Internacionalmente, el sector de la piscina se está transformación hacia una visión más global del producto, que integre la piscina en un entorno que se orienta a la sostenibilidad y la digitalización, y ello está modificando la investigación y el desarrollo de materiales y productos. En este empeño está centrada la compañía Fluidra, con centros de I+D+i en el mundo, y una inversión de 53 millones de euros, en 2022. A punto de poner en marcha el que será el cuarto centro de desarrollo, en Polinyà (Barcelona), la compañía posee más de 220 ingenieros, desarrollando los productos y soluciones que marcan el presente del sector -con más de 1.400 patentes- para la eficiencia energética, la reducción del consumo de agua, la automatización y el Internet de las Cosas (IoT) aplicado al sector. “Pero vendrá una segunda fase de desarrollo, en la que ya estamos trabajando a futuro, centrada en una visión más global, más holística, entendiendo la piscina no únicamente como una caja, sino como un todo que está integrado en un entorno sostenible y digitalizado”, explica el presidente ejecutivo del grupo, Eloi Planes.
Dentro de su estrategia, Fluidra está trabajando para centralizar la actividad de I+D en las instalaciones de Carisbad (EEUU) dan servicio a Norteamérica, las de Braeside (Australia) a APAC, las de Belberaud (Francia) para todo el mundo, y las de Polinyà (España), para el mercado EMEA. Esta última estructura, que se ultimó a finales de 2022 y se inaugurará en breve, tendrá varias piscinas de prueba para testar todos los productos que se diseñan. El laboratorio contará con equipos de ensayos mecánicos, cámaras climáticas y equipos de envejecimiento acelerado, así como impresoras 3D para prototipar más rápidamente los diseños.
“Tenemos una visión renovada del I+D+i porque hasta ahora el sector había mirado al desarrollo y la innovación de forma muy vertical en cada una de las áreas de negocio (tratamiento del agua, conducción, climatización, filtración, la limpieza automática...) y creemos que hay una gran oportunidad de verlo todo en su conjunto y en su integración con el entorno”, expone Planes.
En los últimos cuatro años, el grupo ha duplicado los recursos a la investigación, de 25 millones de 2019 a los 53 millones del pasado año. El incremento de la inversión se ha visto reflejada en la mejora del índice de vitalidad de la empresa, que mide el porcentaje de ventas que se corresponden a productos lanzados en los últimos cinco años. En 2022 este índice se situó en el 19,7%, con 471 millones de euros, un 53% más que en 2021.