El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha reclamado a los principales partidos catalanes y españoles que haya estabilidad política, lo que pasa porque haya presupuestos tanto de la Generalitat como del Estado, y que se reforme la financiación autonómica con un gran acuerdo entre los dos grandes partidos españoles, PSOE y PP.

"Lo ideal, lo normal, lo más eficiente para que las comunidades autónomas puedan pagar los servicios que ofrecen, la sanidad, la educación, es que haya un gran acuerdo de financiación entre los dos grandes partidos [en referencia a PSOE y PP, aunque no los ha mencionado] y las minorías que corresponda, para toda España y con un tratamiento singular, o específico, para Catalunya," ha defendido Sánchez Llibre en la copa navideña con los medios de comunicación.

La petición de Foment va más allá, por lo tanto, que el actual acuerdo de ERC y PSC, y quiere que sea inclusivo, para todas las comunidades, aunque Catalunya mantenga sus "especificidades". Eso sí, Sánchez Llibre quiere que se incluya en los cómputos las inversiones en infraestructuras, en las que "Catalunya sale muy mal parada" porque es donde menos se ejecutan las inversiones presupuestadas.

El propósito de la patronal para 2025 es "intentar influir, tanto en el Govern como en el Gobierno, para que se genere una estabilidad política que repercuta en una estabilidad económica". Esta estabilidad pasa porque ambos gobiernos sean capaces de aprobar los presupuestos. "No sé si será posible. Es verdad que se ha demostrado que se puede gobernar sin presupuestos, pero desde la óptica empresarial, creemos que se tendrían que aprobar", ha añadido.

Foment ve "irregular" el acuerdo para reducir la jornada

Sánchez Llibre también ha hablado de la reducción de jornada y el posible pacto del Gobierno con los sindicatos para sacarla adelante. El presidente de Foment cree que es un "acuerdo irregular" porque, hasta ahora, los pactos del diálogo social han contado con el apoyo de la patronal, la CEOE, que en este caso no firmará.

"Nosotros no estamos en contra de la reducción de jornada", ha asegurado el líder patronal, y como muestra ha explicado que más del 30% de los convenios que se firman en Catalunya son de 37,5 horas o menos, pero rechaza que se obligue a todas las empresas independientemente del tipo de empresa y del sector de actividad.