dos centros logísticos ubicados en las poblaciones de Lauchhammer i Haan, desde donde distribuye una gamma muy diversificada de productos. Anje Janke y Angelika Kitzing, directoras de Meranus, han destacado la pertenencia a un líder global en la industria de piscinas y wellness como Fluidra para favorecer las sinergias y mejorar todavía más el servicio a sus clientes.
Previsiones de Fluidra para el 2022
Teniendo en cuenta los resultados del tercer trimestre y las estimaciones hasta finales de año, Fluidra prevé que las ventas del año se sitúen sobre los 2.400 millones de euros —un crecimiento próximo al 10% en términos interanuales— y que el Ebitda supere los 500 millones; y confía en que la ratio de deuda neta en relación con el Ebitda de los últimos doce meses se sitúe en 2,4 veces. Fluidra ha revisado al alza los objetivos del programa de simplificación y espera conseguir ahorros de 100 millones de euros durante los tres próximos años. Al cierre de septiembre pasado, la compañía había acumulado unas ventas anuales de 520 millones de euros, con una caída del 7% ajustada por los cambios de divisa; y el resultado bruto de explotación (Ebitda) estaba en torno a 95 millones.
Fluidra ha atribuido la revisión a la baja de sus perspectivas al incierto entorno macroeconómico del cuarto trimestre del año, especialmente en los mercados europeos. La compañía advierte que las alteraciones en la cadena de suministro, unidas a la aceleración de la demanda en 2020 y en 2021, generaron elevados niveles de existencias en la cadena de suministro. La inflación aceleró todavía más la acumulación de existencias, ya que, en particular en Norteamérica, los distribuidores adquirieron existencias adicionales para adelantarse a las subidas de precios.
2021, fue un año favorable para la compañía de la familia Planes. El grupo cerró el año con ventas por 2.187 millones de euros, un 47% más que en 2020, impulsadas por el continuo impulso de la demanda en piscina residencial y M&A, que contribuyó en torno al 11%. El beneficio neto alcanzó los 252 millones de euros, un 162% más que en 2020, mientras que el beneficio de caja neto se situó en 337 millones de euros, más del doble que en 2020. Ahora, en el nuevo contexto económico, la compañía se ha adentrado en un rediseño de la oferta de productos para recortar costes y racionalizar las operaciones, a fin de ser más eficientes. Calcula que, a través de estas medidas, pueda generar un ahorro de 100 millones en los próximos tres años.
Desinversiones de Fluidra
El fabricante catalán ha cerrado el año con esta compra, pero en el ejercicio procedió a ultimar una desinversión: la venta de Togama, en una operación que no tuvo afectación significativa en las cuentas de Fluidra. El fabricante y distribuidor español de productos cerámicos y acristalados para el revestimiento de piscinas, así como decoración de interiores y exteriores, con sede en Vila-Real (Castellón) no era esencial para el negocio de piscina y wellness. Además, Fluidra cerró la venta con un contrato de suministro para al menos dos años que ligaba la relación de abastecimiento y comercial de ambas compañías.