Este martes, Antonio Garamendi, presidente de CEOE, y Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, se reúnen un día después de que se conociera que el primero quiere defenestrar el segundo de la patronal que agrupa a las pequeñas y medianas empresas españolas. Podrían llegar a un acuerdo –que previsiblemente pasaría porque Cuerva tirara la toalla– o constatar que habrá batalla por Cepyme, pero lo que parece seguro es que Foment del Treball no entrará en esta guerra.

Fuentes de la patronal catalana aseguran a ON ECONOMIA que abogan por la "paz empresarial" y añaden que "de momento, tanto en la junta de CEOE como de Cepyme, hay mucha tranquilidad". Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, es vicepresidente de CEOE, mientras que Maria Helena de Felipe es vicepresidenta de Cepyme en representación de Foment.

Si acaba habiendo una guerra en la patronal española de pymes, en Foment lo tienen claro: "Nosotros no entraremos ahí". El motivo no es solo la apuesta por la paz patronal, sino también el clima de total "entendimiento y colaboración" que tienen con Garamendi después de la reelección del empresario vasco al frente de la gran patronal española.

Además, no creen que se llegue a unas elecciones entre Cuerva y un hombre de Garamendi para controlar Cepyme. "Si se presenta alguien del entorno de Garamendi, se tendrá que ver si se presenta Gerardo Cuerva", dudan las fuentes consultadas, dado que el poder del presidente de CEOE es tan grande actualmente que ven pocas opciones a una alternativa. Quizás hoy mismo se resuelve la duda y llegan a un acuerdo para una candidatura única, evitando así las elecciones este 2025.

Desde las últimas elecciones a la presidencia de CEOE, en noviembre del 2022, Foment ha mantenido un perfil conciliador en la patronal española, así como en Cepyme. También Cuerva, que antes de las elecciones había hecho oposición a Garamendi y amagó con dar apoyo a la candidatura alternativa, acabó acercándose de nuevo al directivo vasco.

En los últimos dos años, Cepyme ha dado apoyo a las decisiones más polémicas llevadas a cabo por Garamendi, como la regularización de su sueldo y el levantamiento del límite de dos mandatos al frente de la CEOE, medida que después han tomado otras patronales españolas.

Pese a ello, hacía tiempo que había el runrún en Madrid de que Cuerva le estorbaba a Garamendi. "Madrid es la ciudad de la rumorología", valoran fuentes empresariales, que aseguran que recibieron con sorpresa la intención del presidente de CEOE de recuperar el control de las pymes.

Cuerva quiere "seguir trabajando por las pymes"

Gerardo Cuerva, en un encuentro informal con periodistas este lunes, no desveló si se presentará a la reelección, aunque matizó que su voluntad es “seguir trabajando en defensa de los intereses de las pymes” y defendió, en varias ocasiones, la unidad de acción entre los empresarios. El presidente de Cepyme insistió en que tanto él como la patronal “han demostrado lealtad y coordinación con CEOE”.

En cualquier caso, aunque las elecciones a la patronal de las pymes integrada en CEOE son este año, todavía no se han convocado, por lo que el presidente tendrá previamente que consultar con su junta directiva antes de tomar una decisión. En cualquier caso, el máximo responsable de Cepyme defendió que si alguien se quiere presentar su candidatura a la presidencia, estará en su derecho.

Y sobre las posibles desavenencias con CEOE, Cuerva declaró que en los años que lleva al frente de Cepyme, “nunca ha advertido que no hay unidad de acción entre ambas organizaciones”, aunque matizó que “es cierto que se han producido discrepancias sobre ciertas medidas, normales dentro de toda organización”.

Según las informaciones madrileñas, serían dos desavenencias las que habrían hecho decidir a Garamendi para descabalgar a Cuerva. El primero fue previo a las elecciones de CEOE, cuando Cepyme fue una de las patronales que se desmarcaron del acuerdo de la reforma laboral, que Garamendi firmó, en contra del criterio de una parte de la organización. Cepyme no fue el único en oponerse, pero sí la que tenía más peso de entre las que más levantó la voz. El segundo choque tuvo lugar el año pasado, cuando Cuerva presentó un manifiesto por la libertad de la empresa, cosa que Garamendi no vio con buenos ojos.

La batalla en torno a la patronal de pequeñas y medianas empresas españolas se produce mientras Pimec impulsa una organización alternativa que represente a las pymes en el ámbito estatal, Conpymes. Con otras patronales de varias comunidades autónomas, están reclamando en el Gobierno y también en la Comisión Europea, que Conpymes participe en el diálogo social y las mesas de concertación social con el Gobierno.